BENIDORM. En plena temporada invernal -como ahora-, las principales estaciones de esquí del país se sitúan en máximos de ocupación. La llegada de fuertes nevadas en las últimas semanas ha aumentado la práctica del esquí y el snowboard entre los aficionados a estos deportes de invierno que, en los últimos años, han experimentado un auge importante de practicantes. A pesar de lo que mucha gente puede pensar, se trata de dos deportes muy exigentes desde el punto de vista físico, como así cuenta el doctor Juan Carlos Ferragut, jefe de servicio de Traumatología del Hospital IMED Levante de Benidorm, que advierte de los riesgos de lesiones que llevan aparejados estos dos deportes.
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes entre los practicantes de esquí y snowboard?
La variedad de lesiones que nos encontramos en los practicantes de esquí y snow es muy alta. Se trata de dos deportes donde intervienen y están expuestas las principales articulaciones del cuerpo como son las caderas, rodillas, hombros y muñecas, por lo que es muy frecuente encontrar lesiones en estas zonas, ya sea por impacto o por giros bruscos de la articulación. Normalmente asociamos lesiones de esquí a rodilla, pero como he dicho no es la única zona expuesta.
¿Por qué las lesiones de rodilla son las más habituales?
La rodilla es la articulación que soporta el peso del cuerpo y absorbe los impactos al caer. Los ligamentos de la rodilla están sometidos a una gran tensión cuando esquiamos, especialmente el ligamento cruzado anterior que puede sufrir una rotura o un esguince tras una caída brusca, una colisión o un cambio repentino de dirección. Las lesiones de menisco también son frecuentes debido al esfuerzo repetitivo al que sometemos a la rodilla y a los cambios bruscos de dirección. La función del menisco es la de servir de amortiguación ante los impactos entre el fémur y la tibia. Si lo sometemos a impactos bruscos y repetidos podemos provocar inflamaciones o roturas de menisco que, dependiendo del grado, pueden ser más o menos limitantes y dolorosas. Las fracturas de rodilla, mesetas tibiales sobre todo, son otra de las lesiones más habituales y normalmente se producen por una fuerte caída o por un impacto directo con otro esquiador o contra algún elemento externo, como un árbol o valla.
¿La forma física tiene incidencia en el riesgo de lesiones?
Si a todos estos riesgos que hemos enumerado unimos que muchas de las personas que practican estos deportes no tienen un trabajo muscular previo de base o no cuentan con una forma física adecuada, la probabilidad de lesión aumenta de manera considerable, sí.
¿Se puede prevenir de alguna manera este tipo de lesiones?
Para reducir el riesgo de lesiones al esquiar, es importante estar en buena forma física y tener desarrollados y trabajados los músculos de las piernas, especialmente los cuádriceps y los isquiotibiales, ya que estos juegan un papel fundamental en la estabilidad y el equilibrio de las rodillas. El poco fortalecimiento o desarrollo de estos músculos aumenta el riesgo de lesiones, ya que las rodillas no podrán absorber los impactos y soportar cargas a las que las sometemos. Podemos trabajar estos músculos las semanas previas acudiendo al gimnasio o bien con nuestro propio peso a través de las sentadillas y otros ejercicios como subir escaleras.
¿Los brazos son la otra zona más vulnerable?
Como decíamos, otras articulaciones como la muñeca y el hombro también pueden sufrir lesiones debido a las caídas o impactos. Las lesiones de muñeca son más comunes entre los esquiadores que entre los practicantes de snowboard, ya que normalmente la lesión se produce al caer hacia adelante y al intentar protegernos de la caída realizamos un apoyo con las manos. Los esguinces de muñeca y fracturas llamadas "Fracturas de Colles" son las lesiones más habituales, aunque también son frecuentes las lesiones en dedos, como el pulgar. En lo que respecta al hombro es la articulación -junto con la cadera- con más rango articular del cuerpo humano por lo que en una caída podemos tener el brazo en múltiples posiciones. Esto aumenta la casuística de lesiones, desde luxaciones a fracturas de los huesos del brazo. Además, usamos los brazos y los hombros para mantener el equilibrio y para frenar las caídas, por lo que es habitual encontrarnos con lesiones tendinosas y de cartílago en el hombro y roturas del cúbito y radio en los antebrazos. Las molestias en la espalda también son comunes al esquiar debido al esfuerzo repetitivo, a la tensión a la que sometemos a la espalda y a una postura inadecuada. Normalmente los esquiadores principiantes suelen padecer más estas molestias.
¿Qué lesiones son las más peligrosas?
Los traumatismos craneoencefálicos son, sin duda, las lesiones más peligrosas y por ello es importante usar el casco y renovarlo cada cierto tiempo. Los impactos en la cabeza pueden causar lesiones cerebrales graves e incluso provocar la muerte, por lo que es la parte del cuerpo que mejor deberíamos proteger. Las lesiones en la columna por impacto son otras de las peligrosas y muchas veces vienen asociadas a esquiar fuera de pista o al uso de pistas avanzadas por esquiadores principiantes.
¿Qué recomendaciones haría a las personas que vayan estos días a esquiar?
Lo primero es no subestimar la dureza física tanto del esquí como del snowboard. Se trata de dos deportes exigentes desde el punto de vista muscular y articular. Por ello es importante contar con una buena condición física de base y tener un buen equilibrio muscular. Otra de las recomendaciones a tener en cuenta es la de proteger las zonas más delicadas y contar con equipos en buen estado, guantes, casco y contratar monitores cualificados para aquellos esquiadores más inexpertos.
La mayor laxitud de las articulaciones, la mayor rigidez del ligamento o la diferencia anatómica de las piernas y caderas influyen en esta predisposición a sufrir este tipo de lesiones