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opinión

Europa mira a Rusia y Ucrania… y al precio del petróleo y del gas natural

El experto advierte que lo más probable es que el conflicto se prolongue y que continúe pesando en los mercados y en los precios de la energía

15/02/2022 - 

MADRID. Después de la reunión del BCE de hace un par de semanas, hemos visto como en los mercados renacía de nuevo el temor a las políticas monetarias que puedan aplicar los bancos centrales. Todo ello predominando sobre el riesgo geopolítico que se centra en Europa del Este y, en concreto, en la frontera en Ucrania y Rusia. 

El conflicto, que surgió con fuerza hace unas semanas y que generó una gran inestabilidad en las plazas bursátiles del Viejo Continente, para nada se ha solucionado; pero es verdad que por el momento, diplomacia y conversaciones parecen imponerse. Aún así, la tensión es palpable y aunque todavía no se ha vivido una acción puramente bélica, la Unión Europea está sufriendo el conflicto en sus carnes en forma de subidas dramáticas en el precio de los carburantes, (gas y petróleo).

En el actual escenario es curioso ver como Estados Unidos y el Reino Unido son los bloques que más presionan, cuando los dos principales perjudicados -desde un punto de vista económico- serían la Unión Europea (UE) y Rusia, además de por supuesto, Ucrania. La UE -relegada hasta ahora en el papel negociador- muestra una cierta insistencia en evitar el recrudecimiento de las sanciones internacionales contra Rusia. Unas sanciones que propugna el bloque liderado por británicos y norteamericanos y que tendrían graves consecuencias en el suministro de gas y petróleo del Viejo Continente, ya que depende en buena parte de las importaciones que se reciben desde Rusia, en concreto algo más de un 40%.

Para tratar de 'ablandar voluntades' y traer adhesiones a su causa, EE UU está incrementando el suministro de gas a Europa y negociando con proveedores alternativos para rebajar la dependencia de Rusia por parte de Europa, especialmente en el caso de un agravamiento de la situación. Pero esa estrategia no es sencilla, ya que esos productores alternativos están señalando que dar suministro al conjunto de la Unión Europea, sería complicado, ya que ahora mismo ya están teniendo problemas para cumplir con sus propios compromisos anteriormente adquiridos. (Actualmente, dos tercios del volumen generado por estos países llega a Europa, frente a poco más del 60% que enviaban en diciembre).

Moderación del precio del gas

Es cierto que en condiciones normales, cabría esperar una moderación en los precios del gas a partir de la primavera, pero el temor a un cierre de los envíos de gas desde Rusia es manifiesto. Es difícil que eso ocurra, pero no parece tan difícil que la apertura del nuevo gaseoducto que une Rusia con Alemania, el ya famoso sin haber sido aún inaugurado, Nord Stream 2, se mantenga paralizada.

Teniendo en cuenta que la UE no cuenta con una política exterior común, por mucho que se quiera mostrar lo contrario, realmente son los países miembros los que se posicionan, sucediéndose múltiples reuniones bilaterales. La situación no es buena para nadie, pero especialmente es compleja para Alemania, que asiste impotente a la no apertura del Nord Stream 2, que se ha convertido en un elemento clave en la lucha geoestratégica entre Rusia y Estados Unidos.

Foto: EFE
Biden ha sido tajante: si Rusia invade Ucrania, se acabó la puesta en marcha del gaseoducto, y aquí alemanes y rusos tienen mucho que perder. Si Rusia no exporta gas, los ingresos del país se resentirían mucho. Pero si Alemania no recibe el gas ruso, su industria y su población se iban a resentir mucho más. Es por ello que el Gobierno alemán ha adoptado una posición digamos que bastante tibia, algo que ha generado cierto resquemor por parte de sus aliados europeos y por la propia Ucrania.

Pero es que no solo Alemania, sino también otros países como Italia, tendrían importantes problemas si se implantan sanciones a Rusia, tal y como ocurrió tras el conflicto de 2014, cuando el gigante del este se anexionó Crimea. Entonces, las exportaciones a Rusia se redujeron en una quinta parte en los dos años posteriores. Además del corte de suministros, la Unión Europea teme ciberataques procedentes de Rusia, algo que aún de una manera velada ya se están produciendo.

Sin perder de vista las tensiones entre China y EE UU

Con este panorama las reuniones de alto nivel seguirán produciéndose en los próximos días, pero siendo el origen del conflicto de fondo un problema de liderazgo internacional entre Rusia y Estados Unidos, lo más probable es que el conflicto se prolongue y que continúe pesando en los mercados y en los precios de la energía. Por otro lado, y aunque está cotizando en un discreto segundo plano, no hay que olvidar otro conflicto geopolítico, que lejos de acabar perdura: las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos.

El pasado lunes, el Departamento de Comercio de los Estados Unidos añadió el nombre de 33 nuevas entidades chinas a la denominada 'lista no verificada', requiriendo que los exportadores estadounidenses realicen una serie de procedimientos antes de enviar mercancías a las entidades incluidas en la relación. Además, las empresas chinas importadoras tienen que demostrar que cumplen la normativa de Washington para ser excluidas de dicha lista. Obviamente, esta decisión no ha sentado nada bien en Pekín y seguro que habrá una próxima respuesta. No descartamos tener que hablar de esto en una próxima ocasión.

Antonio Castelo es estratega de iBroker

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