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España se queda atrás en medidas contra la covid

25/12/2021 - 

BRUSELAS. Un pequeño grupo de adolescentes holandeses, ataviados con el uniforme completo de ciclista de verano, aparca sus bicicletas frente al supermercado de un pueblo del interior de La Marina Alta. Se han comprado unas galletas y refrescan con agua isotónica el calor de un día de poniente, a pocas horas de la navidad. Puede que hayan venido a pasar las fiestas con sus abuelos. En los Países Bajos hay confinamiento total. Y, mientras el norte se apresta a encerrarse otro crudo invierno, en España siguen debatiendo el cierre del ocio nocturno, los aforos en la hostelería y el uso del certificado de vacunación. Incluso en la Comunitat Valenciana, el Consell no ha sido capaz de seguir las medidas restrictivas que ya se han implementado en Europa, pese a ser uno de los gobiernos autonómicos que más prevenciones ha tomado.

Ésta vez es la última variante sudafricana del virus de la covid-19, Ómicron, la que marca la pauta de las restricciones en Europa, una mutación altamente contagiosa que ha vuelto a colapsar los centros médicos y llenar las camas de los hospitales. Pese a que la UEnión Europea (UE) tiene establecido un marco de emergencia para las contramedidas médicas, no puede entrar en otras competencias de seguridad sanitaria que implican la libertad de movimientos de las personas, ya que son de competencia nacional de los Estados miembros.

En este sentido, el último Consejo Europeo alcanzó un acuerdo político sobre un nuevo instrumento jurídico que facilitará la adquisición de medicamentos, vacunas y materias primas; además de reiterar que la administración urgente de dosis de refuerzo es de vital importancia. No obstante, no deja de ser una recomendación. En atención a la petición de los Estados miembros, el 21 de diciembre de 2021, la Comisión Europea adoptó normas relativas al certificado covid digital por las que se establece una validez de 9 meses de los certificados de vacunación para viajar dentro de la UE y se aplicará a partir del 1 de febrero de 2022.  

Competencia nacional

Pero la decisión de restringir o no la libre circulación para proteger la salud pública es competencia de los Estados miembros y algunos países como Italia ya han comenzado a exigir medidas suplementarias a los viajeros europeos, como un test PCR a la entrada de sus puertos y aeropuertos aunque estén vacunados. Y ello obviando el semáforo de colores que rige  para la libre circulación de personas y que delimita el grado de contagios en cada país desde el verde hasta el rojo oscuro.

Con arreglo a la Recomendación actualizada, los países de la UE han acordado un marco común de posibles medidas aplicables a los viajeros. Los Estados miembros deben desaconsejar encarecidamente todos los viajes no esenciales hacia y desde zonas de color rojo oscuro; exigir a las personas que viajen desde una zona de color rojo oscuro que estén en posesión de un certificado de prueba con resultado negativo y se sometan a cuarentena o autoaislamiento; aplicar las mismas medidas que para las zonas de color rojo oscuro a las zonas con alta prevalencia de variantes de COVID-19 preocupantes o de interés; exigir a las personas que viajen desde una zona de color naranja o rojo que estén en posesión de un certificado de prueba con resultado negativo.

De fronteras para adentro, los Estados son soberanos. El caso de España, además, es singular porque la competencia sanitaria es autonómica y cada Comunidad autónoma decidirá según estime, al darles carta blanca el Gobierno central en la última Conferencia de Presidentes. Aunque, la mayoría era contraria a repetir las grandes restricciones de la primera pandemia y de la pasada navidad, algunos presidentes exigían que el Estado fuera más contundente y asumiera su responsabilidad, pese a que el Tribunal Constitucional ha fallado en contra de los estados de alarma de la primavera de 2020.

Mascarilla hasta en la calle

Aún así, se acordó que el Gobierno apruebe por Decreto el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores a partir del viernes 24, día de Nochebuena, con algunas matizaciones según se trate de ciudades, pequeñas localidades y paseos por el campo o la playa. Este Decreto, que debe votarse en la Cámara, acelera un plan de vacunación que en España no resulta tan problemático como en otros países, donde proliferan los movimientos antivacuna. Ello facilita la aplicación de medidas restrictivas que ya existen desde hace más de un mes en otros países de nuestro entorno, como la exigencia del pasaporte covid a la entrada de restaurantes o actividades culturales. 

Foto: EDUARDO MANZANA

Esta ha sido una de las exigencias de la mayoría de las comunidades, que será acordada en distinta intensidad por los gobiernos autonómicos al no haber sido adoptada por el gobierno central. La limitación de aforos en la restauración, con un máximo de 10 personas por mesa, prohibir el consumo de pie -en Euskadi, donde es tradicional al comer pinchos- o las reuniones familiares han sido otras medidas que se adoptan, al igual que el cierre de comercios no esenciales en horario nocturno. 

El presidente valenciano, Ximo Puig, apuesta por acelerar la vacunación sin entrar en las restricciones más duras, como el toque de queda establecido por municipios durante dos meses el pasado verano y que, según fuentes de la Conselleria de Sanidad, no sirvió para minimizar el riesgo de transmisión. Lo que se exige es el pasaporte covid en toda la hostelería y la restauración, además de en gimnasios, cines, circos, instalaciones deportivas y sedes en los que se consuma bebida o comida, con independencia de su aforo.

Cierre a las once de la noche

En Bélgica se aplica un toque de queda de facto, al imponer el cierre de la hostelería a las once de la noche desde el 15 de octubre. También cierra cines, teatros y salas de conciertos a partir de este domingos, e impone la prohibición de la presencia de público en competiciones deportivas. También se impondrán controles de aforo y de circulación peatonal en los espacios al aire libre muy concurridos, como puedan ser mercados u otros eventos de exterior, donde ya se impone el uso de la mascarilla desde hace semanas. Y se imponen aforos más estrictos en interiores comerciales, a donde sólo se podrá ir acompañado por una persona máximo.

El Gobierno francés, por su parte, pide a la población que reduzca al máximo los contactos durante las fiestas navideñas, pero no va a imponer nuevas restricciones para continuar con su campaña de vacunas. Desde comienzos de mes, ya se estableció el cierre de las discotecas y de los espacios de baile en bares y otros establecimientos, y para Nochevieja estarán prohibidas las concentraciones no organizadas y consumir alcohol en la vía pública. También ha pedido a los ayuntamientos que anulen los fuegos artificiales o los conciertos de Nochevieja.

Prohibido ir al fútbol

Alemania sigue con sus estrictas medidas con la limitación a partir del 28 de diciembre de las reuniones a diez personas, incluidas las fiestas familiares de fin de año y los eventos deportivos, que no podrán contar con público, en especial el fútbol. Los clubes nocturnos y discotecas quedarán cerrados en todo el país y está prohibido todo evento público de baile. España ha sido incluida en la lista de regiones de alto riesgo con obligación para sus viajeros de registrarse antes de viajar y ponerse en cuarentena, que pueden evitar si exhibe un certificado de vacunación, de haber superado la enfermedad o un test negativo. Se une a partir del 25 de diciembre a la lista formada por Portugal, Estados Unidos, Finlandia, Mónaco y Chipre. 

Portugal ha impuesto el cierre de bares y discotecas a partir del 26 de diciembre, yb el teletrabajo será obligatorio desde esa fecha hasta el 9 de enero. Las reuniones al aire libre se limitarán a 10 personas. 

En la misma línea, los bares y restaurantes de Finlandia tendrán que cerrar a las diez de la noche del 24 de diciembre. Y durante tres semanas, a partir del 28 de diciembre, los restaurantes deberán cerrar a las seis de la tarde con aforo limitado. Otros países nórdicos, como Dinamarca, con un confinamiento parcial, están adoptando medidas restrictivas que no conocieron durante la primera pandemia de 2020. En Suecia, los bares, cafeterías y restaurantes sólo podrán atender a los clientes en mesa a partir del miércoles, mientras se recomienda el teletrabajo.

Foto: KIKE TABERNER

FFP2 para subir al bus

Italia es de los países que antes ha comenzado a adoptar restricciones, tanto para sus ciudadanos como para los visitantes, Las autoridades italianas han aprobado esta semana imponer la obligatoriedad de la mascarilla en el exterior y cerrar las discotecas hasta el 31 de enero. La FFP2 es indispensable par acceder a transportes públicos, cines, teatros, museos, eventos deportivos en interior y estadios. La vigencia del pasaporte covid se reduce a los seis meses, pese a que la UE lo prorrogará hasta los 9 meses a partir de febrero. Este país acaba de prorrogar el estado de emergencia.

Otro territorio singular son los Países Bajos, que se vanagloriaban en 2020 de un “confinamiento inteligente”, según el cual los ciudadanos seguían las recomendaciones del gobierno o no, de forma voluntaria. El alto índice de contagios y sus movimientos antivacunas han hecho el resto. Con un cierre total, desde hace una semana sólo permanecen abiertos los comercios considerados esenciales como el supermercado, la panadería y la carnicería. También se han limitado los encuentros en la calle y, aunque se puede salir a pasear, a comprar alimentos o a la farmacia, la vida social ha desaparecido. La gente se queda en casa y sólo puede recibir un máximo de dos personas por visita. Los cines, museos, teatros, parques de atracciones y zoos también están cerrados. En los hoteles, sólo se puede consumir en las habitaciones, y el gimnasio sólo es accesible con cita previa. Los holandeses han comenzado a hacer las compras navideñas en Bélgica, por la escasa distancia que les separa de las grandes ciudades y sus medidas más laxas.

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