Foto EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. El primer juicio de Imelsa sigue adelante. En la jornada de cuestiones previas, el abogado de Marcos Benavent, el llamado ‘yonki del dinero’ no logró sacar del caso las grabaciones que hizo en su día su defendido y en las que se basa esta y muchas de las otras piezas de este enorme ‘caso Taula’. Fue el intento formal por anular esa conversaciones después del cambio de estrategia al que el abogado le indujo hace unos meses al hacerse cargo de su defensa y que arrancó con varias declaraciones públicas del exgerente de Imelsa, la empresa pública de la Diputación de Valencia ahora denominada Divalterra de la que en su día le nombró responsable el popular Alfonso Rus.
Pero la sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia rechazó la pretensión de la defensa de Benavent. “La exclusión de la prueba no pueden hacerse en este momento procesal con independencia o no de lo que después se diga en la sentencia”, señaló una de las jueces que componen el tribunal.
“Estábamos ante una causa que se alimenta de una prueba que no sabemos si se ha practicado con la debida diligencia”, había alegado Juan Carlos Navarro. “La prueba alrededor de la que va a girar todo necesita un plus de credibilidad”, añadió. El abogado trató de sembrar dudas por la “cadena de custodia” de las pruebas. De hecho, llegó a apuntar que había dos ‘pendrives’ con conversaciones y que sólo se incorporó uno a la causa. Eso sí, Navarro admitió que cargan con un lastre en este juicio por la falta de “credibilidad” de su defendido por sus cambios de versiones.
La Fiscalía ya intuía por dónde iban a ir los tiros y presentó una defensa global de las grabaciones, tanto de su autenticidad, como de manera en la que se han incorporado al caso. “Las cintas han estado a disposición de todas las defensas, nadie ha dicho que estuvieran manipuladas ni Marcos Benavent, que en su primera declaración dijo que no habían sido manipuladas”, recordó.
Además, el fiscal Pablo Ponce propuso que declarara en la causa como testigo Mariano López, exsuegro de Benavent, a quien el que fuera mano derecha de Alfonso Rus le acusó de manipular con el las grabaciones y que fue quien en su día le entregó las grabaciones a la líder de Esquerra Unida, Rosa Pérez Garijo, que fue quien las llevó al Ministerio Fiscal.
“El 8 de octubre se entrega a la UCO un pendrive y un ordenador. El pendrive es único y lo que hace la secretaría sin copías”, apuntó Ponce, que defendió la transparencia de la cadena de custodia y que negó cualquier violación de los derechos de Benavent
“Por eso hemos traído a Mariano López que fue quien lo entregó y que fue quien lo tenía en su domicilio. Él (Benavent) sabrá por qué tenía eso en casa de sus suegros. Su suegro no se mete en su domicilio para sacar las grabaciones sino que las tiene en su casa, así que no hay violación de derechos”, destacó.
La nueva estrategia de Benavent le ha llevado de ser el ‘apestado’ de todos los acusados a ser su nueva guía. De hecho, casi todas las defensas se adhirieron a su petición parea anular las grabaciones. Además se le pudo ver charlando varias veces con el exalcalde del PP de Moncada, Juan José Medina, otro de los acusados.
Por su parte, Pérez Garijo ha expresado su deseo de que "se vayan sentando en el banquillo todos los acusados" del caso Taula así como que "sean condenados y devuelvan el dinero que han defraudado a los valencianos".
La también consellera de Transparencia ha asegurado que el juicio se ha hecho posible gracias a la denuncia que presentó EUPV en julio de 2014 con 10 horas de grabaciones y "muchísima documentación".
Para Garijo, este proceso va a juzgar "la corrupción del PP". "No nos conformábamos con sacarlos de las instituciones, queremos verlos condenados y que devuelvan cada euro expoliado a las arcas públicas".
Además, ha reivindicado a EUPV como "garantía de honestidad" y que "siempre han luchado contra la corrupción" aunque hayan tenido que "pasar suplicios", y ha recordado las cinco denuncias que le interpusieron.
