ALICANTE. El sistema en el que se genera valor pensando solo en accionistas o cuentas de resultados dará paso a un nuevo modelo en el que es indispensable tener en consideración el impacto social y ambiental de la actividad. El modelo económico que ha seguido la gran mayoría de países del mundo, tanto desarrollados como subdesarrollados, ha dejado a la presente generación en una delicada encrucijada: reinventarse o morir. No por capricho o por vivir mejor en términos de comodidad, sino porque los recursos naturales del planeta no dan para más. Así de sencillo. Una situación sobre la que algunos expertos venían alertando desde hace décadas, pero que nadie ha querido escuchar con entusiasmo.
Tras muchos años de debate sobre la existencia o no de un cambio climático real y palpable, el drama se ha acabado por demostrar. Después de innumerables estudios e investigaciones, la conclusión ahora es incuestionable. Nuestro estilo de vida no solo es contaminante, sino que además produce de forma intensiva. Algo que termina en el agotamiento de los recursos y en la asfixia de la regeneración natural de los mismos.
En definitiva, consumimos mucho más de lo que generamos y, por tanto, el sistema es finito. Pero además ese final sería catastrófico. Existencial. Es por eso que las autoridades internacionales se han propuesto poner fin a este sistema —en el que sus industrias y empresas generan valor pensando únicamente en sus accionistas o en la cuenta de resultados— para iniciar una transición hacia un nuevo modelo en el que será indispensable tener también en cuenta el impacto social y ambiental de la actividad.
La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), como organismo público, conservacionista del río y encargado de infraestructuras hidráulicas del Segura se adentra en un doble reto para atender el presente. Por un lado, ante una de las bases primarias de su razón: la protección del río Segura y su cuenca. Y por otro lado, integrarse en la imperiosa demanda del planeta: la sostenibilidad y la economía verde ante el presente y futuro cambio climático. En el primer escenario ya viene trabajando desde hace un tiempo. En el segundo, inicia su conversión a medios de transporte y suministro de energía más sostenibles.
Además, hablamos con empresas de referencia en algunos de los sectores más relevantes que afectan a la economía verde. Sobre minería y biodiversidad, con el Grupo Levantina; el auge del coche eléctrico, con Citroën Grupo Marcos; la importancia del reciclaje, con UTE Alicante; y energía limpia, con Cubierta Solar y Soltec.