de la vía pa' arriba / OPINIÓN

Futuros periodistas

3/03/2022 - 

Ayer estuve en el edificio Atzavares de la Universidad Miguel Hernández de Elche invitada por el Observatorio Ocupacional para hablar a los estudiantes de Periodismo sobre empleo. La precaria situación laboral de los periodistas es un tema recurrente en nuestras conversaciones y sin embargo, pocas veces  lo contamos en los medios de comunicación en los que trabajamos. Nuestras miserias son más difíciles de relatar que las de los demás y esta profesión es tan vocacional que nos cuesta, nos duele diría yo, explicar algunas cosas.

Siempre recuerdo el día que la Unió de Periodistas Valencians presentó en Elche el informe del estado de la profesión que realizan periódicamente y un sindicalista que asistió, ya jubilado pero que había tenido importantes cargos a nivel autonómico en el sindicato, me comentó la sorpresa que fue para el ese informe. Esto ocurrió hace unos 4 años pero les ofrezco los datos del último informe, así a grosso modo, y lo entenderán.

El último estudio presentado por la Unió de Periodistes Valencians es fruto de la beca de investigación Emili Gisbert que la periodista Natalia Ponce ha realizado recabando datos de la profesión entre 2017 y diciembre de 2020 en la Comunidad Valenciana.

En este tiempo el paro entre los profesionales de los medios de comunicación ha crecido un 23%.  El 88% de los que acabaron la carrera en 2017 tiene trabajo pero de ellos solo el 20% dispone de un contrato indefinido. Por cierto, el 65% de los periodistas en paro son mujeres.

Deben saber que cada vez más profesionales son autónomos que deben aceptar esta figura legal para conseguir trabajo, los que tienen contratos de 40 horas semanales apenas llegan al salario mínimo profesional y la mayoría debe tener dos y tres trabajos para poder llevar una vida medio digna. Estos son los que trabajan y cobran por ello. Para llegar ahí muchos periodistas han trabajado durante años gratis ilusionados con conseguir algún día ser remunerados.

Y a pesar de esa situación en la encuesta realizada por la Unió de Periodistes Valencians queda reflejado que el 65% no cambiaría de profesión.

El periodismo ha sido siempre muy precario. Costó mucho que se reconociera como oficio y luego profesión. Era gente que “escribía bien” y normalmente debían tener otro trabajo o fuente de recursos económicos. A mediados del siglo pasado comenzó a considerarse una profesión pero siempre ha arrastrado un problema estructural, los avances tecnológicos y los cambios en la forma de acceder a la información han afectado muchísimo, especialmente en la última década con la irrupción de internet y las redes sociales. Y a ello se añaden las crisis coyunturales. Hay una generación maravillosa de periodistas que terminó la carrera con la crisis de 2008 y aún no han levantado cabeza.

Y a pesar de todo…nos gusta, nos apasiona en muchos casos y no queremos renunciar a nuestros sueños. Algunos tenemos suerte y conseguimos trabajo y estabilidad, otros llevan décadas dando tumbos y mal viviendo. Unos cuantos acabaron por tirar la toalla, estudiar oposiciones y dedicarse a la docencia. Conozco directamente como siete periodistas muy muy buenos la verdad, que han acabado así. No se come del aire y hay que pagar facturas.

Con este planteamiento me asomé ayer a las aulas de periodismo de la UMH. Intento ser realista cuando hablo para los jóvenes estudiantes pero me puede lo enamorada que estoy de esta profesión y mi experiencia personal. He tenido muchísima suerte y creo que ellos pueden también conseguirlo.

Sin embargo lamento que las universidades se hayan convertido en fábricas de periodistas en paro y hay que ser coherente y entender que no hay trabajo para cada hornada de periodistas que salen de las aulas de Atzavares.

Otra cosa es dedicarse a la comunicación, que no es lo mismo aunque sean primos hermanos. En ese campo sí que hay un futuro mucho más prometedor pero una persona que con 20 años quiere ser corresponsal en la guerra en Ucrania,  hacer análisis políticos o narrar el partido Elche Barça que se juega el domingo, es muy difícil que sea feliz en el departamento de marketing de una empresa. Aunque seguro que cobra más. Al final, el mito que rodea la profesión tapa unas miserias que ciertamente hay en muchas otras también y que nos dedicamos a contar los periodistas.

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