La Entidad Pública de la Comunitat tomará muestras del agua e instalará una planta piloto de tratamiento de contaminantes emergentes durante dos años
BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ha dado el visto bueno a la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR) para que tome muestras en la depuradora de la ciudad e instalar una planta piloto para el tratamiento de contaminantes emergentes. La finalidad de Life Empore, que es como se denomina el proyecto, es eliminar estas partículas emergentes nocivas para la salud y el medio ambiente en plantas depuradoras.
El motivo por el que se eligió la ciudad costera no es otro que su población residente que a lo largo del año reúne un perfil de avanzada edad que ingiere productos farmacéuticos habitualmente, según explicó esta semana Daniel Prats, el coordinador de Proyectos y Desarrollo del Instituto Universitario del Agua y las Ciencias Ambientales. Desde el centro señalaron que desde que se detectaron restos de productos farmacéuticos en el medio acuático, ha supuesto todo un reto crear una tecnología capaz de eliminar estas sustancias.
Prats aclaró que pretenden alcanzar reducciones inferiores al límite de calidad establecidas en directivas europeas para plastificantes, insecticidas, herbicidas y surfactantes. Asimismo, reducir el 99% de principalmente compuestos de medicamentos de uso generalizado en la sociedad. Además, indicó que estos contaminantes emergentes son nocivos para la salud humana y el medio ambiente, de ahí la importancia del proyecto.
Life Empore está presupuestado en 1,7 millones de euros, de los que 1,1 millones estarán financiados por fondos europeos. El coordinador de esta investigación es Laboratorios Tecnológicos de Levante SL, y cuenta con la participación de la Universidad de Alicante, el Instituto Tecnológico Metalmecánico, Consomar y la Unesco.
Según detalla el decreto municipal por el que le dan permiso a la entidad pública a instalarse en la ciudad, el proyecto se desarrollará desde noviembre de 2016 hasta octubre de 2017 en cuanto al análisis del agua, mientras que la planta piloto se instalará en abril del año que viene por un periodo de dos años.
Por su parte, el concejal de Compromís, Josep Bigorra, se congratuló por que la Generalitat haya escogido Benidorm para este proyecto, que traerá una importante inversión a la ciudad. Bigorra remarcó la preocupación del Consell por el medio ambiente y la gestión del agua en esta zona. No obstante, criticó que el Ayuntamiento de Benidorm no haya hecho nada por crear la oficina de ayudas supramunicipales, que se aprobó hace un año en el pleno de la ciudad a petición de la coalición valenciana a través de una moción. Esto supondría que proyectos de este tipo, señaló el edil, pudieran ser gestionados por otras entidades públicas o privadas, impulsadas por el Ayuntamiento.