ALICANTE. Los dos exsocios de gobierno del PSOE en el Ayuntamiento de Alicante, Guanyar y Compromís, confirmaron este jueves su respaldo a los socialistas para que se produzca la investidura de un nuevo alcalde del bloque progresista tras la anunciada renuncia de Gabriel Echávarri que debe producirse este próximo lunes, 9 de abril. Como se preveía, las dos formaciones mostraron su predisposición a dar sus ocho votos (cinco de Guanyar y tres de Compromís) para que se produzca la elección de un candidato del PSOE con el propósito de que el PP no recupere la Alcaldía de la segunda ciudad de la Comunitat.
Ahora bien, en el transcurso de las dos reuniones celebradas por separado se planteó la necesidad de que los socialistas se comprometiesen a retomar los proyectos impulsados por el ya extinto tripartito -y que, sostuvieron, ahora permanecen bloqueados- con la intención de llevarlos a cabo en el año que resta de mandato: el Plan General Estructural; el Plan Ciudad; el Plan de Inclusión Social; un Plan de Inversiones en barrios; el avance en la recogida selectiva de residuos; la reforma del reglamento de Participación ciudadana; el proyecto de rehabilitación del antiguo matadero, la ejecución de los presupuestos ya aprobados, o la construcción del Centro de Interpretación de la Guerra Civil en Alicante, entre otros. Guanyar llegó a plantear la firma de un documento en el que se recogiesen esos proyectos como una especie de compromiso político abierto a todos los grupos municipales, incluido Ciudadanos.
Guanyar fue, de hecho, el grupo más beligerante al ofrecer su respaldo, ya que no dudó en exponer reparos, reproches y críticas. Su portavoz municipal, Miguel Ángel Pavón, insistió en que la primera circunstancia que debe darse es la renuncia efectiva de Echávarri. En segundo término, reiteró las reticencias que la plataforma electoral continúa albergando sobre la idoneidad de Eva Montesinos como sustituta. Máxime, tras las "dudas generadas por la presunta financiación ilegal de las campañas electorales del PSOE". Con todo, supeditó la posición definitiva de su grupo a la decisión de la asamblea de militantes e insistió en que el nuevo alcalde debería reunir un perfil "que contribuya a recuperar la confianza mutua entre los distintos grupos de izquierda y que tenga un compromiso firme de cumplir los acuerdos a los que podamos llegar tras la amarga experiencia que hemos sufrido con Gabriel Echávarri".
Compromís, por su parte, volvió a colocarse en "el lado de la solución" y garantizó su respaldo a la investidura de Montesinos. Su portavoz municipal, Natxo Bellido, puso especial énfasis en una circunstancia adicional: que se celebre el pleno de investidura lo antes posible para atajar la actual situación de inestabilidad política.
Como se esperaba, en ninguno de los dos encuentros se trató sobre la posible incorporación de alguna de las dos formaciones en el equipo de Gobierno. Esa probabilidad sigue postergada a un momento posterior al pleno de investidura. Sea como fuere, el transcurso de ambos encuentros no despeja ese camino para que la actual alcaldesa accidental asuma las riendas del Ayuntamiento de manera estable. Con Guanyar y Compromís, el PSOE sumaría 14 votos: una cifra todavía insuficiente en una corporación compuesta por 29 concejales.
Consciente de ello, la propia Montesinos insistió en que la próxima semana se trataría de concertar encuentros con el resto de grupos "para que se respete la voluntad de los ciudadanos que en 2015 apostaron por el cambio y trasladarles que es responsabilidad de todos conseguir este objetivo". El problema es que, como mínimo, Ciudadanos (Cs) ya deslizó este mismo jueves que, desde su perspectiva, después de que haya trascendido la investigación judicial sobre la supuesta financiación ilegal de las campañas de 2007 es "muy complicado que nos sentemos a hablar con los socialistas para una investidura en la Alcaldía de Alicante".