ALICANTE. Decir a estas alturas que el cambio, incluso la disrupción, es el signo de nuestro tiempo, no deja de ser ya un lugar común, algo que la realidad confirma constantemente, lo que hace más necesaria la formación continua que permita, al menos, adaptar nuestras capacidades a esa realidad cambiante.
Recientemente escribía que los directivos y los empresarios necesitan desarrollar nuevas aptitudes y, sobre todo, nuevas actitudes para seguir compitiendo con éxito en este mercado cada día más global e interconectado.
Entender, integrar y canalizar ese cambio es imprescindible para progresar, lo que requiere respuestas innovadoras pero sólidas, fruto de la reflexión y el análisis. Requiere tomar decisiones, buenas decisiones, que apoyen el progreso de la sociedad. Y en ese punto está de manera imprescindible la Universidad, desde todas las áreas de conocimiento y para todas las facetas que impactan en el desarrollo social, porque solo desde una base muy sólida se pueden abordar los cambios, incluso los más radicales.
Lógicamente, la Universidad no solo está en la formación básica imprescindible para enfrentar el mundo; también en el desarrollo de las capacidades necesarias para hacer frente a todos los cambios tranquilos y bruscos que se producen; y esto, a través de la enseñanza reglada y de los estudios de posgrado, tanto oficiales como títulos propios, que apoyan el encaje de las personas, y con ellas de las empresas, en este entorno volátil, incierto, complejo, ambiguo, global y avanzando rápidamente en lo digital.
Y siendo cierto que la evolución de los estudios reglados en ocasiones puede parecer lenta, porque no pueden estar al arbitrio de modas no siempre con la solidez suficiente, son los títulos propios los que permiten abordar con mucha rapidez las disrupciones que se producen, de manera que todos los interesados estén siempre en condiciones de surfear las olas cada día más altas que impactan en el desarrollo empresarial.
Ese es un reto, sin duda, que tenemos que integrar todos los que pretendemos apoyar el desarrollo correcto de las personas y las organizaciones. Desde luego, es el reto que asumimos en el Club de las Buenas Decisiones de la Universidad de Alicante a través de nuestros másteres de Dirección y Gestión de Recursos Humanos o Dirección y Gestión de Empresas; los Programas Superiores en Control de Gestión y Dirección Comercial de Hoteles; los Executive en Gestión Eficiente de Compras y Aprovisionamiento, o en Estrategias de Reclutamiento; o los programas superiores sobre Dirección de Parques Empresariales, Data Strategist, y otros muchos que alargarían demasiado este texto.
Y en estos momentos de impacto de la tecnología en el desarrollo de las empresas, es especialmente relevante el programa que iniciamos sobre Gestión de la Digitalización de la Empresa. Un programa financiado por la Unión Europea y canalizado a través de la Escuela de Organización Industrial, sin coste para los participantes (máximo de dos directivos por PYME de la Comunidad Valenciana -entre 10 y 249 empleados-), con una duración de 136 horas presenciales y emisión de título de la Universidad de Alicante.
El programa pretende ayudar a los participantes a desarrollar el Plan de Transformación Digital de sus empresas con el objetivo de mejorar su capacidad de competir en este entorno VUCA así como internacionalizar sus negocios, integrando la tecnología en la cadena de valor de la compañía, imprescindible tanto para mejorar sus procesos como la experiencia de clientes, empleados, proveedores y todos los grupos de interés en la empresa.
En la misma línea anterior y condiciones similares, vamos a poner en marcha el Programa Superior de Agente de Cambio para la Digitalización de la Empresa, dirigido en este caso a jóvenes en paro o empleados de PYMES de la Comunitat Valenciana de hasta 35 años, con 150 horas presenciales, que ofrece a los participantes los conocimientos y habilidades necesarias, de la mano de los mejores profesionales de empresa y profesores universitarios, para su incorporación o recualificación en el mercado laboral como agentes de transformación digital.
En este punto, quisiera mencionar la importancia de fijar unos costes justos para la formación, que son los que aseguran su calidad y la utilidad para todas las partes participantes, y esto tanto la on como la offline, porque es imprescindible retribuir la investigación, preparación, impartición y seguimiento de la docencia y los participantes, así como toda la infraestructura necesaria para facilitar la asunción de las competencias propuestas en cada caso.
Probablemente existe una inflación exagerada de supuesta formación gratuita online, no siempre contrastada, que puede generar errores y más problemas que los que pretende resolver.
Estos cursos para la transformación digital de las empresas, lógicamente, tienen costes importantes, pero en este caso no son sufragados por los alumnos asistentes, sino por la Unión Europea a través de los Fondos Next Generation, que establece controles adicionales tanto sobre la asistencia como sobre los contenidos y su aplicación real a las empresas.
El hecho de que la Universidad de Alicante, a través del Club de las Buenas Decisiones y Fundeun, haya sido seleccionada entre los docentes capaces de impartir esa formación supone un reconocimiento explícito a la eficacia de los cursos de posgrado impartidos desde hace 17 años en el marco del Club de las Buenas Decisiones, que compite en condiciones de igualdad con las mejores Escuelas de Negocios a nivel nacional e internacional.
Sin duda la competencia es buena en todos los sectores, también en el docente, aunque una excesiva multiplicación de alternativas poco diferenciadas nominalmente, salvo por intereses alejados de los puramente técnicos y no siempre con la investigación como soporte de esa transmisión de capacidades, puede contribuir al alejamiento del público objetivo, cuando comprueban que la publicidad, en la que algunos invierten importantes cantidades de dinero en menoscabo del dedicado a la docencia misma, no es correspondida con la calidad de la formación impartida.
La inversión en comunicación, sin duda, es muy importante, pero siempre sobre productos y servicios muy contrastados, que contribuyen al círculo virtuoso del crecimiento sostenido.
Estos temas, formación continua y transformación digital, estuvieron presentes el pasado 8 de junio en la reunión anual del claustro del Máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos en su 17 edición, que reunió en esta ocasión a más de 120 participantes entre empresarios, directivos de empresa, profesores y directivos de la Universidad de Alicante, que tuvieron la oportunidad de debatir ampliamente en torno a los problemas actuales de las empresas y las soluciones desde las áreas de Recursos Humanos, lo que facilita la adecuación continua de un máster, por el que han pasado ya más de 530 personas, muchas de las cuales ocupan hoy puestos de gran responsabilidad en empresas de nuestra Comunitat con proyección nacional e internacional.
José Luis Gascó
Catedrático de Organización de Empresas
Director del Club de las Buenas Decisiones de la Universidad de Alicante