GATA DE GORGOS. El proyecto de restauración y reforma del viejo cuartel de la Guardia Civil de Gata de Gorgos tendrá que esperar. El Ayuntamiento de la localidad ha decidido “aplazar” esta obra y dejarla para más adelante, después de que el proyecto haya salido a concurso hasta en dos ocasiones y haya quedado desierto.
La intención del ejecutivo local siempre ha sido recuperar esta histórico inmueble construido a finales del siglo XIX, en el año 1886, con el fin de habilitar un espacio cultural que respondiera a las numerosas iniciativas que se impulsan en la población y además albergar espacios de exposiciones tanto itinerantes como fijas.
Pero el delicado estado del recinto parece ser que no ha acabado de convencer a empresas constructoras en las dos ocasiones en las que ha salido a concurso. La primera vez que el Ayuntamiento licitó estas obras fue a principios del pasado año, con un importe de 735.000 euros. El concurso quedó desierto.
Esto obligó al consistorio a revisar el plan y elevar la cantidad que iban a invertir. El plan volvió a salir a licitación a finales del pasado año por 810.000 euros, pero tampoco logro captar la atención de empresas de la construcción. Esto es lo que ha hecho al equipo de gobierno de Gata replantearse si ahora es el momento más adecuado para ejecutar esta obra.
El alcalde de Gata, Josep Signes, ha indicado que se ha optado por esperar. El primer edil ha recordado que esta obra cuenta con una ayuda autonómica gracias a un convenio que se alcanzó con la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática que se firmó en marzo de 2021. Este plan tenía previsto entregar el dinero en dos dos anualidades, 340.000 euros y 200.000 euros.
Estado actual del inmueble del XIX.
Pero, pese a todo, Gata prefiere esperar. “Vamos a aplazar esta actuación y buscar más ayudas, que nos permitan reformular el proyecto y poder volverlo a sacar a concurso más adelante, con otro tipo de precios y con un plan adaptado a las necesidades económicas que haya en ese momento”, ha precisado el primer edil. En cualquier caso, Signes ha destacado que esta obra es “muy importante” para Gata debido a que se trata de uno de los edificios históricos que se quieren conservar y darle un nuevo uso.
El proyecto siempre ha sido darle una utilidad cultural, ya que la población organiza varios certámenes culturales al año y tiene intención de fomentarlos y contar con espacios expositivos que complementen estas actividades. El plan que Gata tiene para el viejo cuartel pasa por una remodelación que conserve la esencia del edificio decimonónico y tenía prevista dos fases para los trabajos. Esto se respetará, pero cuando se retome el proyecto.
La primera tanda de obras contempla el refuerzo de los muros originales, la mejora de la estructura y el cambio de las cubiertas para frenar algunas humedades que han hecho mella en el edificio en las últimas décadas. Estos trabajos requieren la primera gran inversión. Tras esto se acometería la restauración interior, para lo que también será necesario buscar financiación. El objetivo final es crear un recinto cultural que pueda albergar un espacio de arte moderno.