Elena López Riera: "Lo fantástico está en mi día a día; no veo tanta diferencia con lo real"

ALICANTE (EFE). La alicantina Elena López Riera (Orihuela, 1982) llevaba cuatro meses "mordiéndose" la lengua para no desvelar que su ópera prima, El agua, estaría en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, un "premio", afirma la cineasta en declaraciones a EFE, que le permite compensar a su equipo por el esfuerzo.

"Estaba ya como que no podía más, hoy ha sido increíble", se ríe la cineasta, que considera "un premio poder estar ahí. Estoy feliz por mí, pero también por todo el equipo que me ha acompañado y que le han puesto mucho cariño y mucho trabajo a mi película, es la única manera de poder retribuirles, de estar a la altura del trabajo que ellas han hecho".

El agua es, de momento, la única película española que participará en el próximo Festival de cine de Cannes, dentro de la Quincena de Realizadores, según ha confirmado hoy el delegado general del certamen, Paolo Moretti, que ha definido el largometraje como "místico, sensorial e impregnado de sensibilidad documental, en torno a un mito: el de la desaparición recurrente de mujeres en un pueblo español".

"Es un poco difícil para mí definir mi película porque yo vengo del documental, pero me interesa mucho el cine fantástico, y El agua es un mix que Paolo, el director de la Quincena, ha definido muy bien: una mezcla de géneros que a priori no van juntos, pero que son la continuación de mi trabajo", explica la autora

La película está ambientada en verano, en un pequeño pueblo del sureste de España. Una tormenta amenaza con volver a desbordar el río que lo atraviesa. Una vieja creencia popular afirma que algunas mujeres están predestinadas a desaparecer con cada nueva inundación porque tienen 'el agua adentro'.

Ana (Luna Pamies) vive con su madre (Bárbara Lennie) y con su abuela (Nieve de Medina) en una casa a la que el resto del pueblo mira con suspicacia. En medio de la atmósfera eléctrica que precede a la lluvia, Ana conoce a José (Alberto Olmo) a la vez que lucha por aventar a los fantasmas.

López Riera explica que El agua viene "de la tradición del lugar en el que me he criado, de mi abuela, de mis tías, mis vecinas, de mi madre, y de una manera de contar el día a día, donde los milagros de los santos se mezclaban con todo tipo de supersticiones y los muertos que venían a visitarnos y a charlar, y con mi abuelo que estaba, aunque no estuviera".

"Es que para mí lo fantástico está en mi día a día; no veo tanta diferencia entre lo fantástico y lo real, y supongo que eso se traduce en mi trabajo", señala la directora. Su vida, dice, contiene esas tradiciones y costumbres de su pueblo, Orihuela (Alicante) y comprende que su forma de contar en el cine es "muy complicada; sé que es muy inverosímil, pero era difícil no creer en las supersticiones entre las que me he criado".

"Si te duele la cabeza, te echaron mal de ojo, o que los muertos no se van; es parte de mi educación y mi manera de ver la vida", resume. A ello se suma que es "una cinéfila empedernida", que ve cine desde que tiene uso de razón, una "friqui" a la que entusiasma la literatura y la poesía, como no podía ser de otro modo, siendo del mismo pueblo que Miguel Hernández (sonríe).

El festival francés, que se celebrará entre el 18 y el 27 de mayo de este año, dará a conocer este miércoles, 20 de abril, la programación de la Semana de la Crítica, donde se espera que nuevos títulos se unan a la representación de España, entre ellos, La maternal, segundo largometraje de Pilar Palomero.

López Riera toma el relevo de cineastas españoles que presentaron sus películas en Cannes en ediciones anteriores de la Quincena, como Clara Roquet, Lois Patiño o Alberto Mielgo, que acabó ganando el Óscar en su categoría con su corto animado El limpiaparabrisas. La alicantina, además, ya participó en la edición 2015 de la Quincena de Realizadores con su cortometraje Pueblo, en 2015; en 2016 llevó al Festival de Locarno Las vísceras y allí mismo ganó, en 2021, con Los que desean, que también estuvo en San Sebastián.