Hoy es 29 de marzo y se habla de

la inquietud de vecinos de partidas rurales, en aumento

Elche, a vueltas con las pedanías, ahora plantón de Torrellano al tripartito 

3/10/2018 - 

ELCHE. Al tripartito local se le sigue atragantando la gestión de las pedanías, uno de los colectivos que más han visibilizado su malestar durante la legislatura, fruto de incumplimiento de compromisos o de olvido para con sus reivindicaciones históricas. La última en mostrarlo, la pedanía de Torrellano, que no acudió a la junta municipal del pasado lunes, como muestra de la indignación con la que viven esa falta de cumplimientos del equipo de gobierno.

Primero fue la pedanía de El Altet, que históricamente ha sido de las más reivindicativas en ese sentido, intentando la segregación en varios momentos del pasado siglo. Un tema con el que han vuelto esta legislatura, y con el que han acabado por formar un partido, El Altet Decide, para aunar esas posturas segregacionistas desde las que se sigue hablando de que el Ayuntamiento les trata como ciudadanos de segunda. En cuanto salió el asunto, el equipo de gobierno intentó calmar los ánimos, anunciando más inversiones e incluso forzando la dimisión de su alcalde pedáneo.

El Ayuntamiento intenta sofocar las quejas vecinales

Un movimiento que no impedirá que sigan con esas reivindicaciones. Unas quejas que también llegan desde otras partidas rurales ilicitanas como Arenales del Sol, uno de los principales motores turísticos de la ciudad, y que en más de una ocasión han declarado sentirse de segunda, pasando por asuntos como la limpieza o el famoso Hotel de Arenales. No son claro los únicos que se quejan de este agravio comparativo, los últimos en pronunciarse han sido los y las vecinas de Torrellano, que dieron plantón en la junta municipal a los miembros del Consistorio.

Su queja es que no se les hace caso y no se cumplen sus demandas, algunas de este tripartito y otras arrastradas desde gestiones anteriores. El pedáneo Joaquín Rodríguez fue elegido como portavoz por los vecinos para transmitir en la junta las inquietudes de los diferentes colectivos. Entre ellas, como explica Rodríguez, problemas con infraestructuras educativas y barracones en algunos centros, algo que lleva así diez años y para lo que se prometió solución, pero que ha seguido igual. De este tripartito, por ejemplo, se quejan de la situación de olvido y mal estado del instituto, o de las goteras que sufre el polideportivo, y que sigue sin arreglarse.

Mismo diagnóstico: falta de inversión y cercanía

Sin embargo, la principal reprimenda de los vecinos es que se les prometió en 2017 un centro multiusos y no se sabe nada de él. De hecho, Rodríguez señala que se les dijo que se haría en una determinada parcela, pero luego desde la concejalía de Urbanismo se les explicó que no se tenía conocimiento de esta promesa, y que el uso de esa parcela sólo podía destinarse a zona verde, por lo que se acabaría destinando a un parque para perros. En lo que respecta al centro multiusos, no saben cuándo llegará porque se les ha transmitido que no se pueden ensanchar algunas calles para generar terreno en el que edificar este centro.

Por último, también se quejan de que en abril se trasladaron todas las propuestas y no se reflejaron después por el Ayuntamiento en el acta, y que como explica Rodríguez, sobrevuela la sensación “de que sólo hay palabras y se transmite lo de siempre en problemas que llevan enquistados años”. Así pues, se trata de otra situación enquistada en el tiempo que parece ha empeorado estos años, sumando la actual gestión denuncian los vecinos, al contexto previo. Unas quejas detrás de las que subyace el mismo problema de siempre, la falta de equilibrio en el uso de recursos y contacto entre las pedanías más alejadas del casco urbano.


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