ELCHE. No hay novedades positivas con la covid en Elche. Ni las habrá hasta dentro de varias semanas, a la espera de que las medidas drásticas tomadas por el Consell de cerrar la hostelería y adelantar el toque de queda surtan efecto y que se sigan reduciendo al mínimo indispensable las reuniones sociales. Como consecuencia de la relajación de las medidas o bien de la falta de restricciones, o de ambas, durante las navidades, la realidad es que el coronavirus sigue golpeando de forma dura a la ciudad. Otra vez más de 700 contagios en cuatro días y cuatro nuevos decesos, uno en el Hospital Vinalopó y tres en el Hospital General.
Los datos aún muestran las consecuencias de un diciembre fatídico y seguirán subiendo los próximos días, cuando empiece a desinflarse su transmisión, aunque dentro del ámbito autonómico y nacional, se espera que se esté llegando al pico de la ola. Mientras tanto, los hospitales de la ciudad intentan capear el temporal como se puede, con 51 pacientes covid y 307 ingresados. Otro récord. En el Hospital General son 205 los pacientes en planta y 36 los que están en la Unidad de Cuidados Intensivos; en el caso del Vinalopó, son 102 y 15 respectivamente.
Asimismo, aunque en el Vinalopó a priori están aguantando relativamente bien con sus dos UCI —una con 16 camas y otra con 5 y con espacio para una tercera— y en planta con dos pacientes por habitación, la situación en el General está cada vez más al límite. Son tres los pacientes que entran en una habitación según denuncias anónimas de sanitarios, y es difícil determinar cuándo llega esa situación al borde del colapso porque cada día y cada hora la situación fluctúa, y además, como en otras partes, la plantilla está exhausta, con sanitarios aislados por covid, otros trabajando en días libres y redoblando turnos.
En el caso del Hospital General, están muy saturados, son ya en la práctica 4 plantas o incluso más de pacientes con coronavirus, y se están derivando pacientes a hospitales públicos y privados. Algo que no es nuevo, ya que en la primera ola estuvieron derivando y recibiendo pacientes de otros centros, pero sí es indicativo de la situación que se vive, con una sensación constante de estar al límite. Se derivan pacientes covid y no covid, pero no de los que están en UCI, y por el momento, no al hospital de campaña instalado en Alicante, ya que es para pacientes leves. Otra muestra del desborde es que se busca contratar a 40 enfermeros de forma urgente hasta el 31 de mayo.
En la parte positiva, dentro de la gravedad, que el personal sanitario ya está vacunado —dentro del buen ritmo que se ha cogido a nivel autonómico y nacional— y que a pesar de estar en un nivel de saturación no experimentado hasta ahora, en el General aún hay capacidad para generar más camas UCI, aunque sin duda es consecuencia de la peor de las noticias. Hasta ahora se habían asignado 30 camas de Cuidados Intensivos para pacientes covid, juntando las habituales y las que se habían puesto de Anestesiología, pero con 36 ingresados UCI se siguen absorbiendo camas de pacientes no covid —que obviamente merman las capacidades para atender a otros pacientes— que son unas 20-25, por ejemplo las unidades de quirófano y UCSI (Unidad de Cirugía sin Ingreso). Así que se van ocupando según las necesidades, pero la presión va aumentando de forma progresiva. Pesan mucho los 1.492 positivos covid acumulados en dos semanas en la ciudad (con los dos hospitales).