proyecto incluido en el plan director de cigarreras y en la agenda urbana 2030

¿Es viable un telecabina hasta Santa Bárbara? Alicante justificará el proyecto en la accesibilidad

26/06/2022 - 

ALICANTE. El gabinete redactor del Plan Director de Las Cigarreras que lidera el arquitecto Ramón Esteve y técnicos del Ayuntamiento de Alicante trabajan de manera coordinada para concretar el proyecto de implantación de un servicio de telecabina con el que se pretende conectar el recinto del complejo cultural de la antigua fábrica de Tabacos y el Castillo de Santa Bárbara. Se trata de una propuesta a desarrollar en una de las últimas fases del plan de transformación de Las Cigarreras que queda incorporada, también, a la relación de proyectos de la Agenda 2030, según se avanzó en la conferencia de presentación de sus objetivos, el pasado 8 de junio.

El punto de partida de ese telecabina se situaría en la parte del complejo cultural más próxima al barrio de San Antón, en las inmediaciones de la calle Cuesta de la Fábrica, para comunicar en un punto todavía por determinar de la carretera de ascenso al baluarte. Previsiblemente, antes de la última curva de esa recorrido, según fuentes consultadas. No obstante, ese es, de hecho, uno de los puntos que restarían por concretar en su planificación, junto a la ubicación definitiva de los postes de sujeción que resulta necesario posicionar a lo largo del recorrido entre ambos espacios. 

Por el momento, no se ha fijado ni plazos, ni coste definitivo para su construcción, aunque todo parece indicar que no llegará a tramitarse antes de que finalice el mandato actual. Eso sí, el equipo de gobierno, el bipartito compuesto por PP y Cs, pretende cerrar su proyecto definitivo antes de mayo de 2023 con la intención de solicitar financiación europea que contribuya a sufragar al menos un porcentaje del desembolso que el proyecto final acabe requiriendo. Y en caso de que no se consiga esa aportación ajena, se contempla abordar igualmente su ejecución con fondos propios, en un próximo ejercicio presupuestario.

Lo cierto es que no es la primera iniciativa similar que se plantea en Alicante a lo largo de los últimos 30 años. Ya se esbozó una primera tentativa para posicionar un teleférico en el entorno de la playa de El Postiguet bajo el periodo de gobierno del exalcalde Luis Díaz Alperi. Pero, como muchas otras propuestas, no llegó a pasar de una declaración de intenciones. Entre otros motivos, por su complejidad técnica, por su coste y por la necesidad de garantizar la ausencia de daños sobre el mismo castillo, reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC).

Y ese sería el examen esencial al que seguiría quedando sujeto el nuevo planteamiento: su aprobación por parte de la Conselleria de Cultura, que debe evaluar si la propuesta es compatible con las condiciones de protección que rigen sobre el baluarte y su entorno. En esa labor de revisión, podrían pesar elementos en contra como la posible afección a las condiciones de visibilidad de la fortaleza. O también, la apreciación de riesgos sobre la propia conservación del bien patrimonial.

La propuesta de implantación del servicio debería pasar el filtro de la Conselleria de Cultura, que desconoce la iniciativa al no existir todavía un proyecto definitivo que poder evaluar

Hasta el momento, el departamento autonómico que coordina Raquel Tamarit no dispone de ninguna valoración sobre la iniciativa porque todavía no se le ha dado traslado de la propuesta. Al menos, no de forma oficial. Así que no se podrá evacuar ningún informe hasta que no se disponga de un proyecto que considerar, a diferencia de lo que -según fuentes municipales- sí habría ocurrido con otra propuesta paralela: el proyecto de mejora de accesos al castillo, en el que se pretende situar rampas mecánicas en ubicaciones puntuales con el fin de facilitar el desplazamiento de los visitantes hasta la fortaleza. Según las mismas fuentes, sí se habría planteado al menos una consulta preliminar al respecto en la que se habría encontrado la aceptación de Cultura. Tanto es así que el bipartito ya habría registrado esa propuesta incluida en el Plan de Sostenibilidad Turística municipal para solicitar financiación europea.

Y, en principio, la pretensión del equipo de gobierno es incidir en la misma justificación que se habría hecho valer en la defensa de ese primer proyecto para conseguir que también se acabe validando la instalación del telecabina: la mejora de la accesibilidad. Ese sería, en definitiva, el fin último de la propuesta: proporcionar otro sistema alternativo que facilite el ascenso hasta la parte alta del Benacantil, como complemento al ascensor situado en la calle de Jovellanos, frente al Postiguet; a los microbuses lanzadera habilitados el pasado diciembre o a esos futuros itinerarios provistos de rampas mecanizadas. 

De hecho, según fuentes consultadas, la mejora de la accesibilidad peatonal es uno de los criterios más valorados en todas las convocatorias para optar a la concesión de fondos europeos, en la medida en que supone avanzar en la reducción de medios de transporte que supongan emisiones de dióxido de carbono para realizar desplazamientos en las ciudades. Y, al margen de ello, también se argumentará que el servicio de telecabina es una propuesta no invasiva, que solo requiere de la instalación de postes de sujeción y que no ocasionará daños sobre el bien patrimonial protegido, al no llegar a tocar sus murallas.

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