MADRID. De 2014 a 2022, el Banco Central Europeo (BCE) recurrió a la relajación cuantitativa (QE) para evitar que la inflación cayera demasiado por debajo del objetivo, mientras que los tipos de interés oficiales habían alcanzado el "límite inferior efectivo". Para apoyar la transmisión de la política monetaria, el programa de compra de activos (APP) se inició en octubre de 2014, y el programa de compra de emergencia pandémica (PEPP) se puso en marcha en marzo de 2020 para contrarrestar los riesgos de la pandemia de la covid.
Desde entonces, la situación ha cambiado fundamentalmente, y el BCE se enfrenta a una situación de inflación excesiva. Además de importantes subidas de los tipos de referencia, ha cambiado de marcha y se ha embarcado en un endurecimiento cuantitativo (QT): desde 2022, ha empezado a reducir los activos financieros de su balance. Los reembolsos del APP sólo se reinvirtieron parcialmente al principio y no se han reinvertido en absoluto desde julio de 2023. En cambio, los reembolsos del PEPP se reinvertirán hasta nuevo aviso.
¿Por qué realiza el BCE el QT?
La QT también pretende contrarrestar una posible pérdida de credibilidad del BCE debido a las acusaciones de dominación fiscal y reducir los riesgos de crédito y duración del balance para el BCE.
Es probable que el balance se mantenga en un nivel permanentemente más alto en el futuro y seguirá aplicando en el futuro su enfoque pasivo de QT, consistente en no reinvertir los bonos que vencen. Dada la deseada ecologización de la política monetaria, consideramos en qué medida puede apoyar los objetivos climáticos de la UE. Por último, creemos que la QT puede afectar a los mercados de renta fija y el impacto sobre los niveles de rendimiento en la Eurozona.
Florian Späte es estratega senior de bonos y Martin Wolburg es economista senior en Generali Investments