tribuna libre / OPINIÓN

"Estartapear" sin dramas

17/03/2020 - 

Voy a intentar quitarte las ganas de crear tu propia startup (creo que básicamente en mi trabajo me dedico a ello), pero si no lo consigo, enhorabuena, porque lo mismo tienes madera de emprendedor.

Razones por las que no te puede merecer la pena:

  • Tu idea no vale nada, hay que dedicarle bastante tiempo sin ganar un duro hasta que valga algo.
  • Trabajas con incertidumbre, es una montaña rusa emocional para la que hay que tener aguante. Y eso que hablamos de la etapa más bonita de emprender.
  • Si no los tienes, conseguir financiación y otros recursos es complicado.
  • Aunque puedas creer que sí, no emprendes solo, dependes de más gente y de cómo trabajen.
  • Si se hace sin cabeza, se puede convertir en un drama personal y profesional.

Razones por las que sí:

  • Puedes poner tu pasión al servicio del proyecto. Hacer algo que te gusta y que se te da bien. Es una oportunidad de desarrollar un negocio con un propósito transformador, por el que te recuerden como alguien que generó empleos, ayudó a la sociedad e hizo algo por su país.
  • Conozco bastantes emprendedores que, aun habiendo fracasado, no se arrepienten. Fracasar no mola, pero el aprendizaje no está pagado con nada. Desarrollas una mentalidad empresarial y de gestión aplicable a muchos ámbitos.
  • Si va bien y el proyecto tiene potencial de crecimiento y escalabilidad, tal vez ganes bastante dinero.

Si decides ir a por ello, aquí van una serie de consejos basados en mi experiencia, entre otras de haber trabajado con más de 700 proyectos que han pasado por nuestros programas de creación de startups en el Parque Científico UMH:

1. El primero, como bien supondrás, es no hacer caso a listas de consejos como ésta. En el mundo de las startups y negocios no hay biblias ni fórmulas matemáticas del éxito. Hay recetas que cada uno, con su talento o experiencia, adapta a su situación.

2. De poco ruido y muchas nueces. Los mejores emprendedores que he conocido, son de este tipo, y que han desarrollado su proyecto con un mix de intuición, mentalidad empresarial y determinación. Los hermanos Alfonso y Pablo Sánchez, cofundadores de Planetahuerto.es, son un ejemplo de ello, aplicando metodologías de gestión de manera natural sin saber ni siquiera que algún americano les había puesto nombre (lean startup, etc). 

3. Céntrate en conocer a tu cliente. Según Nielsen, el 76% de los productos innovadores fracasan en su primer año de vida. Esto se lo puede permitir una gran empresa, una startup generalmente no. El problema no radica en el presupuesto de marketing, sino en que no se ha sabido generar un producto competitivo, diferencial, que cubra necesidades reales y por el que estén dispuestos a pagar.  Es fácil decirlo, pero la realidad es que una startup pasa tiempo explorando y experimentando hasta que realmente conoce quién es su cliente y sus motivaciones de compra. Y cuando ya lo conocen, ¡cambia!.

4. Tu primera idea pues, seguramente no será la mejor. Sométela a prueba cuanto antes para poder generar un modelo de negocio viable. Como bien apunta Xavier Marcet, estrategia es analizar, elegir las mejores opciones y poner foco en implementar, sin vacilar. Y para ello necesitamos planificar y organizar de una manera realista y práctica el desarrollo del proyecto.

5. Selecciona muy bien a tus socios y colaboradores. No seas un emprendedor Gollum, pero tampoco creas que esto es un equipo de fútbol de amigos. Rodéate de talento complementario y gente que aporte valor al proyecto en cada una de sus fases. Adelántate a ello. Te darás cuenta en seguida que el verdadero reto no es hacer tú mismo las cosas, sino lograr que el equipo las haga, alineándolos alrededor de una visión consistente. Es lo que le da exponencialidad al proyecto.

6. Acude a entidades de apoyo de tu territorio, sobre todo si no tienes experiencia. Antes infórmate bien de qué ofrecen y los resultados que han obtenido. Que no se dediquen a los fuegos artificiales, que den un apoyo real, mentoring, financiación inicial, acceso a otros recursos, y sobre todo red de contactos (empresas del sector, tecnología, etc.).

7. La financiación es un medio, no un fin. Y, además, si no apuestas tú primero por tu proyecto, nadie lo va a hacer. La estrategia financiera hay que trabajarla muy bien, captando recursos por fases, relacionados con los hitos estratégicos que va consiguiendo el proyecto. En este sentido, como he oído decir a Raúl Torres, CEO y fundador de PLD Space, “un elefante se come a lonchas”.

8. La innovación que incorpores a tu producto o modelo de negocio es un medio para ser competitivo, tampoco es un fin. Si pasado un tiempo prudencial no llega a verse reflejada en la última línea de la cuenta de resultados, no hay negocio.

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