VALÈNCIA. Las aguas de la parrilla de la próxima temporada de À Punt andan inquietas. Si la semana pasada se anunció una revolución en los servicios informativos, las redes sociales se han encargado de hacer oficioso el fin de las grabaciones de Atrapa’m si pots, el concurso decano de la radiotelevisión valenciana pública.
Carolina Ferre dejó caer, a través de su cuenta de Twitter, que desde hacía un mes su contrato había finalizado. Pero parece que À Punt también está valorando a otros presentadores para mantener el formato. Fuentes de naturaleza diferente apuntan, al menos, a una: Ximo Rovira.
El presentador de grandes formatos en Canal 9, cuya popularidad trascendió a la televisión nacional, se está barajando por parte de la dirección de la cadena. Una decisión que no solo no está cerrada —en principio, ni siquiera ha grabado un piloto—, sino que ya ha despertado ciertos recelos en la cúpula de los entes que gestionan À Punt.
Las fuentes consultadas tienen versiones diferentes del punto en el que se está la idea. Por un lado, las oficiales afirman que la propuesta aún no se ha elevado al Consejo Rector y que se está sondeando aún. Por otro, otras apuntan precisamente a que ha sido el propio Consejo Rector el que ya ha evaluado (y rechazado) la posibilidad. Una última divaga que tal vez se haya sondeado de manera no oficial antes de ganar o perder la votación del conjunto del Consejo Rector.
En todo caso, de ello se desprende que hay conocimiento del proyecto y división. El nombre de Rovira suscita un eterno debate: el de si, en la vuelta de las caras conocidas de la antigua Canal 9, vale más su experiencia y su popularidad o la losa de la televisión que se hizo. Es un debate eterno, que cambia con las personas que van ocupando los puestos de responsabilidad. Este debate crea fricciones entre aquellas personas que velan por la audiencia y la reconexión con el público y las que anteponen una imagen de renovación total de la cadena. Dos posiciones que tienen trincheras montadas en los puestos más altos de la Corporació y de la Societat.
En todo caso, las fuentes oficiales también afirman que, aunque Carolina Ferre “es una presentadora de la cadena con la que se cuenta”, actualmente no hay un programa proyectado en la parrilla del curso que viene en el que participe, a la espera de la renovación de Tresors amb història.
El tuit que ha desvelado que Atrapa’m si pots ya no se estaba rodando en realidad quería quejarse de la utilización de su imagen en las redes sociales del programa gracias a las repeticiones mientras ella no tiene ningún proyecto en marcha.
Un “conmigo sin mí” que también han aupado otras personalidades de la cadena, como Eugeni Alemany (que se ha desvinculado de À Punt) o Xavi Castillo (que afirma que la segunda temporada de su serie está en un cajón). Los tres simbolizan un hecho innegable: en su corta vida, la televisión ya ha tenido tiempo de dejar escapar a grandes activos del que dependían programas de prestigio y audiencia. Ahora la cadena decide si Ximo Rovira debería entrar en esa cartera.
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El momento más visto fue la bajada de la Senyera con un 20,4% de cuota de pantalla, donde À Punt lideró la audiencia por delante del resto de cadenas.