VALÈNCIA (EFE/Mercedes Salas). La flota pesquera celebra este domingo el Día de la Gente de Mar en un momento político crucial y en medio de una gran encrucijada por los problemas de relevo generacional, la transición energética o el efecto de la inflación en el consumo.
El Día de la Gente de Mar, que conmemora cada 25 de junio la Organización Marítima Internacional (OMI) tiene como fin sensibilizar sobre la labor de los marineros y este año es muy oportuno para los pescadores, ante el panorama electoral y a días del inicio de la presidencia española de la Unión Europea.
La patronal de armadores Cepesca y la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras han multiplicado, sus reivindicaciones para defender la continuidad de una flota compuesta por 8.657 barcos, que genera 31.000 empleos y 1.600 millones de euros, han asegurado en declaraciones a EFE.
"Más que reivindicar tenemos que valorizar a la gente de mar. En tierra piensan aún que los marineros tenemos un parche en el ojo y no es así. El oficio es una forma de vida y el mantenimiento de unos pueblos", ha señalado el presidente de la FNCP, Basilio Otero.
Los pescadores insisten en que están dispuestos a la transición energética y a una actividad sostenible pero se sienten perseguidos por las políticas verdes de la UE y piden más apoyo.
"La UE tendrá que adaptarse a las nuevas realidades y cambiar los conceptos si quiere que siga existiendo el sector. El pescado es la proteína con menor huella de carbono", ha subrayado a EFE el secretario general de Cepesca, Javier Garat.
Pesca España, que agrupa a organizaciones de productores, ha lanzado una campaña en la que alerta satíricamente de la posibilidad de que los pescadores españoles solo existan en el metaverso en el futuro.
Del total de la flota española, faenan en el caladero nacional 4.557 barcos del cantábrico noroeste, 2.281 en el Mediterráneo, 752 en el Golfo de Cádiz y 710 en aguas de Canarias, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En aguas de la UE no españolas operan 99 barcos, en los caladeros internacionales la presencia de la flota nacional se reparte entre los caladeros del Atlántico norte (23) otros como el Índico, el Atlántico sur o el Pacífico (162).
La escasez de tripulantes y la falta de relevo generacional es el problema más grave que padece el sector en estos últimos años, según Cepesca.
Los armadores han pedido a los partidos políticos que concurren a la elecciones generales "mejorar la formación para potenciar la carrera profesional marítimo-pesquera y conseguir atraer a los jóvenes, favoreciendo los embarques de los alumnos y el contacto con armadores".
Por otro lado, ha reivindicado agilizar el procedimiento de contratación de extranjeros en la flota, flexibilizando los trámites y los procesos de homologación de los títulos.
Otero ha pedido a las Administraciones autonómicas que solventen las dificultades y las diferencias en los programas de formación.
La descarbonización de la flota es otro desafío y en este ámbito los armadores y las cofradías han pedido alternativas viables y una transición "justa con plazos realistas", además de un cambio en las reglas sobre las ayudas a la construcción de nuevos barcos.
Pero otras aspas han provocado el rechazo de la flota española: los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) del Ministerio de Transición Ecológica para promover los molinos eólicos.
Los armadores y las cofradías han lamentado que en esos planes no se les ha tenido en cuenta, faltan estudios de impacto y han esgrimido que un 95 % de la flota extractiva puede verse afectada por esos parques.
"Se desconoce la repercusión que pueden tener en el medio marino las instalaciones flotantes, los cables, las corrientes, la energía electro magnética generada", han señalado.
Según Cepesca instalar granja de algas en esas zonas reduciría aún más los caladeros.
Los precios del pescado y del marisco han subido un 3,6 % en los últimos doce meses, según los últimos datos del IPC, pero en mayo cayeron un 2,7 % mensual y además, se trata de un repunte inferior al de la inflación alimentaria (12 %).
El sector pesquero ha alertado de la caída del consumo y aprovecha cada ocasión para reclamar que el IVA del pescado y del marisco baje del 10 % actual al 4 % o sea eliminado.