VALÈNCIA (R. B. C./EP). El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha asegurado este martes que "respetará" las 421 exhumaciones de fosas de víctimas de la guerra civil y la dictadura aprobadas por el Botànic porque su Gobierno del cambio, ha recalcado, "no ha venido a luchar contra la ley ni la seguridad jurídica". "Eso ya lo han hecho otros queriendo hacer una memoria de parte y una memoria sesgada", ha señalado.
"No venimos aquí a incumplir la ley ni a reformar todo lo que viene del pasado porque eso solamente lo hacen los que no saben trabajar bien", ha afirmado en declaraciones a los medios.
Mazón sí ha hecho hincapié en que "buscará el máximo consenso" para dar una nueva orientación al área de Memoria Democrática, marcando distancias con el modelo desarrollado por el Botànic. "Otros han querido hacer memoria de parte e ideológica", ha señalado.
En la nueva estructura del Ejecutivo autonómico, la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática –que estaba dirigida por Esquerra Unida y ahora se ha suprimido– se vuelca al completo en Presidencia. Todas las competencias dependerán a partir de ahora del secretario autonómico de Relaciones Institucionales y Transparencia, Santiago Lumbreras.
Este departamento será el que aglutine la "programación, gestión y coordinación de las políticas del Consell en materia de la memoria democrática y de fomento del autogobierno". Algo que supone, en la práctica, que Presidencia ha de decidir sobre todos los proyectos pendientes que dejó el anterior Ejecutivo autonómico del tripartito, algunos de los cuales se encontraban ya bastante encarrillados.
Se trata, por ejemplo, de cientos de exhumaciones en Castelló, Alicante y Paterna (Valencia). Horas antes de dejar el Consell, Rosa Pérez –titular del departamento– firmó la adjudicación de 421 excavaciones de fosas como una manera de blindarlas. Algo que ahora tiene que asumir el nuevo Gobierno y que Mazón ya ha avanzado que mantendrá.
La dirección general responsable de todo ello estará encabezada por José Tárrega, un fichaje de la alcaldesa de València, María José Catalá, para su lista al Ayuntamiento en las pasadas elecciones tras varios años de papel muy activo de manera crítica contra el consistorio como presidente de la Asociación de Vecinos de Penyaroja.