ALICANTE. Studio 54, un lugar que se ha convertido en sinónimo de extravagancia y excesos en el mundo de la vida nocturna, fue el epicentro de la escena cultural de la década de 1970. Más allá de ser solo una discoteca fue un lugar de encuentro y adquirió un cariz social que sobrepasó fronteras e hizo que fuera el meeting point de las celebrities de la época. Como ahora sucede con El Portal Krug Ambassade de Alicante , Studio 54 destacó por su interiorismo y diseño provocativo, que se convirtió en un factor clave en su éxito y que supuso la creación de un legado que hoy perdura. Ahora el famoso restaurante le rinde homenaje recreando su icónico estilo.
Studio 54 abrió sus puertas en 1977 y fue diseñado por el arquitecto Scott Bromley y el diseñador de interiores Ron Doud. Sus promotores fueron Steve Rubell e Ian Schrager. Desde el momento en que cruzabas la puerta de este antiguo teatro, quedaba claro que este no era un lugar como ningún otro. La fachada exterior era simple y discreta, pero una vez dentro, te sumergías en un mundo de fantasía y glamour sin precedentes. De esta misma premisa parte el cambio estético de El Portal. En NY los grandes candelabros dorados, las paredes cubiertas de espejos y las luces de colores brillantes creaban una atmósfera mágica y exuberante. Además de su icónica pista de baile, el centro de todas las miradas, Studio 54 también presentaba otros elementos de diseño notables. Una de las características más destacadas eran las jaulas doradas suspendidas del techo, en las que las bailarinas realizaban sus coreografías. El mobiliario también seguía la estética del lujo y la opulencia, con sillones de terciopelo, cortinas de seda y espejos en todas partes.
En el caso de Alicante la pista pasa del suelo al techo creando un mosaico de cubos multicolor con más de 480 paneles brillantes de diferentes dimensiones y en colores como el fucsia, dorado, verde o cobre. Complementando a la instalación de techo, se han repartido, por todo el local, más de 30 bolas de discoteca en colores dorados, aportando los reflejos propios de la época. Las paredes se han llenado de secuencias de lentejuelas en muchos colores y formando distintos motivos geométricos. “Para darle un contrapunto más sobrio en la tapicería se ha usado el terciopelo negro. Se ha excluido la zona de coctelería, usando un tono bermellón, para realzar la zona más festiva de El Portal como ocurría con Studio 54”, explica Raquel Giménez, la responsable de diseño de El Portal.
El estilo característico de la discoteca se basaba en la moda disco de la época, con una gran influencia de diseñadores como Halston, Yves Saint Laurent y Diane von Furstenberg. Recordando los looks de Cher (una de las asiduas) emulando sus flecos en chaquetas y pantalones, se han forrado las columnas con capas de flecos fucsias. Otras celebridades como Warhol, Michael Jackson, Liza Minelli, Mik Jagger, Diana Ross e incluso “nuestro” Dalí, que aportó mediterraneidad a la Gran Manzana.
Precisamente eso, pintar de mediterráneo un menú muy EEUU, es lo que logra el chef Sergio Sierra, responsable de la cocina de El Portal, con los nuevos platos que siguen la temática Studio 54. “Nos basamos en una idea, la de la cocina italoamericana, ya que en la década de los 70 era la tendencia en NY. Sus máximos exponentes eran restaurantes italianos como Elaine’s o, en la nouvelle cusine, la del restaurante The Quilted Giraffe. Todo ello rodeado de mucho hedonismo, euforia y excesos. Tampoco hemos querido olvidarnos de la cocina callejera de NY pero esta vez, como no podía ser de otra manera, elaborada con productos muy muy premium”, explica Serra.