MADRID (EP). El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha trasladado este miércoles al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que para que su partido apoye su investidura, además de la amnistía, tiene que haber un compromiso de que el conflicto político se resolverá mediante una votación, así como una solución al déficit fiscal catalán y a los problemas de Cercanías en Cataluña. Además, ha dejado claro que ahora sólo están negociando su eventual apoyo a la investidura, no a los Presupuestos para 2024 ni mucho menos un pacto de legislatura.
Así lo ha dicho en la comparecencia que ha protagonizado tras su entrevista con Sánchez, en la que también ha participado el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños. A diferencia de lo que ha ocurrido con el PNV y Coalición Canaria, en esta cita no ha estado la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero.
Rufián ha definido como "exigentes" pero "razonables" las condiciones que pone ERC para apoyar la investidura y ha evitado dar detalles sobre el estado de las negociaciones apelando a que la discreción se imprescindible para que fructifiquen: "Desconfíen de quien habla mucho, hace cuatro años no se hablaba tanto y salió bien", ha deslizado Rufián, reivindicado en varias ocasiones el acuerdo para la creación de una mesa de diálogo sobre el conflicto político que les llevó a abstenerse en la anterior investidura de Sánchez.
"Los votos de ERC se sudan", ha aseverado, incidiendo en que, aunque el PSOE busca un acuerdo de legislatura, ellos irán negociando, como siempre, "partido a partido". "La investidura es un partido y los Presupuestos serán otro partido, el voto de ERC no se puede adelantar" ha dicho, avanzando eso sí que si llega el momento de negociar unas cuentas públicas serán "exigentes, razonables y responsables". También ha deslizado que "quien crea que puede pactar con ERC una legislatura desconoce" su forma de trabajar.
Respecto a las condiciones para la investidura, la primera es la "reparación" de todo lo derivado del 'procés' y la segunda un compromiso de que "la resolución del conflicto político tiene que ser en una urna". "Entendemos que puede haber otras soluciones, pero estamos a la espera desde hace bastantes años y no llegan. La nuestra es votar", ha dicho.
Rufián ha apuntado que llevan hablando sobre la amnistía con el PSOE desde la misma noche electoral del 23 de julio y que esa medida "se cae por su propio peso", pero ha evitado concretar si la ley que la recoja debe estar registrada en el Congreso antes de la sesión de investidura. Sí ha indicado que ERC da la misma importancia a las tres carpetas con las que va a la negociación y que no habrá acuerdo si sólo se avanza en una.
Sobre su petición de un compromiso de que la solución al conflicto saldrá de una votación, ha recordado que el pacto para la mesa de diálogo sellado con el PSOE hace cuatro años ya contemplaba una votación. En concreto, entonces se pactó que los acuerdos alcanzados en esa mesa serían sometidos "en su caso a validación democrática a través de consulta a la ciudadanía de Cataluña, de acuerdo con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jurídico-político".
Preguntado expresamente si a su formación le valdría ahora también con una mención velada a un hipotético referéndum similar a la de 2019, el portavoz se ha limitado a contestar: "Es bueno que reivindiquemos que hace cuatro años se consiguió algo que parecía imposible. Si seguimos así seguramente podamos avanzar".
"Hace cuatro años hablar de amnistía era una quimera, es bastante probable que, de aquí algún tiempo, hablar de referéndum, ya no sea una quimera, todo depende de la fuerza que tengamos", ha dicho, en otro momento de la rueda de prensa.
Rufián se ha negado a ofrecer más detalles en aras de la discreción y ha querido marcar distancias con la "incontinencia verbal" que aprecia en otras formaciones. Preguntado expresamente sobre el dictamen jurídico sobre la amnistía presentado por Sumar ha comentado que a ERC le suena porque "es exactamente la misma" que ellos plantearon en 2021.
Se refería a la proposición de ley que los partidos independizasteis registraron en 2021 que buscaba amnistiar todas las conductas relativas al procés desde 2013, incluyendo por tanto la consulta soberanista del 9N de 2014 y el referéndum de 2017. Aquel texto fue tachado de inconstitucional por los letrados y lo tumbó la Mesa del Congreso, con el voto del PSOE.