ALICANTE. Las empresas de la provincia de Alicante siguen avanzando y aumentando facturación, en general, este año. No obstante, desde 2022 se ha instalado una cautela en los negocios alicantinos que se preparan para sortear una amenaza que, en realidad, no se materializa: una nueva crisis económica. A pesar de que ese problema no llega, las firmas siguen afincadas en su prudencia en un contexto de incertidumbre -por la situación política dentro del país y a nivel global- y económica, donde los tipos de interés no acaban de fijar el rumbo. El ruido de fondo y la desconfianza de lo que está por llegar marca las decisiones de las compañías alicantinas que optan por no invertir o contratar y comienza a dar paso a un estancamiento de la actividad. Es un resumen de los resultados del Observatorio de la Expectativa Empresarial de Alicante (OEXA), que elaboran el Observatorio Económico de Alicante y la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), y que publica en exclusiva Alicante Plaza. En este caso, se corresponden al primer semestre del año 2024.
En este momento, a las diversas incertidumbres globales se unen también otras más locales, como la falta de suelo industrial, la necesidad de flexibilizar trámites o la ausencia de nuevos presupuestos generales. Así lo apuntan los autores del estudio, José Antonio Trigueros y Juan J. Bolufer, además de Carlos Ros, responsable de Energía y RSC del Observatorio Económico de Alicante y el presidente de Uepal, César Quintanilla. Y es que, según algunas de las conclusiones de este observatorio, "llevamos muchos meses esperando una crisis que no llega, los empresarios siguen cautos y las expectativas no son muy altas; no se acaba de difuminar el miedo". Y explica que ese freno en suma de persona o inversiones en las empresas no es positivo. "La incertidumbre no es buena, lleva al estancamiento y las inversiones llegan y se deben hacer".
En la encuesta de este semestre se ha incluido una nueva pregunta, si los empresarios alicantinos consideran que la falta de oferta de suelo industrial puede influir en el crecimiento de la actividad económica de sus empresas. La respuestas mayoritarias apuntan a que afecta en un 63,3% de los casos. Lo haría de forma menos intensa para un 28,6% de las personas encuestadas y de forma más acentuada o notable en un 35% de los casos. En cambio, un 36,7% piensa que no le afectaría o o haría poco.
Según César Quintanilla "falta talento cualificado, que ya es una complicación desde hace años, pero ahora se suma a eso la escasez de alquiler industrial, se complica". Por este motivo, considera que el problema de la falta de suelo industrial requiere de "flexibilidad de la administración" y el director de Uepal reclama que "hay interés por que se aplique el Plan Simplifica". Así, también apunta que sería beneficioso para las empresas que una declaración responsable fuera suficiente para facilitar la cesión de suelos a firmas. "Es la única forma de avanzar", mantiene.
Para José Antonio Trigueros, "el modelo de Singapur funcionó. Pasaron de economía residual a la tercera economía mundial flexibilizando los tiempos para las necesidades de las empresas. Primero daban el permiso, después se controlaba que respetaran las reglas". Según Trigueros, los plazos en la Comunitat para iniciar un proyecto empresarial son de entre 114 y 15 meses pero se puede alargar a 23 años si se requiere suelo industrial". Piden desde este observatorio un cambio de paradigma.
En cuanto a los datos del tipo de empresas según su sector, vuele a arrasar servicios, con más de un 87,3% de las encuestadas. Según José Antonio Trigueros, sigue preocupando el descenso del peso de la industria. De un sector, el secundario, que fija riqueza, sobre todo ante adversidades. La bajada es sistemática, según Trigueros. Además, asegura que es bueno que suban los servicios, y sobre todo el turismo, que mueve economía, pero siempre que "no expulse a la industria, hay que buscar el equilibrio".
Mientras, Quintanilla matiza que se debe estudiar, también si hay parte del turismo que también es industria, no solo servicio, como la derivada de la construcción para el sector. "Debe tenerse en cuenta y quizá los datos serían diferentes si se categoriza bien", explica. En cualquier caso, apuntan a que no se debe depender solo de un sector, sobre todo el terciario que puede ser más endeble a crisis y propenso a cierres o cambiar de localización.
Además, otra cuestión sobre la mesa ha sido ¿En qué medida la reciente bajada de tipos de interés del BCE puede afectar a su empresa? El resultado es bastante equiparado entre quienes piensan que puede ser negativa o muy negativa (49%) o positiva o muy positiva (51%).
Para Trigueros, esta respuesta va ligada con la incertidumbre para las empresas. "Hay más de dos tercios de firmas que no tienen pensado invertir por prevenir un bache que no acaba de llegar. Por eso piensa que esa bajada de tipos puede no afectarles". Siguen las preocupaciones en el tejido empresarial por la inflación, o la falta de proyectos estratégicos desde el gobierno.
Desde este observatorio, Trigueros y Quintanilla mantienen que "entramos en un año con dos guerras y 75 procesos electorales abiertos. Creemos que el golpe vendrá cuando haya un problema de deuda, seguimos con inflación alta y el riesgo de que la estanflación se cronifique" y se entre en zona de inflación media o alta si el BCE no acierta en su función para controlarla.
Además, aseguran que es necesario dar un impulso y gestionar y aplicar los fondos Next Generation para asegurar, además, proyectos estratégicos imprescindibles y piden estabilidad política que no ponga en peligro la consecución de los planes e infraestructuras en marcha.
Para Trigueros la gestión en el país de los Next Generation "deja que desear" con un desempeño hasta ahora de entre el 7 y el 12%. "Hace falta liderazgo empresarial y diálogo y cooperación para aplicar esos fondos, con quien sabe crear riqueza real y puede ayudar en la gestión de esas ayudas". César Quintanilla apunta que "ya llegamos tarde. Hay países que solicitan los fondos que no ejecutamos, y tiene sentido. 140.000 millones pueden hacer cambios profundos y estructurales, hay que contar con el sector productivo para mover los fondos".
Asimismo, en otra pregunta sobre la idoneidad de aplicar la IA en las empresas, Quintanilla afirma que "todos pensamos que es importante, pero nadie sabe bien cómo aplicarla o cómo funciona. En pymes, es importante concluir que la prioridad es tener tranquilidad y aplicarla cuando se necesite, con tiempo para que se desarrolle y siempre que tenga sentido".
Entre las conclusiones para la lucha contra la incertidumbre, César Quintanilla aconseja "que el empresariado siga haciendo lo que sabe, que mire de reojo lo que pasa, pero que sigan los proyectos, que no nos atenace el miedo. Es mejor que estemos pendientes del entorno y no siempre esperando el golpe, quizá el futuro vaya a mejor. Tranquilidad, y a seguir avanzando".
Además, Trigueros piensa que es importante "ir cambiando el peso desde el sector público al privado, derivar el cañón de recursos y derivarlos a proyectos estratégicos, viables, que den robustez a la economía".
El OEXA es una iniciativa que ha puesto en marcha el Observatorio Económico de la Provincia de Alicante y Uepal, con la intención de que pueda evolucionar para convertirse en un observatorio permanente sobre el pulso que las empresas alicantinas tienen sobre la economía, basado en el entorno, la concepción propia de sus negocios, así como la intención sobre la inversión y proyección de crecimiento.