ALICANTE. La historia se repite y la fiesta de Fogueres vuelve a quedar en suspenso un año más como consecuencia de la crisis sanitaria. Cunde la resignación en las principales organizaciones promotoras, que se han visto obligadas a mantener paralizada su actividad sin tan siquiera saber si resulta viable la posibilidad de acordar un nuevo calendario para su celebración en este 2021. Tanto representantes del equipo de gobierno como de la propia Federació de Fogueres o del Gremio de Artistas coinciden en que todo está supeditado al progreso de la campaña de vacunación contra la covid-19, que hasta ahora sigue lastrado por el suministro de dosis, lo que ya ha obligado a suspender las fiestas, al menos, en el mes de junio. La puerta sigue abierta al traslado a otras fechas, pero por el momento nadie se atreve a asegurar nada.
"Nos lo tomamos con mucha preocupación por todo el tiempo que ya venimos arrastrando este tipo de situaciones", afirma Joaquín Rubio, presidente de la Federación de Artistas Falleros y de Hogueras de la Comunitat Valenciana. Con todo, el proceso de vacunación, aunque esté siendo largo, deja la puerta abierta a la recuperación de la normalidad tarde o temprano. "Me quiero quedar con la voluntad de todas las partes de que se celebren, sea cuando sea", asegura Rubio, que además confirma que los artistas del gremio están ya manos a la obra en todos los proyectos de 2021. "En mayor o menor medida, casi todos los monumentos están en marcha y eso es un factor importante a tener en cuenta", sentencia.
Pero las viabilidad de la fiesta no depende exclusivamente de los actos de los días grandes, sino también de toda la programación previa para poder llegar a las fechas de celebración. Entre ellos, las elecciones de las bellezas y damas de todas las comisiones, la elección de la Bellea del Foc, etcétera. "Lo que estaba claro es que a junio ya no llegábamos", afirma Toñi Martín-Zarco, presidenta de la Federació de Fogueres. Las complicaciones en la distribución de la vacuna en las últimas semanas han hecho que se precipitara la decisión. "Ahora la previsión es lograr la inmunidad comunitaria después del verano y no antes, pero tampoco se sabe si será así, por lo que no podemos confirmar nada", explica la presidenta.
Los comisionados se reunirán en abril, después de Semana Santa, para debatir cuáles son las posibilidades que se manejan, en función de los diferentes escenarios que se puedan dar, y entonces tomar de nuevo decisiones. "Tenemos que tener una asamblea con todas las hogueras y barracas para concretar el calendario que hay previo a Fogueres y, conforme a la situación, ir programando, porque tenemos que planificar todos los actos y terminar de construir las hogueras; no podemos decidir de la misma manera que se decide en las Fallas", comenta Martín-Zarco. "En el caso de las Fallas es diferente porque ellos lo tienen todo listo para celebrar cuando sea, pero nosotros tenemos mucho trabajo por delante, así que toca que los foguerers y barraquers den su opinión", sentencia.
¿Qué posibilidades caben? En principio, se baraja la alternativa de que las fiestas puedan celebrarse en agosto o en septiembre, siempre que el porcentaje de población inoculada lleve a la Conselleria de Sanidad a conceder la autorización necesaria para su desarrollo, en la medida en que, como en toda fiesta tradicional, se da por descontada la concentración de personas.
No obstante, ese posible calendario alternativo también podría quedar condicionado por una hipotética coincidencia con la celebración de las Fallas. Hasta ahora, en València también se ha venido especulando con la opción de trasladarlas a julio o a septiembre. Y ese último supuesto podría jugar en contra de las opciones de les Fogueres, ya que una posible coincidencia de ambas fiestas podría restar asistentes.
Sea como fuere, la decisión esencial que se debe adoptar en primer término es si el colectivo festero estaría dispuesto a celebrar unes Fogueres sujetas a ciertas limitaciones (aforos) o a condiciones de prevención (uso de mascarilla obligatoria) que prácticamente se siguen dando por descontadas incluso al margen de cuál pueda ser el avance de la vacunación.
En todo caso, el debate sigue abierto a la búsqueda de alternativas y al estudio de la evolución de la crisis sanitaria, aunque no se prevé que la resolución definitiva se retrase más allá del mes de mayo por pura logística organizativa.
De hecho, parte de esas fórmulas alternativas podrían plantearse ya en el desarrollo de la tradicional romería de Santa Faz, que debería desarrollarse el 15 de abril. En principio, el edil de Fiestas, Manuel Jiménez (PP), tiene previsto un encuentro con los representantes del Cabildo, este próximo lunes (se había contemplado inicialmente para esta misma semana), con la intención de perfilar las posibles condiciones para su celebración.
En esta línea, como ya informó este diario, se prevé diferenciar la parte religiosa de la parte más popular, de modo que sí podrían tener cabida los actos litúrgicos sujetos a la regulación decretada por Sanidad, de un modo similar al formato que ya se ha convenido para el desarrollo de la Semana Santa, con actos en las propias iglesias sujetos a restricciones de aforo. Por lo que respecta a la romería, todo parece indicar que no llegará a celebrarse en las condiciones habituales, aunque sí se podrían estar supeditando opciones para que pudiese producirse un peregrinaje escalonado a lo largo de varias jornadas sin que se diesen lugar a a aglomeraciones, por ejemplo.