ELCHE (EFE). El entrenador del Elche, Fran Escribá, afirmó este lunes que una victoria de su equipo ante el Deportivo Alavés, rival directo en la lucha por la permanencia en Primera, sería un paso muy grande para alcanzar el objetivo de la salvación.
"No sería definitivo, pero sí un paso muy grande", comentó el valenciano, quien admitió que los resultados de la jornada dieron algo de vida al Elche tras la derrota sufrida en San Sebastián.
El técnico calificó el partido de mañana martes como una "gran final", ya que recordó que es el único partido de los que le quedan a su equipo ante un rival directo.
Escribá ensalzó el compromiso de su equipo al afirmar que "se deja todo". "Podemos jugar mejor o peor, pero es muy honesto. El más honesto que he entrenado en mi carrera", añadió.
El entrenador desveló que ha preparado variaciones tácticas para cambiar durante el partido el dibujo del equipo "porque es posible que un empate ya nos valga".
"Estamos preparados para dar un paso adelante, pero no queremos que sea una desbandada", dijo Escribá, quien se mostró convencido de que si el Elche suma los nueve puntos en juego se salvará.
"Es posible que incluso con menos. Hay seis equipos metidos en la pelea y partidos complicados para todos. Serán partidos de igualdad máxima", reiteró el preparador valenciano.
Escribá dijo sentir un aprecio personal por Javi Calleja, con el que coincidió en el Villarreal, y destacó el poderío físico del Alavés en el balón parado.
"Van por delante en la clasificación y el empate les sirve más, pero no los veo jugando al repliegue y al contragolpe", aseguró el entrenador, quien también se pronunció sobre la polémica arbitral en el tramo final de la competición.
"Desde el respeto a ellos (los árbitros), creo que el problema es de origen. Hay disparidad de criterios y eso provoca el cacao que llevamos. Hay que intentar unificar los criterios", sentenció.