Enmienda al tripartito: C's quiere más gasto social y menos fastos para desbloquear el presupuesto    

ALICANTE. Habrá negociación real. El grupo municipal de Ciudadanos (C's) confirmó este lunes que sí formulará sus propias aportaciones al proyecto de presupuestos redactado por el equipo de Gobierno, tras mantener un tercer encuentro informativo con el alcalde, Gabriel Echávarri, y la edil de Hacienda, Sofía Morales (ambos del PSOE), sobre el detalle de algunas partidas concretas. Según las fuentes consultadas, la cita transcurrió en un clima de cordialidad y buena sintonía, sólo una semana después de que un cruce de duras declaraciones entre el primer edil y la líder de C's, Yaneth Giraldo, estuviese a punto de anular toda posibilidad de entendimiento.

Ahora bien, después de ese vis a vis, tampoco existe ninguna garantía de que el tripartito en situación de minoría que componen PSOE, Guanyar y Compromís pueda sacar adelante sus cuentas de 2017. Se disiparon dudas técnicas, sí (fundamentalmente, el alcance de unas 80 partidas reflejadas con denominaciones genéricas); pero parece que todo dependerá de que se corrija el rumbo en asuntos como el gasto social y el fomento del empleo. Portavoces de C's señalaron a Alicante Plaza que su propósito es presentar este martes (último día del plazo definitivo anunciado por Echávarri) una propuesta con una detallada lista de correcciones "partida por partida" para que se refuercen esas dos áreas encaminadas a combatir la exclusión social y la generación de puestos de trabajo. En paralelo, necesariamente se deberá reducir las asignaciones en otros conceptos que C's considera superfluos, como las cantidades destinadas a publicidad y protocolo. C's llegó a sostener, a través de un comunicado difundido el pasado viernes, que en el borrador actual se preveía un gasto de cerca de un millón de euros en ese concepto. 

Fuentes del tripartito aseguraron que en ningún caso puede decirse que la partida de protocolo ascienda a un millón de euros, ya que sólo se contemplan cerca de 20.000 euros en Alcaldía y otros 1.500 por cada concejalía para afrontar determinadas atenciones que puedan plantearse, lo que no significa que vayan a agotarse. Las mismas fuentes no pudieron precisar cuál es el gasto global en publicidad, ya que los recursos están repartidos entre varias concejalías.

C's ha mantenido hasta ahora que sólo contempla decantarse entre dos opciones: votar en contra o abstenerse. Según sus portavoces, no se atisba un posible voto a favor, como en Elche, porque las "distancias ideológicas" están muy marcadas

Sea como fuere, la posición de C's no se decidirá sólo en función de la admisión de sus aportaciones. Sus portavoces señalaron que también se tendrán en cuenta otras posiciones políticas sobre proyectos de ciudad, entre los que -reiteraron- figuran cuestiones como las negociaciones sobre la llegada de Ikea; la indefinición sobre la fórmula urbanística a la que se va a recurrir para propiciar su implantación; la reducción de plazos en la concesión de licencias urbanísticas; o el veto a cualquier imposición sobre el uso del valenciano, entre otras cuestiones, como publicó este diario. El alcalde sostuvo entonces, tras una valoración irónica sobre el contenido de esas peticiones, que las consideraba razonables y de sentido común. En cuanto a la instalación de la multinacional sueca, C's ha registrado ya una petición de comparecencia para que el edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, explique cuál es la hoja de ruta del ayuntamiento, como también publicó este diario.

C's ha mantenido hasta ahora que sólo contempla decantarse entre dos opciones: votar en contra o abstenerse. Según sus portavoces, no se atisba un posible voto a favor como el que el partido sí facilitó en Elche porque se considera que en Alicante las "distancias ideológicas" están muy marcadas. La vía de la abstención abriría el camino para que el tripartito aprobase el presupuesto, ya que permitiría que sumase más votos a favor (14) que en contra (sin los 5 noes de C's, sólo podría registrarse un hipotético máximo de 10 votos negativos: los 8 del PP y los de los dos ediles no adscritos, Nerea Belmonte y Fernado Sepulcre).

Por lo pronto, tras la entrega de las sugerencias de C's, el documento debe quedar en manos del interventor municipal para que dé su beneplácito antes de ser remitido al Ministerio de Hacienda, para que lo valide o exija correcciones. Después se iniciará su tramitación administrativa en Comisión de Hacienda y pleno, lo que abrirá el turno para que todos los grupos políticos con representación municipal puedan presentar enmiendas. Ese proceso implicará que el presupuesto no llegue a debatirse en el pleno como mínimo hasta finales de enero. En 2016, el presupuesto se aprobó en abril. 

Las grandes cifras del presupuesto son las ya conocidas: 246 millones, de los que sólo 10,5 serán para financiar inversiones, de acuerdo con el límite del techo de gasto impuesto por el Ministerio de Hacienda en el plan de ajuste acordado para el Ayuntamiento de Alicante. Entre esas obras figura la reserva de 2,5 millones para llevar a cabo la primera fase de la reurbanización del entorno de Las Cigarreras (proyecto cofinanciado por la UE como estrategia de desarrollo urbano, EDUSI); otros 600.000 euros para el proyecto 'Alicante se mueve' (el sistema de cámaras de vigilancia del tráfico, también subvencionado); otros 900.000 euros para ejecutar la ampliación del cementerio; otros 600.000 para Acción Social y una cifra equivalente, cuyo destino quedará en manos de los vecinos a través del proceso habitual de participación ciudadana en las Juntas de Distrito.

Las concejalías habían presentado peticiones por un global de 35 millones que quedarán aplazadas para el resto del mandato o se supeditarán a la disponibilidad de remanentes de crédito, el próximo mayo.