VALÈNCIA. El PSPV-PSOE atraviesa en los últimos dos meses la calma que precede a la tormenta. Las elecciones generales convocadas por Pedro Sánchez y el proceso de investidura del próximo presidente del Gobierno que tiene lugar en Madrid, han congelado los movimientos -públicos- para relevar a Ximo Puig que se habían producido casi de forma inmediata tras la pérdida de la Generalitat y de las grandes instituciones valencianas en los comicios autonómicos y locales del pasado 28 de mayo.
En la formación socialista, la gran mayoría confía ciegamente en que Sánchez hará "su magia" y logrará ser investido de nuevo como presidente del Gobierno en las próximas semanas, lo que podría conllevar un calendario relajado de los procesos orgánicos que deben llevarse a cabo en el partido del puño y la rosa. Ahora bien, eso no significa que las distintas familias del PSPV no se encuentren ya trabajando a futuro de cara a buscar apoyos y posicionamiento con el objetivo de convertirse en el grupo dominante en la formación socialista.
A día de hoy, el aspirante posiblemente más claro para relevar a Puig es el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa. Más allá del pulso acaecido con las listas al Congreso y al Senado frente al criterio de Puig, el también secretario general del PSPV en la provincia de Valencia viene tejiendo una red de apoyos en torno a su figura que le convierten en uno de los dirigentes con mayor proyección del partido. Bien es cierto que sufrió en julio un tropiezo importante al no lograr convertirse en presidente de la Diputación, pero en las últimas semanas se le ha visto moverse de nuevo a la búsqueda de mejorar sus posiciones, como ha ocurrido en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), donde ha conseguido ser uno de los ocho dirigentes que el PSOE ha incluido en la Ejecutiva, lo que evidencia que sigue trabajando sus relaciones en Ferraz.
Otro de los nombres propios en el presente y el futuro del PSPV será el secretario general de Alicante y diputado nacional, Alejandro Soler. Bien relacionado con Ferraz, consiguió en 2022 imponerse en el congreso provincial frente al candidato de Puig, el alcalde de Alcoi, Toni Francés. Al igual que Bielsa, también se implicó para imponer su criterio -con éxito- frente al del líder del PSPV en la confección de las listas para las elecciones generales del 23J. Aunque muchos creen que Soler quiere influir en la sucesión de Puig pero no ser su sustituto, distintas fuentes socialistas aseguran a este diario que el diputado irá a por todas: es decir, tiene como objetivo convertirse en el nuevo secretario general del PSPV-PSOE.
Para esto, según ha podido saber este diario, podría contar con un importante aliado: el exministro y ex secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. Aunque esta familia 'política' ha menguado en los últimos tiempos, dirigentes como el alcalde de Almussafes, Toni González, vienen haciendo esfuerzos denodados por mantener cohesionado al grupo e incluso ir sumando o recuperando a algunos activos. Pese a que pueda quedar mucho tiempo para que se celebre un congreso, el 'abalismo' -el propio exministro también ha empezado a moverse- formaría a priori tándem con Soler debido a la buena relación que mantienen ambos líderes.
¿Y qué ocurre con el 'ximismo? A día de hoy, la creencia general es que Puig no tratará de seguir al frente del PSPV, aunque hay quien no se atreve a descartarlo. La mirada del expresidente está más situada en la posibilidad de jugar un rol en Madrid -ministro- si Sánchez gobierna. En cualquier caso, distintas fuentes del PSPV dibujan a día de hoy un tridente de mujeres que apuntan a agrupar el 'ximismo'.
La ministra y exalcaldesa de Gandia, Diana Morant, es una de ellas: no son pocos los que creen que podría ser la apuesta de futuro de Sánchez para la sucesión de Puig. También ha subido enteros para este objetivo la delegada del Gobierno y recientemente ascendida a vicesecretaria general del PSPV, Pilar Bernabé, que se encuentra apoyada por el sector más joven cercano a Puig. Por último, para la batalla del día a día se está depositando la confianza en la exconsellera y actual portavoz del PSPV en Les Corts, Rebeca Torró, que tiene la misión de mantener el pulso en la labor de oposición frente al Consell formado por PP y Vox.
En todo caso, un grupo de nombres propios detrás de los cuales existen numerosas familias que tendrán la responsabilidad de guiar al PSPV en este nuevo periodo en la oposición con el objetivo de llegar a la próxima cita en las urnas, a priori en 2027, con posibilidades de recuperar la Generalitat para sus siglas, una situación -el cambio de manos tras sólo cuatro años- que nunca se ha producido en la Comunidad Valenciana desde la llegada de la democracia.