El bipartito de Alicante acepta ideas de la oposición y ratifica pruebas para recoger la basura a domicilio

ALICANTE. Alicante mantiene su intención de ejecutar una prueba piloto sobre el sistema de recogida de la basura puerta a puerta. Y, además, plasma por escrito por primera vez el compromiso de ese ensayo a través de la redacción del Plan Local de Residuos. Así queda reflejado, cuando menos, en el documento de resolución de las enmiendas formuladas por los grupos políticos que ejercen funciones de oposición en el Ayuntamiento, que se elevará a la consideración de la comisión de Servicios este viernes, como paso previo a su debate en pleno.

En ese documento, el departamento de Medio Ambiente, Limpieza y Gestión de Residuos plantea rechazar las enmiendas a la totalidad registradas por PSOE y Unides Podem y propone la admisión de ocho aportaciones formuladas por Compromís (algunas de ellas, de manera parcial), otras cuatro por parte de Vox y doce de las enmiendas individuales firmadas por el grupo socialista (también, en algunos casos, de modo parcial o transaccionadas). En realidad, las sugerencias que se propone incorporar al texto definitivo del Plan Local de Residuos supone la inclusión de matizaciones o especificaciones que, a juicio de los técnicos de Limpieza, contribuyen a mejorar el documento, sin suponer una variación sustancial de sus objetivos.

Entre ellas, figura, por ejemplo, la concreción de que se creen 10 plazas de educadores ambientales para fomentar el reciclaje y la clasificación de residuos entre la ciudadanía; la incorporación de contenedores con sistema de cierre centralizado y control telemático para todos los tipos de residuos (que ya se pretendía implantar en los destinados al residuo orgánico y, en la medida de que lo posible, al resto de contenedores de forma progresiva); o el compromiso de introducir una modificación de la ordenanza fiscal de la tasa de recogida de la basura para que se aplique el principio de proporcionalidad en el pago de impuestos por la generación de residuos. 

De hecho, esta última aportación iría en sintonía con el que principio que ya se prevé aplicar a partir de la implantación de contenedores para el residuo orgánico provistos de sistema de cierre automático, aperturables mediante una tarjeta electrónica o mediante el uso de una aplicación para teléfonos inteligentes, en la medida en que permitirá conocer qué usuario aplica la recogida selectiva y, por tanto, podría ser merecedor de incentivos económicos o desgravaciones en la tasa del servicio.

El departamento de Limpieza y Gestión de Residuos asume también el compromiso de modificar la ordenanza fiscal para introducir criterios de proporcionalidad en el pago de la tasa por la generación de desechos

Con todo, la primera de esas aportaciones planteadas por los grupos opositores que podría tener alguna repercusión directamente constatable para la ciudadanía a corto o medio plazo sería la puesta en marcha de esa previsible prueba sobre el sistema de recogida a domicilio, ya anunciada en reiteradas ocasiones por el equipo de gobierno. El propio Plan Local de Residuos (que permanece en fase de exposición al público para la presentación de alegaciones) incluye un primer estudio sobre las implicaciones que podría tener el despliegue de esa operativa en algunas zonas de la ciudad. 

Así, se plantea que los barrios de Divina Pastora y de Rabasa reunirían las condiciones indicadas, por las características de su trama de viales y por su baja densidad residencial, para poner en práctica un ensayo que permitiese evaluar la aplicación de esa fórmula. En cualquier caso, según fuentes del equipo de gobierno consultadas, todavía no existe ninguna garantía de que esa prueba vaya a ejecutarse en esos barrios en concreto. Ni tampoco se ha decidido en qué momento podría desplegarse. No obstante, sí se incluye como previsión a través del Plan Local de Residuos para poder tener una prueba real de cuál podría ser su funcionamiento.

Sea como fuere, la resolución de las enmiendas planteada por el departamento de Limpieza suscitó este miércoles el rechazo de algunos de los grupos opositores, como el PSOE. Su edil Raúl Ruiz apuntó que "lo que Barcala quiere aprobar es un Plan para plantar en el paisaje alicantino miles de islas de contenedores sin atender y un vertedero colapsado. No se entiende su empeño en anclar a la ciudad al siglo pasado y no abordar en este Plan Local de Residuos compromisos con los problemas que tiene Alicante. El alcalde no tiene ninguna ambición y excluye cualquier iniciativa del grupo socialista que amplíe los mínimos previstos en la ley, allí donde no la incumplen", aseguró, en alusión a la desestimación de la mayor parte de las enmiendas de su grupo.

Así, consideró que "no aceptan incorporar medidas de prevención, como sistemas que ayuden a una mejor selección en origen, y dejan el peso del futuro de nuestro vertedero y nuestra economía circular al reciclaje en planta. El alcalde ha tenido 3 años para experimentos de recogida puerta a puerta poco ambiciosos allí donde resulte más cómodo hacerlo, llegamos tarde para reparar lo que no se ha hecho y esa experiencia piloto debe dar servicio a zonas completas en los términos descritos en la normativa autonómica de residuos, evaluando estos sistemas de forma global como solución a distintos tipos de usuarios. Europa camina hacia sistemas que reduzcan los contenedores a un complemento, no podemos permitirnos posponer este asunto con experimentos cobardes", incidió.

Además, añadió que "el documento que quieren aprobar condena a la ciudad a convivir con islas de basura, no de contenedores. Pero con él Barcala también se enfrenta a consensos vecinales en cuestiones como son el destierro el compostaje comunitario a la periferia por criterios únicamente económicos, su rechazo a actuar contra las escombreras ilegales y contenedores-estafa, o la adecuada supervisión de este servicio con el refuerzo de auditorías".

Así, concluyó que "el alcalde quiere aprobar un plan descontextualizado que no aborda problemas fundamentales para la ciudad, se empeña en acomodarse en lo que no funciona y dejar en mínimos los servicios públicos de Alicante una vez más".