ELCHE. Cinco años después de anunciar el proyecto de Elche Campus Tecnológico, a mitad de la anterior legislatura en 2017, la iniciativa empieza a florecer. En el Consejo de Administración de Pimesa, la empresa municipal que lo promueve, se formalizó finalmente la entrada de la primera compañía, que además es también ilicitana. PLD Space, una de las firmas que más ha dado que hablar en los últimos años tanto por su objetivo de lanzar cohetes para poner en órbita pequeños satélites, como de su crecimiento exponencial. Sin embargo, hay otras operaciones muy avanzadas que se espera que culminen próximamente.
En este sentido, con la visita oficial hace unas semanas a este primer inmueble había en ciernes dos operaciones para cerrar. Una era la de PLD Space que ya ha cristalizado, y según ha podido saber este medio, habría otra que no ha dado tiempo a que entre en el Consejo de Administración de este mes, por lo que podría rubricarse su entrada en la próxima sesión o en cortas. A priori, esta sería otra entrada de envergadura, con unos 1.000 metros cuadrados. De ser así, ya que no tiene por qué ser definitivo, presumiblemente tendría que ser en la planta baja, porque cada una tiene 1.700 metros cuadrados, y la entrada de la compañía aeroespacial consumirá casi la mitad, 866,65 m2.
Asimismo, además de esa otra empresa con vistas a entrar a corto plazo, hay otras operaciones de comercialización activas. De hecho, la empresa municipal va a variar el formato de estas, cambiando precios y eliminando alguna de las opciones de entrada al Campus. Ya ha consultado con distintas comercializadoras para esta nueva etapa que se vio truncada con el estallido de la pandemia, que paralizó el mercado y que ahora vuelve a reactivarse. La otra incógnita es qué pasará con el segundo inmueble, el cedido a la Universidad Miguel Hernández (UMH), que advirtió que solo entraría en el mismo con fondos ajenos, como los europeos. En cualquier caso, hasta verano que finalice la reinstalación de la fachada, hay tiempo de margen para que se decida. Después se tendrá que valorar qué se hace porque el inmueble cuando esté finalizado.
En cuanto a los planes de la firma aeroespacial, su voluntad es instalarse cuanto antes, ya que están en pleno proceso de expansión para seguir cubriendo hitos de su proyecto. Actualmente tienen una plantilla de 80 trabajadores y esperan tener 180 a finales de 2022; una contratación de un centenar de personas, como anunciaron en la presentación del Miura 1. Estas nuevas oficinas convivirán con su actual nave en el Parque Empresarial, ubicada en la calle Nicolás Copérnico. Eso sí, aún no han decidido, o al menos hacer público, a qué las destinarán. Serán ocho módulos y una docena de plazas de garaje con un alquiler mensual de 5.750 euros (IVA incluido) durante cinco años. Pimesa asumirá por su parte la instalación de los aseos y un pavimento básico, quedando el resto de adecuación de las instalaciones a cargo de la compañía, que tendrá tres meses de carencia desde la firma del contrato.
Por lo pronto, sus objetivos a corto plazo son seguir trabajando en la plataforma de lanzamiento del aeropuerto El Arenosillo de Teruel, en el que se ha previsto que a final de año puedan hacer el primer lanzamiento de prueba del 'Miura 1'. Van a seguir acondicionando sus instalaciones porque van a crear nuevos bancos de propulsión para probar el 'Miura 5', cuya fecha quedaría para 2024 desde la Guayana Francesa. Actualmente están fabricando el lanzador orbital, con el vehículo comercial y hace falta crear nuevos bancos de ensayo. Si el 'Miura 1' está preparado para cargas de 100 kilos, con una longitud de un edificio de tres plantas, el 'Miura 5' será tres veces mayor, y podrá cargar desde 400 hasta los 900 kilos. En el plano económico, a finales de 2021 cerraron una ronda de financiación de 25 millones de euros. A priori tienen comprometidos con clientes lanzamientos para los tres primeros años.