Fiestas de Elche 

Vuelven las fiestas de agosto de Elche con todo lo que conlleva: fuego y pólvora, música, (pachanga y de la otra), vacaciones y calor. Nos encontramos en la zona menos afectada seguramente por la ola de calor que azota con látigo de siete colas la península con las temperaturas más altas en esta época en los últimos 20 años. Pero calor hace también y aquí le sumamos la humedad y ello nos lleva a estar todo el día pegajosos.

Eso en primavera, con los colegios en marcha todavía, sin habernos dado tiempo a algunos a cambiar del todo los armarios y en plena subida de precios de la luz y el combustible. Menudo panorama para empezar a hablar de las fiestas. Están rezando y poniendo velas en Alicante para que lo gordo de la ola vaya rapidito y no se alargue a sus días grandes. Aquí en Elche estamos un poquito más acostumbrados a ir de pasacalles delante de la banda de música y con 40 grados y una humedad del 80 por ciento.

El alcalde de Elche anunciaba esta semana lo que llevaba rumoreándose un mes; el pregón se adelanta y Elche las fiestas patronales de 2022 tendrán 11 días con dos fines de semana incluidos. De pensarlo me da una lipotimia y es que a la ola de calor permanente de agosto yo le añado que los periodistas, (y mucha otra gente), trabajamos en fiestas y que estoy con los calores propios de la menopausia por mi edad. (Otro día hablo de los que usan la edad como insulto y otro día más de cómo nos han hecho creer a las mujeres que debíamos esconder la regla cuando la tenemos y esconder que ya no la tenemos cuando no la tenemos. En fin).

Total que vuelven las fiestas desde el 5 de agosto, ¡ojo¡ el 4 será la previa porque celebramos 125 años del hallazgo de la Dama de Elche, y ya veremos si el 3 colocan la Cridà lo que nos llevara a medio mes de fiestas y un mes y medio medio para recuperarnos. 

A eso aludió el alcalde Carlos González, a la recuperación. Es el argumento para ampliar tres días los actos festeros. Hace dos años que no se han podido celebrar las fiestas por las restricciones de la pandemia del coronavirus y el primer edil afirmaba que emocional y económicamente puede ser un revulsivo.

Emocionalmente lo va a ser seguro. Para la gente de Elche volver a ver salir el fogonazo de la palmera de la Virgen el día 13 de agosto a las 12 de la noche  y como se queda iluminada la ciudad va a ser emocionante no, lo siguiente. Es algo irracional, basado en instintos primitivos. Un sentimiento muy estudiado por la antropología y la sociología. 

La fiesta es un acto de empatía, de relaciones sociales, de ruptura con la normalidad y lo cotidiano. Una válvula de escape y en concreto, las fiestas arraigadas a la tradición, una forma de reforzar la identidad común, lo que nos une por encima de lo que nos separa.

Imagínense el momento en el que se van apagando los cohetes de la palmera el 13 de agosto y desde todos los edificios se canta el Aromas Ilicitanos. Estás en una terraza y escuchas alrededor gente a la que no ves pero que esa mezcla de fuego, olor a pólvora y ruido le despierta los mismos recuerdos y sentimientos que a ti.

Se nota que la Nit de l’Albà es mi noche favorita de las fiestas de Elche, ¿verdad? Bueno me emociono igual con el Misteri y todo lo que conlleva, ya conté por aquí que el Misteri está en mi y en todos y cada uno de nosotros, pero también estoy deseando ver las comparsas y escuadras de Moros y Cristianos, las representaciones de Pobladores, las comisiones de fiestas y la gente en general llenando las calles a la hora que sea, de día y de noche, disfrutando y en un ambiente de calor, sí, pero relajado.

Este parón de dos años me/nos ha hecho ver que lo que siempre ha estado ahí puede algún día no estar y quizá nos gustaba más de lo que pensábamos. 11 o 15 días de fiestas son muchos pero igual era necesario… Ojalá además ayude también desde el punto de vista económico.