VALÈNCIA. "Es una escabechina". Así definían este lunes agentes del ecosistema emprendedor de la Comunitat Valenciana su primera impresión sobre la formulación de las ayudas que la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo ha planteado en los presupuestos de la Generalitat Valenciana para 2024 a través de la dirección general de Emprendimiento. Una visión marcada por la reducción de casi medio millón de euros en la promoción del emprendimiento - de 7,5 a 6,9- y la eliminación de prácticamente todas las líneas nominativas para definir una única de concurrencia competitiva al margen de la destinada al Consejo de Cámaras Oficiales de Comercio, de 360.720 euros, para un programa de consolidación empresarial.
Desde el anterior equipo, la entonces directora general de Emprendimiento, Teresa García, decidió crear varios programas para ahondar en la transferencia tecnológica de las universidades, el impulso del emprendimiento social y el apoyo al ecosistema a través de eventos y ferias. Tras dar carpetazo a todos estas iniciativas -al menos en una primera instancia- desde Emprendimiento aseguran que el pasar todo a concurrencia competitiva no significa que no tengan un plan. Sin embargo, parece que el problema de la tensión entre los agentes innovadores reside en que pocos o nadie -al menos de conselleria hacia fuera- sabe cuál es.
Desde Emprendimiento tienen claro que prefieren optar por el modelo de concurrencia competitiva y que las ayudas "no tengan nombre y apellido" en el propio presupuesto, sino que sean las entidades que opten a la línea de cuatro millones que ha globalizado el importe que antes se capitalizaba en las mencionadas ayudas directas que sumaban un total de tres millones. Ahora, las compañías tendrán que solicitar estas ayudas que pueden ser dadas o no, y que se enmarcarán en "medidas de impulso, apoyo, refuerzo y acompañamiento experto a personas emprendedoras y pymes de la Comunidad Valenciana".
En este proceso de aunar todo en concurrencia competitiva, la dirección de Ester Olivas ha optado por eliminar el programa Llamp 5CV, destinado a las cinco universidades valencianas por valor de 615.000 euros. También, un segundo programa de refuerzo del ecosistema emprendedor a través de participación en ferias y eventos, donde se destinaban ayudas directas por valor de 600.000 euros. De dicho importe, Valencia Digital Summit recibía 200.000 euros, Bioval 100.000, Smart Mobility Summit otros 100.000 euros, Social Nest Foundation 100.000 y FoodTalks otros 100.000 euros. Un tercer programa era Llamp CV, donde participaban numerosos agentes que van desde CEEI a universidades por valor de 1,4 millones y, por último, Llamp Tech Transfer, con Ruvid, Startup Valencia y otras organizaciones al que se destinó 400.000 euros.
Varios agentes innovadores señalan su preocupación por no saber qué estrategia plantea la conselleria de Nuria Montes en la materia. Respecto a optar por la concurrencia competitiva, insisten en los tiempos en resolverse y en la incertidumbre que generan a los organizadores de eventos y programas, ya que las ayudas llegan una vez ejecutados los mismos. No obstante, relcalcan que la mayor preocupación es saber si la conselleria dispondrá de suficientes efectivos para realizar las resoluciones al tener también, entre sus tareas, la internacionalización, cuyas ayudas también son por concurrencia competitiva.
Desde Emprendimiento aluden a un manual de subvenciones de la Sindicatura de Comptes en el que se apunta al "carácter excepcional" que debe tener la concesión directa de subvenciones. Mientras, desde Innovación sí mantienen ayudas directas en el marco del desarrollo tecnológico y la innovación. Entre éstas, 50.000 euros de apoyo al Valencia Digital Summit, 50.000 euros para una Cátedra de especialización inteligente de la Comunitat Valenciana en la Universitat Politècnica de València, 495.000 euros para el programa "Territoris Innovadors" en la Comunitat Valenciana o 35.000 euros para Cruz Roja destinado a un programa de impulso a la innovación social, entre otros.
En el planteamiento del nuevo Consell, es evidente que la innovación sufre un recorte. Tanto Ivace como AVI presentan un fuerte ajuste en sus políticas de apoyo a la innovación. En concreto el presupuesto de la AVI se reduce en un 16,80% y hay una bajada generalizada en todas las líneas de innovación del Ivace que afecta a empresas, centros tecnológicos y otras entidades. Desde la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) destacan que los presupuestos de política Industrial a través de su Dirección General e Ivace han experimentado descensos presupuestarios (-6,62 % y -13,77%).
"Aunque es difícil comparar, porque hay una modificación y reestructuración de líneas presupuestarias, hay una bajada generalizada en todas las líneas. A destacar, la reducción del presupuesto asignado por Ivace a la modernización de áreas industriales dirigido a ayuntamientos que ve reducida su partida en un 20%", señalan. No obstante, apuntan que en materia de modernización industrial sí hay una unificación de líneas y aumento (de 44 millones a 51 millones).
"Insistimos, la inversión en innovación es necesaria, también el apoyo al tejido productivo en momentos de desaceleración, por eso confiamos en que la Generalitat cumpla con la promesa que hizo ayer al presentar el proyecto de presupuestos, que se ejecuten al 100%", recalcan.
Como ya publicaba Valencia Plaza este miércoles, entre los afectados en materia de innovación está Inndromeda, la alianza público-privada en Tecnologías Habilitadoras impulsada al calor de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), que cesará su actividad al no recibir ayudas de la Generalitat Valenciana. Así lo confirmaban desde la asociación, tras conocerse el pasado lunes los Presupuestos de la Generalitat para 2024, donde ha dejado de existir la línea nominativa que aportaba 1,15 millones de euros al proyecto.
El ente nació en 2020 con el objetivo de ayudar a las empresas a encontrar las soluciones tecnológicas que mejor se adapten a sus necesidades. Una organización que, a día de hoy, cuenta con 32 socios, entre los que se encuentran la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit), institutos tecnológicos, universidades públicas, Femeval, la Agrupación Innovadora del Metal-Valmetal y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC. También participaban las universidades Cardenal Herrera CEU, la Universidad Católica de Valencia, los centros de investigación sanitaria Fisabio y Fundación Hospital General Universitario de Valencia, y el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe.
Una alianza que buscaba poner a disposición de las empresas y del sector público de la Comunitat una red especializada de infraestructuras y espacios demostrativos y experimentales de última generación, en los que valorar el impacto real de estas tecnologías en sus productos, procesos y organizaciones, así como ejecutar proyectos piloto y ensayos de forma previa a su adaptación y adquisición.