Viviendas en Travalón / RAFA MOLINAELCHE. Hace unos días el portal Fotocasa publicaba un informe denominado 'La vivienda en alquiler en España en el año 2019' en el que analizaba la evolución de los precios en el pasado curso, y el resultado fue que Elche es la ciudad de todo el país en la que más creció el precio del alquiler, aumentando un 24% con respecto a 2018. Muy por encima de la media del incremento anual del 5,1%, aunque depende de cada territorio. La ciudad ilicitana se lleva el récord al igual que la Comunitat Valenciana, la comunidad en el que más ha subido con un 10,2%.
En términos de variación anual de los municipios estudiados (85 con datos de variación anual), la tendencia es la del incremento del precio, dejando atrás los descensos recogidos en informes anteriores. De hecho, salvo en cuatro poblaciones cuyo precio desciende respecto al año anterior, el precio de la vivienda en alquiler ha subido en 81 de los 85 analizados. Tan solo dos suben entre un 20 % y un 30 % respecto a 2018. Uno es Elche, con un 24% y el otro Murcia, con un 20,4%. En cuanto al precio de la vivienda en alquiler por metro cuadrado, en la provincia la media está lejos de la subida local, puesto que este precio se sitúa en 8,03 euros el metro cuadrado. En toda la comunidad tan solo ha bajado un 1%.
En cualquier caso, esta tendencia a la subida del alquiler se lleva viendo los dos últimos años, aunque hasta entonces no un incremento como ese 24%. En comparación con 2016 o 2017, no solo han aumentado considerablemente los precios del alquiler, sino que cada vez se encuentran menos, consecuencia directa de esa subida. Y eso a pesar de que también se ha a reactivado la compra de vivienda y las licencias para construir, aunque de forma moderada, ahora ya estable. Por los precios de alquiler actuales, otros optan por volver a meterse en una hipoteca, a pesar de que esa reactivación del sector inmobiliario también ha venido aparejada del aumento de algunos pisos en cuestión de meses o poco más de un año.
A este respecto, Fotocasa también ofrece un interesante informe sobre esta coyuntura: pese a la extendida creencia de que los millennials no muestran interés por la compra de una vivienda, los datos reflejan que sí quieren, pero no pueden. Los elevados precios, la falta de ahorro, la imposibilidad de acceder a la financiación necesaria y, sobre todo, la precariedad y bajos sueldos a los que suele estar ligada su actividad laboral, les impiden plantearse la compra. En otras palabras, se alquila por necesidad. No pueden acceder a la compra y se quedan en el alquiler. Pero muchos de ellos ni siquiera eso. El informe pone de relieve también cómo se ha duplicado en el último año el porcentaje de menores de 35 años que están intentando entrar en el mercado del arrendamiento y no pueden.
