ALICANTE. En un mundo plagado de influencers y gourmets enseñando los tobillos morados por el invierno, una visita gastronómica se convierte a veces en un torbellino de luces y colores estroboscópicas que desvían la atención de la sustancia, de la materia prima que se encuentra en el centro exacto de las presentaciones.
No es el caso de la cadena de hamburgueserías Goiko Grill, una apuesta de carácter familiar que ya cuenta con dos locales en Alicante, apenas un año después de instalarse en la ciudad marítima. Su identidad vasco-venezolana, pasada por el tamiz del Madrid multicultural del nuevo siglo, aporta consistencia y requiere de los visitantes eso que nuestras abuelas llamaban “buen saque”.
Su materia prima es la carne 100 % fresca y natural de vaca española (ternera vasca), picada a diario pasándola una única vez por el aro grueso de la picadora, el eje sobre el que rotan panes artesanos, salsas propias elaboradas en cada restaurante y patatas naturales cortadas al estilo rústico, doradas de manera que resulten crujientes por fuera y tiernas y sabrosas por dentro, un auténtico peligro si quieres cumplir con aquello del “buen saque”. Los sacos de patatas sirven, además, de atrezzo para la decoración del local, apilados en un lugar visible, al lado de las enfriadoras que mantienen a la vista una interesante selección de cervezas, donde se pueden encontrar lúpulos patrios al lado de clásicos belgas, tostadas americanas y alguna apuesta algo más arriesgada.
Otra de las características de la cadena -que no franquicia- son los detalles de la carta exclusivos de cada local. Una visita a la calle Manero Mollá de Alicante, el “Goiko 24” –el vigésimo cuarto restaurante abierto por la familia Goicoechea, con la presencia en su inauguración de la directora de Marketing de la cadena, Daniela Goicoechea – nos sirve para degustar la especialidad de esta pequeña casa, la hamburguesa Frida, los canónicos 190 gramos de carne picada, acompañados de guacamole, queso Monterrey Jack, pico de gallo, nata agria, lechuga iceberg y mayonesa de jalapeños. La ligereza del guacamole se une a la acidez de la nata agria para contrastar el toque picante de la emulsión de jalapeños, sin enmascarar en ningún momento el sabor de la carne, cocinada a gusto del comensal. Para los amantes de las carnes poco hechas, hay que decir que “al punto”, en Goiko Grill, significa exactamente una visita a la parrilla lo justa como para tostar las dos caras de tres centímetros de carne sonrosada. “Al punto” significa en la medida exacta de quien degusta un pellizco de carne cruda mientras cocina. Por debajo de este nivel todavía encontraremos una opción, pero tal vez la hamburguesa deba ser guiada entonces a la mesa, más que sostenida sobre una bandeja.
La segunda cata del día forma parte de la carta habitual de hamburguesas, la Bomba Sexy, un mix de queso Monterrey Jack empanado, setas fritas, bacon crujiente, salsa mayo ahumada y lechuga Batavia. El queso Monterrey Jack empanado ha sido todo un descubrimiento, una llamada a la acción para los maniáticos del queso, que acaba partido entre dos platos, dejando en la retina el recuerdo de los sándwiches de queso fundido de la infancia.
Y si no ha sido suficiente con el queso empanado, ahora mismo existe la posibilidad, incorporada en una carta viva que se nutre de las recomendaciones de los usuarios, de regarlo todo con una jarrita de queso fundido, en plena campaña ¡Enquésame mucho!.
Goiko Grill es una experiencia gourmet que aleja el concepto de hamburguesa de la idea de comida rápida, y la incrusta en el selecto comando de carnívoros y carnívoras recomendaciones.
En breve, traerán también a sus locales de Alicante una de sus innovaciones, la Smoke Burger, la primera burger ahumada en mesa de su carta. Una hamburguesa exclusiva con regusto sabor a hickory, bacon ahumado, queso americano, cebolla caramelizada, salsa Barbacoa Goiko y lechuga batavia. En los lugares donde se ha presentado ya ha sido en modo exclusivo, por tiempo limitado y bajo reserva. Habrá que ir buscando hueco en la agenda.