Vox, que aboga por la interconexión de cuencas, es el único que hace una referencia próxima al Trasvase, aunque sin nombrarlo
MURCIA. Si usted lee con detenimiento los programas electorales de los cuatro principales partidos que optan en las próximas elecciones generales del 23 de julio, verá que no hay ni una sola mención expresa al nombre del Trasvase Tajo-Segura a lo largo de sus extensos compromisos. Ni PP ni PSOE ni Vox ni Sumar aluden de forma directa al acueducto, principal suministrador de agua en la cuenca del Segura. Y no será porque no pongan el acento en los asuntos territoriales de cada comunidad, porque sí existen indicaciones explícitas con otros símbolos de la Región de Murcia como el Mar Menor, que aparece en los compromisos electorales de los cuatro partidos. Pero la palabra trasvases no está recogida.
¿Significa eso que los partidos hayan renunciado a la defensa del Trasvase Tajo-Segura? No necesariamente. Los programas electorales abordan el agua entre sus bloques e incluyen referencias hídricas que implícitamente aluden al Trasvase, aunque sin nombrarlo. Por ejemplo, el programa que más se aproxima a la defensa del acueducto es el de Vox, que habla textualmente de "la interconexión de todas las cuencas", lo que se deduce que, para unirlas habría que recurrir a los trasvases, y no sólo al Tajo-Segura, sino también al Ebro. Pero esa idea queda en el terreno de la interpretación, ya que no se cita ni al río Tajo ni al Segura ni tampoco al Ebro en el texto.
En abril, la Mesa del Agua ponía deberes a los partidos para sus campañas de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Exigían que se implicaran en la defensa del Trasvase en sus programas electorales, dejando clara su postura. De hecho, le instaban a que se expresaran "con nitidez" para evitar ambigüedades. No es para menos, el Tajo-Segura ha sufrido este año el recorte de los envíos de agua para los próximos cinco años. La medida, acordada por el Consejo de Ministros el pasado mes de enero, eleva el umbral de los caudales ecológicos, que ascenderá de seis a siete metros cúbicos por segundo desde 2023, así como subirá a 8 desde 2026 y se elevará a 8,65 en 2027. Esto implica que los envíos de agua del Tajo al Segura pueden sufrir una merma en una horquilla de 70 a 110 hectómetros cúbicos en el próximo lustro.
El 'hachazo' levantó una ola de movilizaciones y protestas de los agricultores y las tres comunidades afectadas (la Región de Murcia, la Comunidad Valenciana y Andalucía) recurrieron al Tribunal Supremo para revertir la subida de los caudales ecológicos. En Murcia, de hecho, fue tomado como "el mayor ataque político de la historia", como así lo calificó el presidente murciano, Fernando López Miras. Todo ello, además, se produjo en un año electoral, con la cita de mayo a las puertas.
Y ahora, una vez llegado el momento de la verdad, cabe preguntarse: ¿Qué compromisos recogen los partidos en materia hídrica? Examinemos los programas electorales del 23J.
El texto del PP consta de 112 páginas. El undécimo bloque pone el objetivo en conseguir "un Pacto Nacional del Agua" y "una energía limpia y barata para todos y para siempre". Explican que las políticas hídricas se basarán en un gran consenso nacional, que impulse la inversión en infraestructuras hídricas, en innovación y en la conservación de la biodeversidad. Así, en su primer punto, el 101, dicen que desarrollarán un Pacto Nacional del Agua, "desde el diálogo y el consenso, con participación de todas las comunidades autónomas y los sectores afectados, y con vocación de aportar soluciones de gobernanza, inversión y gestión a los problemas del agua con un carácter integrador para todo nuestro territorio peninsular e insular".
Y añaden: "La nueva Ley del Plan Hidrológico Nacional recogerá aquellos aspectos del pacto que sea preciso para su adecuado desarrollo". Este es el clavo ardiendo al que se agarran los dirigentes populares cuando les preguntan por el Trasvase. "Un Gobierno de Núñez Feijóo es el único que puede garantizar el Trasvase Tajo-Segura", decía recientemente la candidata murciana Isabel Borrego, que aduce que un Pacto Nacional del Agua basado en el diálogo y en criterios técnicos, es imprescindible para mantener el Trasvase". Ante las preguntas en rueda de prensa, los candidatos reseñaron que Feijóo tratará el Trasvase con "criterios técnicos, no ideológicos".
Murcia Plaza ha preguntado al PP si existe alguna referencia explícita al Trasvase Tajo-Segura. Desde el partido afirman que "el programa habla de mantener y explotar todas las infraestructuras hídricas existentes y construir nuevas". No obstante, este diario no ha encontrado esa observación , más allá del punto 102, que dice así: "El plan nacional contemplará (...) las actuaciones conducentes a garantizar el recurso hídrico para regadíos, aprovechamiento y uso de las infraestructuras existentes". Las infraestructuras hídricas existentes son, entre otras, el propio Trasvase, aunque no lo nombra. En cambio, un poco más adelante, en el punto 11, el documento sí cita el Mar Menor (además de Doñana y Las Tablas de Daimiel) y refleja su compromiso con el Plan Vertido Cero del Mar Menor.
El programa del PSOE tiene 272 páginas. Los socialistas se acuerdan del Mar Menor hasta en tres ocasiones. Pero no hay rastro del Trasvase. Aunque eso sí, hay casi cuarenta referencias al agua a lo largo del texto. En su primer bloque, en la página 69, dicen: "Seguiremos impulsando un regadío moderno y sostenible, mejorando la eficiencia en el uso del agua y la energía, así como el aprovechamiento de recursos hídricos no convencionales como las aguas desaladas o las aguas depuradas regeneradas".
De hecho, los socialistas hacen hincapié en que el agua debe ser gestionada de "manera inteligente y eficiente". Esgrimen que es un recurso clave para el bienestar y para sectores tan importantes como la agricultura, el turismo, la energía o la industria. "Pero lo es también para los ecosistemas", subrayan. Por eso, reflexionan: "Es imprescindible anticipar la disponibilidad de agua en futuros escenarios climáticos que muestren un incremento e intensidad de los periodos de sequía, compatibles también con lluvias torrenciales".
Eso sí, ponen negro sobre blanco su compromiso con el abastecimiento: "Queremos garantizar el abastecimiento de agua en todos nuestros hogares y su predictibilidad para los usos económicos, que tendrán que ser cada vez más eficientes y adaptados a la disponibilidad del recurso". Y agregan: "Nuestros planes hidrológicos ofrecen seguridad, apostando por la eficiencia, la buena gestión y la inversión en desalación, reutilización y digitalización de todo el ciclo del agua. Sin olvidar su papel fundamental en la conservación de ecosistemas, fijando caudales ecológicos que garanticen el buen estado del río en todo momento". A ese respecto, apostillan: "Queremos culminar este nuevo enfoque en la gestión de los recursos hídricos y completar y modernizar nuestras infraestructuras de saneamiento y depuración".
El programa de Vox suma 178 páginas. Nombra al Mar Menor en cuatro ocasiones e incluso se refiere al Campo de Cartagena. Lo hace en el punto 229, donde recalan su promesa de derogar la ley que dota de personalidad jurídica del Mar Menor y su cuenca: "Será sustituida por una ley que realmente proteja el Mar Menor y contemple en su marco la gestión integral del acuífero en colaboración con los regantes y usuarios, ejecutando las infraestructuras hidráulicas que sean precisas y procediendo a la inmediata renovación del sistema de saneamiento de las aguas residuales municipales. Revertiremos, así, la imagen deteriorada del Mar Menor y del Campo de Cartagena".
Un poco antes, el punto 226, tratan el agua. A su juicio, la gestión del agua "siempre debe abordarse desde una concepción nacional, porque es un recurso de todos los españoles". Por eso señalan que "es urgente realizar un Plan Nacional del Agua bajo los principios de solidaridad y bien común". Dicho plan, explican, "impulsará la interconexión de todas las cuencas que permita una gestión más eficiente del agua y pueda servir para reactivar económicamente a nuestro sector primario". A preguntas de Murcia Plaza, desde el partido señalan que la medida 17 habla del agua para la agricultura: "Aunque no se mencione expresamente ese trasvase en concreto, sí recoge la interconexión de cuencas hídricas mediante un Plan Nacional del Agua, que es algo más ambicioso".
Vox, con todo, siempre ha reivindicado que es "el único partido que dice lo mismo en toda España, en Toledo, en Zaragoza y en Murcia... Y siempre ha apoyado al Trasvase. Como curiosidad, Vox también promete en su programa electoral que consultarán a los españoles para saber "si quieren un Plan Nacional del Agua que garantice el derecho de los españoles a disfrutar de sus bienes naturales en todo el territorio nacional o si, por el contrario, quieren mantener un modelo que empobrece a las familias y a los trabajadores del campo".
Sumar dedica 182 páginas a su programa electoral. El agua aparece en más de 70 veces. En el bloque dedicado al clima, titulado Ganar a la crisis climática: actuar con urgencia y responsabilidad, abogan por reforzar la adaptación climática. Y esa tarea pasa, a su juicio, por reformular la planificación hidrológica en clave de emergencia climática: "Se reformulará la planificación hidrológica y se revisarán los vigentes planes de gestión de sequías y planes de gestión de inundaciones, ajustándose a la nueva realidad del cambio climático y proponiendo las acciones necesarias para la minimización de riesgos. Ante la previsión del cambio climático, estas medidas incluirán la revisión de las concesiones de agua actuales para evitar su sobreexplotación, estableciendo criterios de eficiencia y evitando procesos especulativos. Se fomentará la reutilización de aguas depuradas o de escorrentía".
Sumar reflexiona además que España es un país de clima mayoritariamente mediterráneo en transformación a causa del cambio climático que "mantiene una cultura del agua que ya no se adapta a la nueva realidad del siglo XXI, con tres cuartas partes de la superficie del país en riesgo de desertificación". Advierten de que la sequía se ha convertido en "una enfermedad crónica del campo español que amenaza nuestra posición como potencia agraria y puede provocar impactos económicos a las mayorías sociales en forma de alzas de los precios alimentarios".
El programa también pone de manifiesto que la gestión de los recursos hídricos nacionales, "uno de nuestros bienes más preciados", debe orientarse "ineludiblemente hacia una reducción del consumo, para garantizar el abastecimiento humano y hacer frente a la sobreexplotación actual de los recursos, su deterioro y su prevista reducción como consecuencia del cambio climático". Los dirigentes de Sumar nunca se han prodigado en grandes defensas públicas (no suelen acudir a las manifestaciones del agua), aunque nunca ha renegado públicamente del Trasvase ni se oponen a él. Sí son los que más defienden y exigen que hay que buscar otras alternativas hídricas habida cuenta de los efectos del cambio climático. La ausencia en el programa, por tanto, de la referencia del Trasvase no es una sorpresa en el caso de Sumar.