Ensanche Levante, a la espera de la Generalitat para seguir con su fase urbanística

BENIDORM. El pleno de Benidorm aprobó este jueves por unanimidad y de manera provisional la versión final del Plan Parcial 1/1 Ensanche Levante del Plan General. Una documentación que recoge los aspectos por los que se regirá el proyecto urbanístico y de reparcelación que se iniciará tras la aprobación del Consell. Así, según explicó la concejal de Urbanismo, Lourdes Caselles, el Ayuntamiento finaliza con su fase ambiental para dar paso a la urbanística cuando obtenga el visto bueno.

Hay que tener en cuenta que la moción aprobada incluye el expediente de evaluación ambiental y territorial estratégica. Como consecuencia, acordaron remitir a Conselleria la propuesta de plan para su aprobación definitiva y el expediente de evaluación ambiental y territorial estratégica, para que emita la pertinente Declaración Ambiental y Territorial Estratégica. 

Los portavoces del PSOE y Cs, Rubén Martínez y Juan Balastegui respectivamente, se mostraron a favor de este paso por lo que supone: mejorar esta zona degradada después de su inactividad durante años. El socialista mostró ciertas reticencias sobre el planteamiento urbanístico, no por cuestiones legales, sino por aspectos sociales del mismo aunque "cualquier solución es mejor que lo que hay ahora", dijo Martínez. En este sentido, reprochó al gobierno local los "problemas de seguridad" que hay en la zona. Postura que comparte el regidor de la formación naranja, que manifestó que era un barrio "conflictivo".

Sobre este asunto se pronunció la edil de Urbanismo, señalando que a pesar de que limpian las parcelas y les colocan vallas para evitar el acceso, "en menos de 24 horas vuelven a romperlas". Además, confirma que tanto el Ayuntamiento como la Guardia Civil han abierto expedientes sancionadores a empresas constructoras que tiran allí escombros y residuos para ahorrarse las tarifas de forma legal.

Con todo, Caselles explicó que este sector “colmatará el desarrollo de la zona de Levante”; y ha recordado que el mismo abarca algo más de 560.000 metros cuadrados y destina el 65% del suelo a zonas verdes y equipamientos públicos. El 35% restante contempla la construcción de viviendas residenciales, turísticas y hoteles, que se distribuirán en torres con una altura mínima de 20 plantas. Dentro de los usos lucrativos predomina el terciario hotelero y comercial y se reserva un porcentaje para vivienda de protección pública.