ALICANTE. La futura estación intermodal de Alicante, de ser, será comercial o no será. El Ministerio de Fomento, a través de su ente gestor de infraestructuras ferroviarias (Adif), apuesta abiertamente por compatibilizar el uso logístico de ese nuevo edificio, concebido como intercambiador de sistemas de transporte (tren, autobús y tranvía, según la propuesta original, de 2003), con el de "un gran centro comercial" en el que se daría cabida a la implantación de tiendas.
La idea no es nueva: ya se debatió sobre esa posibilidad hace 14 años, cuando comenzó a gestarse el proyecto de la llegada del AVE, entre críticas del comercio local. Pero sí resulta novedoso que se pretenda rescatar ahora. Se trataría, en definitiva, de replicar el modelo Vialia: la marca comercial con la que Adif explota sus grandes estaciones, ya presente en las terminales de Albacete (Los Llanos), Bilbao (Abando Indalecio Prieto), Málaga (María Zambrano), Pontevedra y Salamanca.
Así lo confirmó el mismo presidente de Adif, Juan Bravo, al término del consejo de administración de la sociedad Avant, este jueves, en la que Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento de Alicante sellaron el acuerdo alcanzado en mayo por el que se cancela la deuda pendiente (60 millones) del préstamo solicitado en 2003 para construir el nuevo acceso ferroviario a la ciudad, con motivo de la llegada del AVE.
El propósito de Adif es incorporar a esa futura estación término de Alicante servicios de ocio, hostelería y de comercio que pueda requerir el pasajero sin necesidad de abandonar las instalaciones, lo que aporta un valor añadido a la estación en sí misma y, como subrayó Bravo, "enriquece el entorno". Todo, además, sin olvidar que ese uso comercial permitiría multiplicar la rentabilidad de la operación: un factor muy a tener en cuenta si se considera, como se subrayó en el consejo de administración, que la construcción de la intermodal está supeditada a las plusvalías que se obtengan a partir de la reurbanización de los terrenos liberados de las vías.
Como incidió la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, el acuerdo ratificado en el consejo no sólo cancela la deuda de la obra del AVE, sino que garantiza la continuidad de Avant y desbloquea esa reurbanización. En virtud de ese pacto, las tres administraciones socias de Avant comprometen el anticipo de los costes que supondrán su desarrollo. Los tres socios aportarán cerca de unos 50 millones para acometer esas obras: el 50% (25 millones) Adif y tanto el Consell como el Ayuntamiento, un 25% cada uno (12,5 millones). Con esa suma, que se ha programado en varias anualidades para el periodo 2021-2024, se debe impulsar la construcción de nuevo barrio sobre las vías de Renfe que conecte San Blas, Ciudad de Asis y Benalúa. En ese desarrollo se incluirán unos 220.000 metros cuadrados de techo edificable (entre 1.000 y 1.200 viviendas) y un gran parque central en continuidad desde la Vía Parque hasta la avenida de Salamanca.
Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento esperan recuperar la inversión con las plusvalías (rédito o beneficios) que se confía obtener con la venta de esos futuros inmuebles y sus respectivos bajos comerciales. Si se cubre ese desembolso y todavía quedan excedentes, se destinarán al desarrollo de la estación intermodal y al soterramiento del tramo de playa de vías todavía en superficie, junto a la Avenida de Salamanca.
El diseño de ese futuro barrio queda ahora en manos del Ayuntamiento y de Avant, que trabajan ya en las modificaciones de la Operación Integrada número II aprobada en 2014 tras las exigencias introducidas por la Generalitat. El objetivo es que esa propuesta pueda aprobarse antes de que finalice 2017 en el pleno del Ayuntamiento de Alicante para que, después, el Consell lo ratifique.
El siguiente paso será la convocatoria de un concurso internacional de ideas para elegir entre distintas alternativas técnicas la disposición concreta de las futuras viviendas, el número de alturas de los nuevos edificios, el trazado y características concretas del parque central y la subsistencia o no del puente rojo de la Gran Vía, por ejemplo. Con ese calendario, el propósito de los tres socios de Avant, según ha explicado el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, es que todo quede listo en 2019 para que las obras propiamente dichas puedan comenzar en el siguiente mandato.
Por último, en la reunión del consejo se acordó estudiar, a propuesta de Adif, el desarrollo de una alternativa técnica que facilite el desplazamiento desde la terminal de pasajeros actual hasta la estación del tranvía de Luceros. Los tres socios se comprometieron a plantear un proyecto que permitiese conectar la estación de Adif con el aparcamiento de la avenida de la estación o el túnel del tranvía que ya llega hasta la avenida de Salamanca, sin llegar a cruzarla. Con ese enlace, se trataría de instalar sistemas mecánicos como los tapices rodantes implantados en la mayoría de aeropuertos: una especie de pasarela que trasladaría a los viajeros desde Renfe hasta Luceros sin necesidad de salir a superficie.