El bloqueo en los órganos estatutarios hace peligrar la renovación de la presidencia de À Punt

VALÈNCIA. El bloqueo en la renovación de los órganos estatutarios valencianos, entre ellos el Consell Jurídic Consultiu (CJC), la Sindicatura de Comptes, el Consejo de Transparencia o el Consell Valencià de Cultura, ha añadido una nueva derivada: la presidencia de À Punt. Las discrepancias entre PSPV, Compromís y Unides Podem a la hora de negociar este pack al completo hace peligrar también la elección de la persona que sustituirá a Mar Iglesias al frente de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) esta legislatura. Todo después de que lleve en funciones desde noviembre de 2019 y con las elecciones del 28 de mayo a la vuelta de la esquina.

Los asuntos pendientes de la radiotelevisión valenciana que se han de solventar antes de los comicios son numerosos. Por Les Corts tiene que pasar la renovación de los órganos de dirección y el más conflictivo es la presidencia. Iglesias lleva en funciones desde noviembre de 2019. El pasado septiembre se inició el proceso para nombrar a un sustituto después de que el Consell Audiovisual de la Comunitat Valenciana diera luz verde a las bases para la selección de candidatos. 

Se presentaron, como ha venido informando Valencia Plaza, Miquel Francés, Mar Adrián, Pau Vergara y Vicente Cutanda. Pasaron la criba los tres primeros. El Consell Audiovisual trasladó en diciembre la propuesta a Les Corts, que a partir de ese momento tenían que escoger quién de esos tres ocupará el cargo durante los próximos seis años. 

Debido a un cambio en la ley de À Punt introducido por el tripartito, ya no es necesario contar con los votos de la oposición para que exista un nombre de consenso entre la mayoría de partidos del Parlamento autonómico. De manera que el siguiente trámite era convocar la comisión de Radiotelevisión Valenciana y del Espacio Audiovisual para que PSPV, Compromís y Unides Podem sacaran adelante a su favorito. 

Pero ni aún así existe acuerdo hasta el momento. Según fuentes consultadas por este periódico de varios partidos, la idea era fijar una cita de la comisión la semana pasada que se echó para atrás a última hora debido a las discrepancias con el nombre. Desde el PSPV prefieren desde el inicio a Miquel Francés. En Compromís no gusta este perfil y parece que se decantan por Pau Vergara. A Unides Podem se le mete en el saco de Vergara, aunque fuentes de este grupo señalan que no han trasladado favoritismos. 

Fuentes del PSPV aseguran que "Pau Vergara no va a ser presidente de À Punt"

Por su parte, PP y Ciudadanos han entrado al juego y optarían por apoyar a Mar Adrián. El meollo de la cuestión es que, en caso de división de la izquierda, si se celebrara una votación es muy probable que saliera precisamente Mar Adrián. Un perfil que incluso agrada más a los socialistas que el de Vergara. De hecho, fuentes del PSPV aseguran que "Pau Vergara no va a ser presidente de À Punt". Una afirmación que da cuenta de la línea roja que marcan y en la que no están dispuestos a ceder. 

Para enrevesar un poco más la situación, la comisión de la que tiene que salir el nuevo presidente de la radiotelevisión valenciana –con comparecencias incluidas– también debería de hacer lo mismo con la ratificación del director general, que sería de nuevo Alfred Costa, y con los dos nuevos consejeros que han de ser nombrados a propuesta de Ciudadanos y Unides Podem. 

Pero como las negociaciones andan encalladas, la opción de sacar adelante por separado la revalidación de Costa como director general no está asegurada porque Compromís podría no votarla a favor y los socialistas no se la quieren jugar. Tampoco Unides Podem, que ostenta la presidencia de la comisión, la va a fijar sin un acuerdo previo.  

Las fuentes consultadas admiten que ha sido el PSPV el que ha decidido pararlo todo ante el riesgo de unas votaciones que dividan al tripartito, mientras en Compromís –esta semana centrados absolutamente en sus primarias internas para los candidatos a las elecciones– tampoco parecen por la labor de llegar a un entendimiento. 

A la presidencia y la dirección general se suma igualmente la renovación de dos miembros del Consell Rector de la CVMC. La ley de creación de À Punt establece que los consejeros han de estar en el puesto seis años. Ese plazo expiró el pasado octubre para Pepe Martínez y María Lozano. El primero fue propuesto por Ciudadanos y la segunda por Podem, de manera que se tienen que acordar también los sustitutos. 

Mientras los morados quieren mantener a Lozano, según confirman fuentes del grupo, los naranjas no está todavía claro a quién propondrán. Como ha informado este periódico, la que fuera portavoz hasta hace un mes, Ruth Merino, puso encima de la mesa el pasado octubre el nombre del exdiputado Toni Subiela. Sin embargo, la actual síndica tras el proceso de refundación de Ciudadanos, Mamen Peris, dentro de la revisión de todo lo acometido por su antecesora, ha cuestionado este perfil y barrunta uno alternativo que, según varias fuentes, sería el del periodista Vicente Bau. Algo que tendrán que resolver. O no, dado que ni siquiera está convocada la comisión que ha de dar luz verde a todo ello. 

Así que la decisión ahora habrá de ser si se convoca la comisión para salvar al menos la dirección general por separado o se aborda todo al completo con el riesgo de que no salga nada esta legislatura. 

En definitiva, la radiotelevisión valenciana no parece una prioridad ahora mismo para los partidos que conforman el Botànic. Y el tiempo juega en su contra. Con una celebración de los comicios el 28 de mayo, la disolución de Les Corts se produciría, como máximo, el 3 de abril. Un ajustado calendario con fiestas como las Fallas o la Magdalena de por medio que dejan en alrededor de un mes el período hábil del Parlamento autonómico para dar salida a los asuntos pendientes. 

De no hacerse, supone 'chutarlo' todo a la próxima legislatura tras años de retrasos y con la incertidumbre de quién gobernará la Generalitat. No sólo en lo concerniente a À Punt, sino el pack completo de órganos estatutarios y en los cuales sigue sin haber avances significativos para llegar a entendimiento entre los socios.