El Instituto ICIE está formado por profesionales de muy diferentes ramas y profesiones. Cada uno de nuestros grupos de trabajo analiza los diferentes problemas de nuestro municipio y realiza propuestas para intentar solucionarlos. Por eso, estos artículos que mensualmente publicamos, gracias a Elche Plaza, son fruto del trabajo de varias personas y no de una sola, aunque, por requisitos del guión, sólo aparezca el nombre de nuestro presidente.
Es bien conocido el valor que el comercio aporta a un entorno urbano. Actúa como factor de diferenciación y competitividad para las ciudades.
Así, recientes estudios lo posicionan como un verdadero barómetro capaz de determinar el grado de salud de una ciudad. La pérdida de atractivo comercial va siempre ligado a la pérdida de atractivo de la ciudad misma.
En Elche contemplamos preocupados como, con el paso de los años, el comercio de nuestra ciudad ha decaído de manera ostensible y progresiva. El foco central del mismo no es ni la sombra de lo que fue hace tan sólo veinte años y centros secundarios se muestran incapaces de ofrecer la oferta y atractivos que una ciudad de más de doscientos mil habitantes demanda. El desequilibrio es evidente y beneficia a otras urbes cercanas en detrimento de la nuestra.
Los motivos que han producido este demérito son variados y complejos. Alan Lakein dice de forma muy acertada que “ no planificar es planificar el fracaso”. Elche debería tener un plan estratégico propio en el que la administración pública contemple la planificación del comercio en la ciudad. Siempre con la estrecha cooperación y colaboración de los protagonistas principales: los comerciantes.
En ese sentido el Instituto ICIE, realizando un análisis y posterior estudio pormenorizado, tarea que define nuestra filosofía como asociación, resalta la necesidad de elaborar un proyecto comercial que posicione a Elche como una ciudad competitiva, capaz de atraer a un número muy significativo de visitantes por sus atractivos variados: residenciales, de inversión, turísticos y comerciales.
Un Centro Comercial Abierto puede ser sin ninguna duda, la solución al problema planteado. Impulsará al comercio, dinamizará el entorno donde se ubique y le dará un valor diferencial al consumidor que lo disfrute.
Dicho modelo, bien organizado es una gran oportunidad para concentrar diversas actividades que se complementan y fortalecen unas a otras. Estoy hablando como no del comercio en todas sus ramas, pero también del ocio, servicios, patrimonio cultural y artístico. Y para ello, en Elche requerimos que está visión organizativa se vea incluida en una perfecta integración urbana.
Consideramos fundamental la colaboración público-privada con capacidad real de revitalizar el área central de nuestra ciudad, en aspectos tan relevantes como la accesibilidad, la atracción de personas y negocios, la animación del entorno, entre otros.
La estrategia de éxito que se plantee debe estar bien configurada y meditada. Pongo como ejemplo la oferta comercial, que además de ser muy variada debe ser competitiva y diferente frente a modelos y alternativas comerciales distintas, como son los centros comerciales de las afueras de la ciudad.
Porque un Centro Comercial Abierto presenta un modelo policéntrico, mediante el cual, y a partir de un núcleo central potente, se vertebran otros secundarios o menores ubicados estratégicamente en todo el casco urbano que pretendemos organizar.
Con este artículo, en ICIE queremos poner de relevancia está triste realidad en nuestra ciudad. Y también que la misma sigue teniendo recursos y maniobrabilidad suficiente para revertirla. Conjugando la colaboración público-privada, - en la que la administración local debe
erigirse como espoleta de inicio fundamental - y enmarcados todos los esfuerzos en torno a un proyecto como el del Centro Comercial Abierto, todo es posible.
Una célebre frase de Winston Churchill dice:” Nunca me preocupo por la acción, sino sólo por la inacción”. Vaya por delante que ese y no otro es el deseo del Instituto ICIE. Que se inicie desde las instituciones pertinentes esa acción que mencionamos, amparada en el estudio, la objetividad y el conocimiento. Sin eximir la ilusión necesaria para conseguir los objetivos que nos fijamos, que se resumen en ofrecer el comercio de prestigio que Elche y sus ciudadanos se merecen.