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JAVIER FERRI, CO-AUTOR DEL ESTUDIO FEDEA SOBRE TASAS UNIVERSITARIAS

Javier Ferri: “O se reduce el gasto universitario o se suben las tasas”

Tres expertos valencianos defienden que la subida de precios contribuye a mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, especialmente a partir de la segunda matrícula

20/11/2016 - 

VALENCIA. Cursar una asignatura en la Universidad no es precisamente una ganga, pero si su precio se incrementa todavía más en la segunda matrícula, los estudiantes se esforzarán mucho para evitar repetirla. Esta es la hipótesis que defiende y contrasta el estudio publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), elaborado por los profesores de la Universitat de València (UV) Pilar Beneito, José Emilio Boscá y Javier Ferri. Hablamos con este último acerca de los efectos del incremento de los precios en 2012, que se produjo de manera generalizada por el decreto de Racionalización del Gasto Educativo. En la medida podría estar la clave del rendimiento académico de los alumnos, pero también de la estabilidad financiera de estas instituciones.

- ¿Y si la mejora académica observada respondiera a otros factores? 
- Nosotros estamos seguros de haber identificado que este efecto sobre el esfuerzo académico se debe únicamente a la subida de tasas. De hecho, esta es la clave metodológica del trabajo. Estamos hablando, en definitiva, de que las tasas han incentivado que los estudiantes se esfuercen más, lo que ha contribuido a que asimilen mejor los conocimientos y ha repercutido en una mayor probabilidad de aprobar y mejores calificaciones.

- Dicen que el acicate es mayor para los estudiantes más débiles.
-Clasificamos a los estudiantes en función de la nota con la que entran en la universidad en los que denominamos 'estudiantes medios', que suponen el 80%, frente a los estudiantes aventajados, que serían un 20% restante. Los estudiantes medios tienen un mayor incentivo a esforzarse, porque tienen una mayor probabilidad de sufrir el mayor coste en caso de repetir, y porque tienen un mayor margen de mejora. Nosotros observamos que estos estudiantes medios en Economía y ADE han aumentado la probabilidad de aprobar en primera matrícula en 10 puntos y han reducido a la mitad el tiempo requerido para aprobar un módulo. En Medicina este efecto también existe, pero es algo menor.

- Proponen una tasa inicial estándar, que se incremente conforme aumente el número de matrículas. Es decir, ¿que los repetidores paguen más por su matrícula?
- Un acceso menos costoso y un mejor aprovechamiento de los estudios son clave para reducir las desigualdades en renta, mientras que si los estudiantes siguieran manteniendo un perfil de esfuerzo bajo, los títulos (grados, pero también máster) seguirían depreciándose. Y los títulos depreciados no actúan todo lo bien que deberían como mecanismo nivelador.

“Un acceso menos costoso y un aprovechamiento MEJOR de los estudios son clave para reducir las desigualdades en renta”

- ¿Es un modelo asentado en otras universidades? 
En todas las universidades públicas se produjo una subida generalizada en 2012. Sin embargo, la diferencia de tasas entre la primera y posteriores matrículas ha sido muy diferente dependiendo de la autonomía. La UV aplicó una subida del 33% al principio y otro 33% en la segunda. Nosotros decimos que se podría conseguir también un resultado positivo sobre el esfuerzo sin subir el precio de la primera matrícula, pero con aumentos en las matrículas posteriores.

- ¿Y sería igual de rentable para la Universidad?
- Sí, siempre y cuando se gradúe correctamente el esquema de tasas. Parece obvio que las universidades tienen un problema de ingresos que procede en parte de un aumento en los gastos en el pasado que no siempre se han dirigido de la forma más adecuada. Cuando visitas algunas de las mejores universidades europeas puedes encontrar telarañas en los techos, pero eso no impide que estén situadas en la parte más alta de los rankings. Tomando una foto fija de la universidad y sus restricciones en el presente, si no aumentamos las tasas, la universidad se ahoga, eso es cierto. Pero no creamos que aumentar los ingresos va a solucionar todos los problemas de la universidad española, que tienen mucho más que ver con un sistema de gobierno dominado por grupos con intereses que no encajan bien con ofrecer la mejor formación al estudiante y el avance de la ciencia y el conocimiento.

(Foto: MARGA FERRER)

- Pero si cada vez hay mejores estudiantes y menos segundas matrículas, el modelo terminará por desestabilizarse. 
- Ojalá llegáramos a esa situación, porque esos significaría que la cultura del esfuerzo se ha instalado en la universidad. En ese caso, dado estudiantes mejor formados es más probable que accedan más rápidamente a mejores puestos de trabajo, podría pensarse en reajustar las tasas. Es algo que podría suceder en el medio plazo. El coste de la matrícula podría ser financiado con préstamos públicos que se devolverían cuando el estudiante superara en el futuro un nivel de ingresos. Con una tasa de desempleo como la actual entre los jóvenes, esto no se puede plantear de momento.

- ¿Puede este modelo, de algún modo, fomentar también el abandono? 
- Puede que aumente el abandono entre los estudiantes repetidores, pero si no se suben las tasas en primera matrícula también se incentiva más la entrada. Se trataría de invitar a los estudiantes a que accedan a la Universidad con una primera matrícula barata, y solamente penalizar a aquellos que no lo hacen bien.

“Nos estamos engañando como sociedad si lanzamos el mensaje de que todos deben y pueden tener un título universitario”


- Suena poco pedagógico.
- Todo lo contrario. Fomentar el esfuerzo es pedagógico. Hay gente que viene a las clases y aprovecha muy mal el tiempo, y eso es así, lo sabe cualquier profesor que haya dado clases. También es cierto que hay personas que no deberían estar en la universidad porque su capacidad los empuja en otras direcciones. Es duro para ellos y es duro para los profesores. Nos estamos engañando como sociedad si lanzamos el mensaje de que todos deben y pueden tener un título universitario.

- Entonces, ¿qué le parece la propuesta del Consell de ajustar las tasas académicas a la situación económica de cada estudiante? 
- Debería conocer el detalle, pero el sistema de becas ya juega en parte este papel. No hay que ignorar que los hogares con más medios económicos declarados ya están pagando una proporción más alta de impuestos, que en parte se utilizan para subvencionar a los estudiantes menos favorecidos. En mi opinión, hay que saludar siempre como positivas las medidas que faciliten la continuación de los estudios de las personas menos favorecidas económicamente. A las personas que tengan ganas de estudiar, vengan de donde vengan, hay que ponerles todas las facilidades. Pero las exenciones de tasas también deberían tener cierta condicionalidad y estar ligadas al rendimiento académico.

- ¿Sería partidarios de la implantación de una tasa única en España? 
- No, yo no soy partidario. Aunque sólo fuera porque el coste de ofrecer la educación universitaria no es el mismo en las distintas autonomías. Los ciudadanos de cada comunidad tienen derecho a conocer cuánto cuesta la universidad y qué aporta a su comunidad.

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