'Federico': una biografía ilustrada con la admiración de Ilu Ros

ALICANTE. Cuando Ilu Ros (Mula, Murcia, 1985) tuvo que ir a la universidad, las opciones formativas y de desplazamiento no eran las de ahora. Estudió Bellas Artes en la Universidad de Murcia y, más tarde, Comunicación Audiovisual. En 2011, emigró a Reino Unido en busca de trabajo y con la intención de aprender el idioma, pero la hostelería y las múltiples dificultades de vivir en un país distinto la llevaron a atravesar una mala época. Fue entonces cuando decidió volver a dibujar. Necesitaba dedicar el tiempo a lo que realmente le gustaba y descubrió que aquello podía ser una profesión. En 2018, publicó en inglés su primer libro ilustrado, Hey sky, I’m on my way: a book about influential women, y en 2020, homenajeó a las abuelas con Cosas nuestras. Apenas un año y medio después, acaba de editar con Lumen su tercera obra: Federico, la biografía dibujada del poeta, prosista y dramaturgo Federico García Lorca.

En una charla con su editora, Ilu Ros señaló al granadino como uno de sus autores favoritos —de hecho, este había aparecido en más de una ocasión en su segundo libro—, por lo que aquella le propuso realizar uno sobre su vida y obra. “Me dio muchísimo vértigo y le dije que me lo pensaría, pero era imposible decir que no a Federico García Lorca”, relata la ilustradora. E incluso después de asumir el reto, tuvo que soportar su autoexigencia: “El peso que sentía me lo creaba yo. Me daba mucho respeto porque su figura había sido estudiada por gente muy importante, y yo me sentía pequeña”. Luego, supo encontrar su sitio: decidió que no quería crear una obra académica, “sino más bien un libro hecho desde la admiración” en el que preguntarse “qué es lo que tiene García Lorca que sigue emocionando a todos”.

Aun así, tuvo que llevar a cabo una investigación que duró meses: “Quería documentarme muy bien para saber de lo que estaba hablando, y hay muchísimo escrito y dicho sobre él desde diferentes puntos de vista”, explica Ros. En el proceso de documentación, descubrió que el escritor era una persona muy sociable, y que generaba una sensación peculiar en quienes lo rodeaban. “Cuando se estaba con Federico, no hacía ni frío ni calor, hacía Federico”, dijo una vez el poeta Jorge Guillén. Una frase que sirvió de inspiración a la artista murciana: “Me pareció que una buena manera de contar su vida era a través de todas aquellas personas que lo conocieron, que además son las que nos han dejado los testimonios de quién fue él”. Y así lo hizo. A pesar de todas las versiones que de Federico se han hecho, Ilu Ros construyó su propio personaje a partir de sus palabras y las de su entorno en un libro que, lejos de las 170 páginas proyectadas, acabó cerrándose con 352.

La historia arranca con la muerte de García Lorca, asesinado por el bando sublevado un mes después del inicio de la Guerra Civil. Luego, se relata su vida desde su nacimiento hasta el estallido del conflicto, aunque de forma condensada. “Puesto que no podía salir todo, me dejé llevar por lo que a mí más me emocionaba o me enternecía de Federico”, argumenta la autora. Reflejó así cuestiones como el hecho de que se hubiera inspirado en personajes reales para su teatro o el dibujo que el miembro de la Generación del 27 hizo de las mujeres rurales de su época.

En todo momento, la obra de Ros destila un cierto sentido del humor que, asegura, no ha sido intencionado. “En este libro, se habla mucho de la transmisión de la cultura y de la memoria por medio de la oralidad, y de cómo hablan las personas normales y corrientes. En la vida real, hay mucho de eso, de quitarle peso a las cosas con humor o con conversaciones livianas”, aclara. Además, consideró que el tono debía encajar con la forma de ser del protagonista, por lo que nunca pretendió hacer “un libro oscuro”. Lo más difícil de crear un proyecto así es, según la artista, mantener el equilibrio entre el texto y las ilustraciones, de modo que ambos se complementen y se vuelvan imprescindibles. No obstante, lo cierto es que ella no sigue ningún truco para conseguirlo: “Funciono por intuición y cogiendo referencias. Para contar historias, hay que leer mucho”, aconseja.

Aunque a Ilu Ros el hecho de confeccionar un libro le enseña, en general, “a ser paciente y a mantener el foco”, admite que, en este último, la conexión con su personaje ha sido especial: “El año de pandemia lo he vivido con Federico. Ahora tengo un enamoramiento, y creo que no voy a dejar de leerlo nunca”. De momento, su vínculo con el escritor continuará reforzándose en diferentes citas. La próxima será la presentación del martes 6 de julio, a las 19 horas, en la librería 80 Mundos de Alicante. El miércoles 7, de 18 a 21 horas, estará firmando ejemplares en la librería Santos Ochoa de Benidorm, y el jueves 8, de 19 a 20:30 horas, hará lo propio en la de Torrevieja. Después de tantas idas y venidas, Ros asegura sentirse feliz donde está, pero prefiere resistirse a afirmar que en la ilustración ha encontrado su sitio: “Yo lo sigo buscando. Creo que se trata de una búsqueda constante”.