ALICANTE. Se suele decir que los clubes históricos tiene mucho de histéricos y el Elche no se queda atrás en lo anterior.
Eder Sarabia se mostró especialmente crítico con su equipo tras el choque ante el Deportivo de La Coruña del domingo, poniendo el acento en cuestiones a las que ya había apuntado después del envite con el Huesca de la primera jornada: que sus jugadores hubiesen adolecido de rigor defensivo, olvidado que "para ganar el partido lo primero es no perderlo" y jugado "a la ruleta rusa" le llevó a calificar el punto cosechado como "bueno".
El bilbaíno defiende que el plan B no es el sistema en sí, lo son las variantes dentro del mismo y este domingo las introdujo... además de cambiar de planteamiento más de una vez. Después de cinco jornadas, Sarabia aparcó el 1-3-5-2 y optó por un 1-4-4-3 que no tardó en mutar en 1-4-4-2 y que en la segunda mitad terminaría siendo 1-3-5-1-1.
Algunas de esas variaciones fueron la suplencia de Gerard Hernández, quien no tuvo minutos después de ser titular en las últimas cinco jornadas; que Yago Santiago ocupase el flanco derecho del ataque mientras la puesta de los tres centrales y dos carrileros estuvieron en el cajón; o que Agustín Álvarez empezase haciendo lo propio por el izquierdo en el tridente ofensivo del 1-4-3-3, para terminar desplazado en el 1-4-4-2 hacia dentro por 'Nico' Castro y, especialmente, Salinas, quien junto a Dituro, Febas y los centrales fue de los pocos que ejerció el mismo rol (en su caso el de ocupar la banda izquierda) desde el primer al último minuto.
El duelo con el Deportivo de La Coruña fue muy rico tácticamente (Imanol Idiakez, técnico de los blanquiazules, tampoco se quedó atrás a la hora de introducir cambios), pero el juego de los espacios se quedó sin ganador y el aficionado del Elche se fue a su casa con la sensación de que los suyos no habían estado a la altura, empezando por Sarabia. Si este señaló en la sala de prensa a los jugadores, llegando a personalizar en algún caso (el de Agustín Álvarez, sin ir más lejos) el entorno lo hizo también ('Nico' Castro, 'Nico' Fernández y Sory Kaba fueron los destinatarios de los principales reproches) pero, especialmente, apuntó al entrenador...
Y es que después de nueve jornadas los franjiverdes están más cerca de la zona roja (dos puntos) que de la verde (cuatro). El Elche arrancará la décima jornada como decimotercero con 11 puntos, después de tres victorias, dos empates y cuatro derrotas, habiendo anotado nueve goles y encajado otros tantos.
Ahora bien si echamos la vista atrás, hace un año con Sebastián Beccacece en el banquillo los franjiverdes contaban con dos puntos menos (que hoy les tendrían en zona de descenso) y marcaban la permanencia. Habían ganando un partido menos, empatado uno más, perdido también cuatro y solo habían anotado cinco tantos por los once que habían encajado.
A nadie le escapa que la propiedad va a tener menos paciencia que la pasada campaña, toda vez que Beccacece era un representado de Christian Bragarnik y Sarabia no lo es, pero conviene recordar que la contratación del bilbaíno fue una apuesta personal del boanerense.
Al Elche de Beccacece le costó mucho arrancar, pero cuando lo hizo rozó el cielo. Es verdad que luego se cayó a plomo y no llegó ni a pelear la clasificación para el 'play-off', pero tras nueve jornadas no parece que el Elche de Sarabia esté tan lejos de lo que él pretende (por mucho que se pueda pasar tocando teclas) como lo estaba el de su antecesor en el cargo, por lo que cabe esperar que alcance antes la velocidad de crucero. Si a esto último le sumamos que este curso hay mejor plantilla y otras formas en el banquillo, parece equivocado caer en el 'déjà vu' y/o apresurado temer que la 2024/25 acabe igual de mal que la 2023/24.
El domingo, ante el Real Sporting, los franjiverdes tienen una buena oportunidad para regresar a una senda que en el último mes de competición era buena, no obstante la derrota en A Malata en un partido que bien pudo terminar en empate.