VALÈNCIA. A poco más de un mes para que se celebren las elecciones autonómicas y municipales, los partidos políticos empiezan a ver cuáles son sus posibilidades en las urnas. Cada uno suele elaborar un sondeo interno que les ofrece una estimación de resultados y les indica en qué territorios y materias se debe poner el foco a lo largo de la campaña electoral.
El PSPV cuenta con su propio estudio, según el cual la formación liderada por Ximo Puig obtendría una amplia mayoría simple, que inlcuso le permitiría poder gobernar en solitario. Este sondeo fue realizado el pasado mes de marzo por la empresa Sonmerca Valencia mediante 1.200 encuestas telefónicas a personas de toda la Comunitat Valenciana. En dicho momento, Podem y Esquerra Unida todavía no habían formalizado su unión de cara a los comicios. Es por ello que se plantean como dos opciones electorales distintas.
La encuesta, al menos la parte que se ha dado a conocer, no ofrece una distribución territorial de los resultados ni una estimación de la distribución de escaños. Este periódico ha interpretado las cifras ofrecidas por el PSPV del conjunto de la Comunitat Valenciana para obtener unos resultados aproximados aunque no exactos, ya que en cada provincia se disputa un número de escaños diferente y los apoyos de cada partido tampoco son iguales en las tres circunscripciones provinciales. En todo caso, tras aplicar la ley d'Hondt a los resultados del conjunto de la Comunitat Valenciana, el PSPV sería la formación con más representación con un total de 41 escaños. El PP estaría en segundo lugar con 37 escaños. Compromís se quedaría con 11 diputados, mientras que Vox y Podem completarían el hemiciclo con cinco escaño cada uno.
El bloque de la izquierda (PSPV, Compromís y Podem) se quedaría con 57 diputados, por los 42 de la derecha (PP y Vox). Este resultado permitiría al PSPV mantener el Gobierno de la Generalitat Valenciana, incluso con un mayor peso en el Consell respecto a unos hipotéticos socios de Gobierno. Los datos incluso hacen soñar a Puig con un gobierno en solitario, ya que el PSPV estaría muy cerca de superar la representación de todo el bloque de la derecha.
En voto declarado más simpatía, el PSPV es líder con un 33,8%, según el sondeo. El PP se sitúa cuatro puntos por detrás con un 29,8%. Tras ellos, la coalición Compromís es elegida por el 9,3% de los encuestados. Vox y Podemos son las preferidas por el 4,8% de los encuestados. Ciudadanos saldría de les Corts con un 1,4%, cuando hace cuatro años se erigió como la tercera formación con 18 escaños.
Esta encuesta también pregunta por la dualidad de voto en las elecciones del 28M, es decir, si la población votará o no el mismo partido para su municipio y para el Gobierno autonómico. El 69,4% asegura que votará la misma formación en las elecciones municipales y autonómicas, mientras que el 24,1% apostará por un partido distinto en cada papeleta electoral. La coincidencia de elecciones autonómicas con municipales beneficia, de entrada, a aquellas formaciones con mayor implantación local. La ciudadanía suele apostar por votar la misma formación a la Generalitat y a su municipio. De esta forma, las elecciones autonómicas quedan enmarcadas en un contexto municipalista y no estatal.
Solo uno de cada tres valencianos valora de forma buena o muy buena la gestión realizada en la última legislatura por el Gobierno de la Generalitat. La valoración positiva (34,9%) es superior a la negativa (25,9%) por lo que el PSPV interpreta que el balance de la gestión es favorable. No obstante, el 36% de los encuestados valora de forma regular la gestión del Consell en los últimos cuatro años.
El electorado de 18 a 24 años son los que realizan una valoración más positiva de las políticas implementadas por el actual Gobierno de la Generalitat. En esta franja se obtiene un balance de gestión positivo del 25,9%. Por contra, es en la franja de edad de 50 a 64 años donde el Consell obtiene la peor nota, con un balance negativo del 1,6%. En cualquier caso, cabe recordar que, en todas las franjas de edad, en torno al tercio de la población califica de "regular" la gestión del Gobierno.
El 39% de los encuestados que respondieron conocer alguna candidatura a la Generalitat respondieron que prefieren Ximo Puig se mantenga como president de la Generalitat. Tras esta opción se encuentran los indecisos (19,4%). Al 19,4% les gustaría ver a Carlos Mazón, candidato del PP, como nuevo president de la Generalitat, mientras que Joan Baldoví (Compromís) es preferido por el 9,1% de los encuestados. El resto de candidatos no supera el 3%.
El sondeo refleja, además, un porcentaje de participación más alto que en 2019. El 75,8% de los encuestados dicen ir a votar con toda seguridad, el mismo dato que la participación de hace cuatro años. A estos cabría sumar los indecisos: el 15% responde que probablemente sí irá, mientras que el 2,8% todavía no lo ha decidido. Esto estaría, en cierta forma, alejado de los intereses del bloque de izquierdas, cuyas formaciones consideran que una baja participación podría permitirles obtener mejores resultados.
Como ya analizó Valencia Plaza, el PSPV apuesta por una campaña de perfil bajo, entre otras cuestiones por el alto grado de conocimiento de su candidato por parte de la población. Según la encuesta, Ximo Puig es conocido por un 94,4% de la ciudadanía. En segundo lugar, con casi la mitad del resultado (50,3%), se encuentra Baldoví. Habría que ir hasta el tercer puesto para encontrar a Mazón. El candidato del PP es conocido por el 46,1% de la ciudadanía, según el sondeo, lo que supone menos de la mitad del resultado obtenido por Puig.
Debido a estos datos, la formación apuesta por una campaña con el mayor enfoque autonómico y municipal posible y en la que se de los menores espacios posibles a la crispación política. El objetivo es movilizar el electorado a partir de la gestión realizada los últimos ocho años en el seno del Consell, aseguran fuentes socialistas. A todo esto se suman los esfuerzos por evitar que Carlos Mazón sea conocido por un gran número de la población. En base a todo ello, el actual President solo estará en los debates electorales de Cadena SER y À Punt tras declinar la invitación de RTVE, Prensa Ibérica (Levante-EMV, Información y Mediterráneo), y Las Provincias-Cope.