La política tiene mucho de escaparate, eso lo sabe todo el mundo. Y en los últimos 10 años ese escaparate ha ido ampliándose mientras que dentro, en el interior de la tienda, el espacio se ha reducido al mismo ritmo. Esto ha provocado que nos estemos quedando con mucha palabrería y muy pocos hechos, mucho escaparate y poca tienda, siguiendo la metáfora.
La crisis del coronavirus devolvió a la fuerza por un par de meses la política a su sitio y la gestión, el trabajo y la intención de solucionar problemas comunes y llegar a acuerdos estuvo por encima de otras cuitas la mayoría de veces, sobre todo en el ámbito local. Pero una vez concluyó el Estado de Alarma todos hemos ido volviendo por nuestros fueros y esos buenos propósitos que el encierro nos trajo se han quedado en el mismo cajón en que dejamos cada año nuevo las buenas intenciones expresadas en Nochevieja.
El Partido Popular ha pedido en Elche un Pleno Extraordinario que se debate hoy para rechazar el acuerdo de la Federación Española de Municipios y Provincias de ceder el superávit de las arcas municipales a Hacienda y que esta devolvería en forma de trasferencia en los siguientes años. Si no se hace este "apaño" los ayuntamientos por ley (aprobada por el gobierno popular de Rajoy en plena crisis de 2008) deben dedicar todo el dinero del superávit a amortizar deuda.
Lejos de analizar si la propuesta de Hacienda es la mejor o no, lo que me llama la atención del pleno de hoy es que la intención final del PP para celebrarlo no es otra que la de dejar en evidencia la diferencia de opinión de los socios de gobierno del Ayuntamiento de Elche en este asunto.
El PSOE de Elche tiene que asumir la propuesta de Hacienda y el acuerdo de la Federación, les guste o no, por cuestiones de partido y no es el alcalde de Elche nada propenso a salirse de la corriente oficial. (El superávit de 2019 en Elche fue de 10,9 millones de euros). Mientras Compromís no tiene ninguna obligación de comulgar con esta propuesta y de hecho, no les gusta y la han votado en contra en otros foros.
El pleno, por lo tanto, va a sacar a la luz esas diferencias que es lo que busca la oposición. No tiene mayor trascendencia porque el voto del pleno no es vinculante para adherirse al acuerdo, por lo que es un pleno y un debate de escaparate. Como tantos.
La solidez del acuerdo PSOE - Compromís en Elche no peligra y la madurez de sus representantes va a hacer que la jornada sea una mera anécdota, en un día en el que los ilicitanos e ilicitanas tenemos en mente muchas otras cosas por delante de este asunto.
Esta tarde tendríamos Misteri y esta noche es una de las más especiales y espectaculares de esta ciudad con la Nit d l'Albà que no se celebra este año, pero que está en la mente de todos. Igual que en la mente de cada uno de nosotros, a pesar del verano y las vacaciones, se encuentra la delicada situación sanitaria, que no termina de ver la salida y la crisis económica, que va a ser tremenda ahora que ya hemos visto que ni el verano apaga el virus.
Los ayuntamientos querían gastarse ese superávit que generan en paliar de algún modo la situación, pero de momento no va a poder ser. La ingeniería legal, las normas promulgadas en circunstancias totalmente diferentes, la burocracia y los intereses del gobierno central se superponen a la lógica y al sentido común de las maltratadas administraciones locales.
La autonomía local no existe porque, aunque legalmente estuviera más desarrollada, lo que no hay es autonomía del político por encima del mandato del partido, de su argumentario o de las directrices del jefe de turno. Ni PSOE ni PP en Elche están haciendo nada en este asunto que no se les haya indicado desde arriba.