ALICANTE. Un cambio generacional, una menor influencia de sesgos de género y una mayor capacidad para emprender son algunas de las claves por las que las mujeres que forman parte del ecosistema de innovación y ciencia realizan su trabajo con una brecha que empieza a cerrarse. No obstante, según el último informe del Ministerio de Ciencia e Innovación 'Mujeres e Innovación 2022' , sigue existiendo una marcada brecha de género en los estudios de máster y de doctorado, con una preocupante infrarrepresentación de mujeres en los ámbitos STEM, especialmente en Ingenierías y Tecnología. Por este motivo, Alicante Plaza ha organizado junto al Parque Científico de Alicante (PCA) y patrocinado por la Consellería de Innovación, Sociedad Digital y Universidades el foro 'Mujeres científicas como fuente de innovación y emprendimiento', en el que científicas y mujeres que desarrollan su profesión en el mundo de la innovación han expuesto su punto de vista sobre realidad de sus sectores y también puesto sobre la mesa el nivel de participación y de decisión de las mujeres en el ámbito de la innovación.
Así, en la mesa han participado María Jesús Pastor, vicerrectora de Transferencia, Innovación y Divulgación Científica de la Universidad de Alicante (UA); Sara Pedraz, responsable del área de innovación en la multinacional británica Glaxosmithkline (GSK); Belén Lledó, directora científica de IB Biotech (Instituto Bernabeu); Laura Díaz, responsable del Departamento de Cromatografía en Labaqua; Carolina Martínez, directora de Aepa y Andrea Cabanes, CEO y cofundadora de Fych Technologies, spin-off de la UA, miembro del Parque Científico de Alicante. Así, las instalaciones del PCA han sido el espacio donde empresas y agentes sociales han arrojado luz sobre el presente y futuro de la innovación y el papel de las mujeres en la provincia de Alicante y de los proyectos y desarrollos en los que destacan en un presente que avanza por cerrar la brecha de género.
Desde la UA, María Jesús Pastor asegura que se sigue dando el 'gráfico de tijera' en la evolución de mujeres y hombres en su trayectoria científico-tecnológica. A medida que avanza el recorrido, antes de doctorarse y hasta tener un puesto de profesorado investigador, el porcentaje de mujeres disminuye y el de hombres aumenta. Hay más estudiantes mujeres, pero más hombres en puestos decisivos. "En la UA hay hoy un 26% de mujeres catedráticas. El dato no es bueno, pero hace diez años era un 16%. Intento verlo como un dato positivo, confío en que seguiremos avanzando". En cargos unipersonales, en la dirección o rectorado, de 50 universidades públicas hay nueve rectoras -una de ellas, Amparo Navarro, de la UA. "Estamos infrarrepresentadas", afirma Pastor. La paridad está hoy en los equipos.
Así, Laura Díaz afirma que en Labaqua el número de mujeres trabajadoras ha aumentado. "Antes los mandos intermedios eran hombres, pero se está fomentando por parte del grupo que las mujeres ocupemos esos lugares". En los laboratorios y en las prácticas el número de féminas es más grande. "En innovación siempre son ellas las que dan un paso adelante para esos proyectos". Eso sí, afirma que en los altos cargos, el 90% son hombres.
Para Carolina Martínez, desde Aepa, "solo el 1,7% de las mujeres trabajan en entornos de tecnologías digitales frente al 6,9% de todo el empleo masculino. Nos queda camino por recorrer". Así, el 5% CEO de tecnológicas más grandes son mujeres. "Desde Aepa intentamos visibilizar lo más posible a nuestras asociadas que están trabajando en innovación. En los últimos dos años hemos pasado a casi 260 asociadas y mucha gente joven. Sembramos un camino para eso".
Para Andrea Cabanes, "no sé si el mundo de la economía circular atrae a las mujeres, pero hay muchas en nuestro sector. Hace un año contratamos a una para la dirección de I+D y de 50 curriculum que llegaron, 45 eran de expertas". También vivieron la misma situación en la contratación de una operaria o con la llegada de estudiantes de prácticas. "Es cierto que en la parte de ingeniería mecánica sí que hubo una mayoría de hombres y solo una solicitud de una ingeniera".
También, desde GSK, Sara Pedraz afirma que "vengo de un sector mayoritariamente femenino, la sanidad, donde la representación de mujeres es increíble". Un 70% de la fuerza de trabajo es de ellas, aunque cambia en los puestos más altos. Eso sí, afirma que en la multinacional en la que trabaja "tenemos un 56% de mujeres en la compañía, un 64% de investigadoras en laboratorio y un 55% de dirección. A veces eso genera disonancias cuando se mira fuera, sobre todo en innovación".
En este sentido, asegura que hay un reto aunque en las últimas décadas hay muchas más mujeres que toman decisiones en el ámbito tecnológico. "Cuando te sientes respaldada y ves que otra ha abierto cierta brecha nos damos cuenta de que el problema no es individual, sino de todas. Estar unidas genera avances y sinergias en beneficio de todas".
Por su parte, Belén Lledó señala que la presencia femenina en Instituto Bernabeu es muy alta "es una empresa centrada en la medicina reproductiva y el 86% de la plantilla somos mujeres. Tenemos que reflexionar qué ocurre en las direcciones de las clínicas o las juntas científicas. Eso sí, en mi empresa, el comité de dirección hay un 50% y en la codirección médica también". Asegura que es fuera, en otros foros cuando ve que la dirección de clínicas suele estar en manos de hombres, aunque hay avances.
Así, Cabanes mantiene que "se nota el cambio en las nuevas generaciones. Un alumno de prácticas que oyó cómo nos preguntaban en una entrevista ¿qué diferencia hay entre emprender siendo hombre o mujer? nos contestó ¿por qué os preguntan eso? Pienso que empieza a verse más equiparación".
Según la cofundadora de Fych Technologies, en los estudios Ingeniería Química había cerca de un 60% de mujeres y en el doctorado los hombres escaseaban. "Quizá es después del doctorado cuando llega esa brecha, porque a partir de los 30 años muchas mujeres paran - si tienen hijos-, pero los hombres no se plantean ese freno. Muchas se replantean si siguen escalando o se quedan donde están".
Para la directora científica de IB Biotech, de Instituto Bernabeu "en mi experiencia personal, en mis estudios de biología no había brecha, pero cuando estudié ingeniería informática sólo éramos unas cinco chicas en clase. Tenemos una labor de visibilizar a mujeres que se dedican a tecnología para que haya referentes en nuestras niñas, que no hay limitaciones". Eso sí, apunta que hoy es posible usar la tecnología para poder atrasar el momento en el que una mujer desea ser madre. "Hace unos años esa posibilidad no existía". A pesar de que es una opción personal ser o no madre, hoy hay más posibilidad de elegir.
Según la directora de Aepa "no hay nada más enriquecedor que poder decidir por ti misma cuándo o no hacer una cosa. Sobre todo en las jóvenes hay mucho poder de elección. Desde Aepa observamos que la elección de una profesión empieza desde la infancia y a veces hay sesgos que no vemos en la familia o el colegio". Por este motivo, cree que es positivo que las mujeres "rompan ese pensamiento de esa cultura o sociedad que sin darnos cuenta nos absorbe. No es cuestión de capacidades".
Asimismo, la vicerrectora de Transferencia, Innovación y Divulgación Científica de la UA ha puesto más cifras en relación a la brecha STEM sobre la mesa. En la UA hay un 60% de estudiantes mujeres. En todas las facultades hay paridad, salvo en Educación y Ciencias de la Salud, donde hay más mujeres. Hay dos titulaciones con menos chicas: Física, con un 20% y Matemáticas, con un 35%. Además, en la Escuela Politécnica Superior, en las ingenierías hay más salto. "El gran talón de Aquiles es en Ingeniería Informática, con un 11% de chicas e Ingeniería Multimedia, con aproximadamente un 18%. Esas son preocupantes porque no hay cambios desde hace año". Eso sí, en Robótica, en cuatro cursos ha evolucionado de un 5% a un 30%. Así, hay acciones desde la Escuela Politécnica Superior, con colegios para que se fomenten esas vocaciones entre las menores de Secundaria y en Primaria "para ver también a referentes cercanas".
La responsable del Departamento de Cromatografía en Labaqua estudió Química y había paridad en los estudios. A partir del doctorado se planteó parar por la maternidad. "Creo que las nuevas generaciones no tienen ese problema, con otra mentalidad en ese momento clave de los estudios, que piensan en poder moverse fuera del país y en su formación y su carrera laboral". Además, aporta que cree que hay carreras masculinizadas y que es importante "hacerlas atractivas para las mujeres, que vean lo que van a poder hacer después de que la terminen".
Por su parte, la responsable del área de innovación de GSK cree que "los imaginarios hay que enriquecerlos, pero tampoco hay que frenar las voluntades. También creo que hay que quitar el sesgo de pioneras, quitarle épica y darle normalidad a quienes entran en campos con menos mujeres, son personas normales haciendo coas normales". Además, Pedraz asegura que es necesario que en los equipos de innovación no sólo haya gente STEM, "sino, también por ejemplo filósofos. Nos ayudaría a los que generamos valor a incorporar múltiples perspectivas que se nos escapan".
Desde Aepa, su directora asegura que una atención personalizada, escuchar a quienes tienen dudas, ayudar a llevar un plan de acción personalizado es útil para quienes están tratando de encontrar su camino profesional. "Un acompañamiento adecuado a cada persona. La atención personalizada es esencial". Asimismo, afirma que la adaptabilidad es fundamental, así como buscar los puntos fuertes.
Andrea Cabanes cree que buscar ejemplos también es clave. Hablar con quien ha seguido un camino parecido al que se quiere emprender para tener referencias y poder saber cómo sortear dificultades y aprender a reaccionar.
Desde la UA, Pastor aconseja "a las más jóvenes que sean lo que deseen, que no se sientan menos capaces o encasilladas en "eso que es de chicas". También, que no se marquen topes en los límites a los que quieren llegar, ya sea en sueldo o magnitud de sus empresas. Si no se tiene una vocación clara, que opten por lo que pueda abrir más puertas.
Belen Lledó apuntaba que "me llama mucho la atención que en los programas de detección de altas capacidades salen a la luz muchos más hombres, pero no porque haya menos mujeres, sino porque se camuflan, no tienen esa necesidad o capacidad de expresar ese talento. Es importante mostrarse".
Así, Sara Pedraz propone que, a quienes están emprendiendo trabajen su marca personal, aunque algunas mujeres ponen resistencias en expresarlo "porque piensan que no importa a los demás lo que tengan que decir, y no es así". Además, apunta a que no hay que tener miedo en expresar lo que se desea y que se debe "rodear de un entorno que ayude y pedir ayuda para los proyectos".
Para Laura Díaz, en Labaqua "tienen algo muy bueno, que es un programa de empoderamiento femenino y liderazgo en el que se escogen a mujeres del grupo con potencial. Una vez dentro es muy gratificante, con mentorías. Se fomenta el liderazgo y ayuda a crecer".