ELCHE. Conforme avanzan los días se van conociendo las distintas propuestas de la provincia, y en este caso, de Elche concretamente, sobre los proyectos que aspiran a captar los fondos europeos de reconstrucción Next Generation. La ilicitana Emxys, enclavada en el Parque Científico de la UMH, coordina otro proyecto apoyado por la Generalitat Valenciana. Lidera un consorcio en el que está también la otra espacial ilicitana, PLD Space, con el que plantea crear una planta de fabricación de satélites espaciales para telecomunicaciones con un coste de 74 millones de euros. El proyecto SmallSats.
Después de dar cuenta de una ambiciosa iniciativa para el clúster del calzado, que supondrá una inversión de 170 millones de euros hasta 2026 para la ciudad, siguen conociéndose otros proyectos impulsados desde Elche. Esta spin-off del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (UMH) —formada por el catedrático del Área de Tecnología Electrónica José Antonio Carrasco y el director técnico de la misma, Francisco García de Quirós—, también ejercerá como empresa tractora de un consorcio que pretende levantar una planta de fabricación de satélites de telecomunicaciones desde la ciudad. También han presentado su manifestación de interés ante el Ministerio de Industria. Es una de las 20 iniciativas valencianas que apoya el Consell.
Con SmallSats, su objetivo es fabricar satélites que estarían dirigidos a empresas, operadores aeroespaciales o agencias estatales que buscaran ponerlos en órbita. Su tecnología de comunicación óptica supone un innovador sistema con el que la empresa busca mejorar la capacidad de transmisión de datos desde pequeños satélites a usuarios terrestres. De hecho, la empresa cerró el pasado mes de noviembre una ronda de financiación de Venture Capital de dos millones de euros para el desarrollo de un proyecto de plataformas de pequeños satélites con enlaces de comunicaciones ópticas.
Para la creación de ensamblado de satélites, Emxys se rodea de otra compañía ilicitana espacial, PLD Space, que será la encargada de lanzar estos al espacio con sus cohetes. El resto de compañías serán proveedoras de tecnología y componentes que participarán a lo largo de la cadena de producción. Das Photonics se encarga de los materiales de optoelectrónica, una forma de aumentar la electrónica y mejorar su velocidad y funcionamiento; Comet Ingeniería se encarga de las partes mecánicas y las antenas, Ienai Space de los sistemas de propulsión, Fentiss del software del ordenador de a bordo y Aistech Space está interesada en implementar las constelaciones para dar servicios de comunicaciones. Un servicio para proyectos que requieren de una tasa de refresco muy alta, por ejemplo fotos de una determinada zona, tomar medidas de la contaminación, etc.
Para la puesta a punto del proyecto se requerirían tres años en los que se crearían más de 50 puestos de trabajo durante el proceso. Tienen en mente poder empezar en 2022, los dos primeros años para construir la nave y el siguiente para implementar la cadena de producción. Una vez finalizada, la idea es crear al menos un satélite por semana, por lo que estiman poder fabricar unos 50 al año. Por el momento están sondeando espacios para implantarse, uno de ellos es Elche Parque Empresarial.
Asimismo, además de las firmas mencionadas, Europa exige que el Consorcio esté formado al 50% por empresas y el restante por centros de investigación o institutos tecnológicos. En este caso, con el Grupo de Electrónica Industrial Área de Microondas y Radiación (GAM – GRE) de la propia UMH, el Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (ITEAM), la Universitat Politècnica de València (UPV), el Consorcio Espacial Valenciano, el Grupo de Electrónica de Potencias de la Universidad de València, el Instituto Universitario de Informática de la Universidad de Alicante y el Instituto de Astrofísica de Canarias.
Al igual que con las entidades tecnológicas, otra condición ministerial es que el proyecto fomente la colaboración entre comunidades autónomas. De ahí la presencia del Instituto de Astrofísica de Canarias o que en la parte empresarial se cuente con Ienai, que es de Madrid y Aistech, que es de Barcelona. Así, el núcleo del proyecto estaría asentado principalmente en Elche y con íntima relación con València. En cualquier caso, estas condiciones de colaboración fomentan la transferencia de conocimiento y de tecnología. Como explica el consejero delegado de Emxys, José Antonio Carrasco, "los institutos de investigación nos transfieren tecnología a las empresas y nosotros incorporamos la tecnología del resto de socios". De forma que todo redunda en la cadena de valor de la iniciativa.
Por otra parte, otra de las condiciones europeas para estos fondos es que se divulgue lo que se ha desarrollado, por lo que además de apostar por modernizar el tejido productivo, también se fomenta la investigación y la puesta en común del conocimiento. Otra cosa es, aclara Carrasco, que antes de hacerlo, una determinada compañía patente antes su hecho diferenciador, sea un método fabricación, tecnología o lo que fuere. En este caso, la tecnología diferenciadora del proyecto es la comunicación óptica de los satélites con respecto a otros proyectos, ya que esta tecnología permite mayor funcionalidad al tener una mayor capacidad de datos y de velocidad.
De hecho, señala el consejero que "ahora mismo la tecnología optoelectrónica y la propia electrónica van a dar mucho que hablar por su futuro; los satélites están intentando migrar a la electrónica por estas mejoras a través de ondas de luz". Actualmente funcionan con bandas de radiofrecuencia y esta tecnología permite mejorar las tasas de transmisión de datos en satélites pequeños a un coste mucho menor.
Carrasco también pone en valor que el Consell haya apoyado esta manifestación de interés, y destaca que "cada puesto de trabajo en la industria aeroespacial crea otros muchos indirectos". Por el momento, como el resto de manifestaciones presentadas ante el Ministerio de Industria, están esperando el próximo paso. De hecho aún no está muy claro en qué porcentaje tiene que ser la cofinanciación de los fondos, que será público-privada. Por lo que respecta a Emxys, han solicitado 19 millones de euros de los 74 que requiere la inversión de todo el consorcio.