VALÈNCIA. Le faltaba apenas una semana para cumplir 71 años. Hasta el último día lució su sonrisa. Hasta el último momento estuvo al pie del cañón. Carmen Alborch ha muerto tras una larga enfermedad. Alborch, una persona que vivió de pie, intelectual, gestora política, la senadora socialista que nunca bajó los brazos, que nunca se rindió, falleció en su domicilio familiar.
Feminista, avanzada a su tiempo, llegó a ser ministra de Cultura entre julio de 1993 y mayo de 1996, dentro del último gobierno de Felipe González, fue diputada por València desde 1996 hasta 2008, senadora desde este último año, y concejal del Ayuntamiento de València entre 2007 y 2011.
Personalidad arrolladora, única, un activo social y cultural de la Comunitat Valenciana y una persona clave en la vida pública valenciana de los últimos 35 años, rompedora, vanguardista, adelantada a su tiempo, se licenció en Derecho por la Universitat de València en 1970 y se doctoró cum laudem en 1973 por esta misma institución, a la que siempre fue leal y a la que siempre defendió.
Incluso en los últimos meses de su vida, con la enfermedad ya avanzada, Alborch, Carmen para quienes la trataban, encontró siempre fuerzas para asistir a actos públicos y dar su apoyo, como el pasado 18 de septiembre durante la apertura del curso académico, donde acudió para mostrar su orgullo y afecto hacia la nueva rectora, Mavi Mestre, en su primer apertura solemne.