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los populares toman distancia de cara al 28-M como parte de la estrategia nacional 

El PPCV y su compleja tesis para huir de Vox como socio de Gobierno en la Comunitat Valenciana

Foto: KIKE TABERNER
24/03/2023 - 

VALÈNCIA. El PPCV se mueve desde hace tiempo en el discurso de gobernar en solitario en la Comunitat Valenciana. Y lo que parece un mensaje lógico de cara al electorado para vender la capacidad de no depender de nadie en un futuro ejecutivo y no provocar una gran movilización de la izquierda, es una tesis de la que no parece que vaya a salir hasta el último minuto de campaña. Tan clara como difícil de cumplir. 

Lo cierto es que el presidente de los populares valencianos, Carlos Mazón, ha variado moderadamente sus pronunciamientos sobre Vox. Aunque siempre ha evitado hablar excesivamente sobre ellos y un posible pacto en el caso de que den los números tras las elecciones autonómicas del próximo 28 de mayo, sí llegó a admitir que era momento de "superar prejuicios" y ha expuesto sus líneas rojas en el caso de ese escenario

Pero especialmente desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo, el PP trata de desvincularse de manera mucho más expresa de Vox. La estrategia de distanciamiento, a diferencia de la que llevó Pablo Casado para tratar de competir con ellos, parece que haga sentirse más cómodo al propio Mazón. Y ésta se ha acrecentado con la moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Aprovechando esta circunstancia, el discurso público de cara al 28-M va un paso más allá. La primera en escenificarlo fue ayer jueves la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "Lo mejor es que cada uno siga su camino", dijo a Vox en el pleno de la Asamblea. Pese a que en "muchas ocasiones" se han entendido, señaló, no le van a "arrastrar" a "la deriva" que han tomado.

Alberto Núñez Feijóo, Carlos Mazón y María José Catalá. Foto: EVA MÁÑEZ   

La dirigente, que gobierna en solitario tras quedar al borde de la mayoría absoluta en mayo de 2021, rompió de esta manera con su socio preferente en el parlamento madrileño, metiéndose de lleno en campaña electoral. Poco tardó Feijóo en salir a respaldarla. El líder del PP rechazó acudir a la moción de censura impulsada por Vox y este jueves apoyó las palabras de Ayuso. "Las comprendo y comparto", afirmó, y criticó que el partido de Santiago Abascal busca "algún rédito electoral de la anti política".

La tónica va a replicarse en el resto de territorios (aunque en algunos como Castilla y León el PP mantenga gobierno con la formación de ultraderecha). Y la Comunitat Valenciana, que se ha convertido en la joya de la corona, es uno de ellos. Pese a que los números actuales lo hagan complicado. 

El factor de las generales

Feijóo quiere evitar los gobiernos con Vox tras el 28-M. Incluso parece que esté dispuesto a sacrificar alguno, como publicó Vozpópuli, para no ceder ante ellos aunque suponga perder el Ejecutivo. No será el caso, lógicamente, de la Comunitat dado que el PP necesita ganarla. El razonamiento es el siguiente: si la formación de Abascal exige entrar en un gobierno, los populares se niegan y Vox permite un ejecutivo de la izquierda por este motivo, les penalizará en las elecciones generales, que se celebran muy pocos meses después de las autonómicas (en diciembre de 2023) y son su cita de gran importancia. 

Esta tesis es la que maneja el PPCV, cuyos dirigentes se niegan a entrar en el juego de hablar del reparto de competencias con Vox o en el de si estarían dispuestos a darles una vicepresidencia. Actualmente, las encuestas que manejan les dan entre 35 y 37 escaños en Les Corts (18 más que los actuales), mientras que al partido de ultraderecha le otorgan entre 13 y 15 (5 más que los de 2019). Esta suma les daría, en su parte más alta de la horquilla, la mayoría absoluta con 52 diputados sin Ciudadanos, que no obtendría representación. 

El candidato de Vox a la Generalitat, Carlos Flores. Foto: VOX   

Se trata de una distancia considerable entre uno y otro, aunque el resultado de los populares no sería el de una victoria aplastante como en Madrid o Andalucía. Pese a ello, ven posible gobernar en solitario. "Un votante de Vox no entendería que aquí permitieran que el Botànic volviera a gobernar. Sería un mensaje muy dañino con unas generales muy poco tiempo después", reflexionan fuentes del PPCV. 

En todo caso, dependerá del resultado electoral. De hecho, los populares creen que Vox podría sufrir una bajada en apoyos de aquí a elecciones con una tendencia similar a la de Podemos. Aun así, lo que parece claro es que de pactos no se hablará hasta después de los comicios, donde se comprobará la posición de fuerza (o no) de la que parte cada uno. 

La misma situación se analiza en el caso del Ayuntamiento de València. Aquí, las encuestas de los populares pronostican 14 concejales para ellos y 3 para Vox. La portavoz municipal del PP, María José Catalá, también se ciñe al discurso de una victoria con la mayoría suficiente como para gobernar en solitario. Algo que, al igual que a nivel autonómico, no está nada fácil. 

Vox, por supuesto, se encuentra en otra onda. Su intención es entrar en todos los ejecutivos y las negociaciones, como ha ocurrido hasta la fecha, las pilotará la dirección nacional a diferencia de en el caso de los populares, que se llevarán desde el territorio. Si el PP es el partido más votado, le corresponderá tomar la iniciativa para asegurarse los votos de la investidura y la formación de Gobierno. El partido de Abascal, con Carlos Flores a la cabeza como candidato a la Generalitat, esperará la llamada, se sentará con ellos y exigirá un trato que sea conforme a los resultados obtenidos. Su modelo en la Comunitat tiene claro que es el de Castilla y León, por lo que lucharán por dirigir consellerias.  

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