Agobiado por la fiebre, por las facturas, por la canción de Eurovisión, por el futuro del pobre De Guindos y -un poco- por el de Puigdemont, por el resto de los exiliados –económicos también- e incluso por los presos políticos, los parados, la bestia Frozen del este y la occidental, la bella y húmeda Emma, por el mísil Putin y por el nudo de La Encina. La confusión me atasca en el corte de pelo de Eva Ortiz, en el de su novio, el de la exportavoz de la guerra comercial de Trump, el de Correa, Urdangarín, Luis Barcala, Ricardo Costa, Anna Gabriel y el de la Fallera Major de València.
No soy ya capaz de intuir de qué facción en la Guerra de las 2 Rosas de EU -Pavón o Domínguez- o de Guanyar debo ser. Ni de descifrar si Àgueda Micó o Natxo Bellido son l’os el Bloc o el Misteri chemtrail lipoestructure de Mireia Mollà&Íñigo Errejón Compromís. Tampoco vislumbro si quien sigue mandando en Alacant a Part es Enrique Ortiz, Alperi o Gabriel Echávarri. O si tengo que hacer acto de contrición y rectificar como el jefe de la oposición botánica César Sánchez. Al que no acaban de cuadrarle las cuentas ni en Calp ni en la Dipu y envidia la propuesta constitucional que Manuel Alcaraz le ha hecho a Ximo Puig. Amén. Roguemos por Camarón de la Isla. Alacant, la millor terreta del món.
Pero nada de eso importa. Qué más le da a la sublime, superdotada -sí exactamente eso- y alta dirección de Alicante Plaza si tu tos resuena como el órgano de la Catedral de Canterbury emitiendo una pelea de perros y gatos salvajes en el Cañón del Colorado y andas más dopado que el PP por las cuentas B y el IVA de la Semana Santa. Nada de compasión compasiva ni parálisis ni vagancia, y menos perseguir cerdos vietnamitas en el cementerio y hojear ni El Marca. Aquí no estamos en la Moncloa. Hay que escribir un artículo. Y que se entienda. Terrible. Uno no es ni un Lord Byron, ni un Verlaine, ni un Ausiàs March ni un W Blake ni el resto de la espuma de la literatura universal. Ni siquiera Julià Álvaro reina i màrtir. Tampoco, la verdad, un servidor es María Ostiz, Isabel II o Frank Zappa que, mientras más se metían, mejor le salía la cosa. Sus órdenes, Sr Director. Un trueno.
Qué pena de Manolo Mata con lo mono que es y con lo que le quiero y el resto -chicas, ¿hay alguien? de les Corts Valencianes- que lo mismo se me rebelan contra el Consell por lo de las subvenciones a sindicatos y patronal que me brindan por el desatasco de l’Estatut en Madrid. Y, lo más, tómate algo, arremeten contra sí mismos por lo burros que son, por lo mal que les ha salido -adrede- la ley d’À Punt Mèdia. Pobreta meua l’Empar Marco. Le tocan el bolsillo. Le tocan el baremo del perverso personal por viejuno, apestado y experimentado. Y le tocan -Mare de Déu del Senyor Robat- la moral porque encima no le dejan ni retransmitir –la millor clòtxina del món- en condiciones les mascletaes ni la el pasodoble València de Padilla ni els plors en flor de Maredeueta. Amadeu Fabregat, Verdurín, ámpara’ns baix el teu mant. Uno mismo, febril y empalmado, vuelve a sentirse medio punk y adolescente. ¡Ay Mari Consuelo Reyna, Millán del Bosch, la rebantaplenaris!. ¡Qué estantiguas nos quedan la pop Isabel Bonig y la aldeana MC Sánchez nostágicas de la Batalla de València y de González Lizondo!. Sí, el que se compró Zaplana. Y es que nenas, estamos en modo sobreexcitación electoral. Guerra por las listas. Este negociado de la tele pública era de Antonio Montiel. Veremos qué dice y hace Mónica Oltra. La Mare de Tots els Valencians.
Menos mal que ante el desquicie político general y la sobredosis medicinal uno encuentra sosiego, recogimiento y paz espiritual leyendo los nuevos filósofos -qué malas son las drogas- de la derecha: Zizek, Onfray, Pinker o Cayetana Álvarez de Toledo. Y Arcadi Espada, que acaba de escribirle un panegírico del copón al Pare Camps. En el que sale con su raqueta, la farmacia y su hornacina sobrevolando la Plaça de la Mare Déu bendiciendo a los Cotino, la cabeza de caballo y a la famiglia Blasco. En fin, que ya no soy, no pasaré a la historia por ser el más pelota de Un buen tío, el ex president. Snif. Pero no todo está perdido. Desde aquí propongo formalmente nombrarle President d’Honor del Levante Español amb Fulles de Llorer d’Or a Paco Camps y comprarle a escote nuestro Pazo de Meirás: si, ese, el Castillo del Papa Luna. SM El Rey y Ada Colau coquetean en la intimidad.
Mariano Rajoy es incapaz de contener el espanto de sus barones, alcaldes y electorado. Se les cabrean hasta los pensionistas. Pedro Sánchez es una pirámide encriptada para la izquierda follatriz y precaria. Y ha pedido –tan-ta-ta-chán- adelanto electoral. Pablo Iglesias sigue de bajón. Menos mal que la M-30 no es sólo el pantano monclovita. Como muy bien nos informa El Mundo, el Ritz celebra su cierre temporal con un “Cónclave de millonarios”: Lady Foster, Carmen Posada, Carmen Cervera, Carlos Slim y sus proles respectivas, los aznaristas Michavila -sin su hermana- y Ángel Acebes. Con el Duque de Alba y Juan Luis Cebrián, sin su novia rumana. Magdalena Vitol. Han empezado les Falles 2018. Esta noche los Oscar. Mañana a las 7:00 el primer boleto d’A punt Ràdio de Empar Marco. El jueves estrenamos algo en el mundo: la primera huelga universal por la dignidad de las mujeres.