El vuelo del Fénix

Una victoria de tu equipo y el mundo es un lugar totalmente distinto.

13/10/2021 - 

Mi despistada memoria atribuye esta cita a Bill Shankly, mítico entrenador del Liverpool, autor también del célebre 'This is Anfield' que anuncia la salida al césped en el estadio de los 'Reds'. Pero centrados ya en el contenido, cuánta razón tiene, qué distinta es la vida cuando ha ganado tu equipo de fútbol.

Un día nublado puede ser gris y triste, carente de ese sol que tanta alegría nos da a los mediterráneos, que marca nuestra forma de vivir. Pero también puede ser muy bello, de catálogo otoñal, ideal para permanecer resguardado en el hogar disfrutando una lectura mientras se saborea un buen café y se observa la lluvia desde la ventana.

Tres puntos, un mísero gol, que tal vez haya sido en propia puerta en el minuto noventa, pero no importa. Una victoria y se pasa de la preocupación y la amargura a la alegría y esperanza; y solo en una hora y media. O viceversa, que también puede ocurrir. De la euforia, al desastre absoluto.

Una caída de cincuenta y cuatro metros en escasos tres segundos. Esa es la sensación que ofrece la atracción El vuelo del Fénix, en Terra Mítica. Pero no solo la zona Roma del recinto benidormí puede regalar esa experiencia. Hay otra entidad en Alicante, además del parque citado, que brinda ese tipo de sensaciones, sus sufridos seguidores bien lo saben. Sí, hablamos del Hércules.

Una subida vertical, lenta, muy cautelosa, viendo cómo queda diminuto todo lo normalmente cotidiano. La adrenalina se va preparando, te arrepientes de estar ahí. Y, de repente, ¡zas! Ya está abajo, vuelta a la realidad tras un seco golpetazo.

Cuando dos épicos triunfos anunciaban una esperanzadora temporada, la visita al Luis Suñer Picó propició un duro varapalo en la afición blanquiazul. Rara vez se cumplen las matemáticas en el balompié, pero hay una regla infalible: Viaje en masa de herculanos, derrota segura.

Sin embargo, este Hércules está escrito por un 'kafkiano' Carmelo del Pozo. Cómo si no puede explicarse que de una salida en la que se cayó humillado en Alzira recibiendo cuatro goles, se pase a marcar otros cuatros tantos en Pulpí, tierra almeriense donde la siembra y los invernaderos son propicios para cosechas venideras.

Tal vez, simplemente es fútbol. Donde no siempre el plan previsto sale bien. O donde a veces el rival está más acertado. En cualquier caso, el continuo sube y baja herculano no deja de rodar, pero anda algo estropeado, porque los 'baja' son muchos más comunes que los 'sube'

Y entre medias de esa metamorfosis, un insípido empate a cero en casa ante Socuéllamos que no anunciaba nada ilusionante. En fin, que de una sequía de los delanteros se pasa a que marquen los dos nueves. Del debate en la portería, a que Jesús pare un penalti. Y del entrenador que no supo leer un partido, al día que acertó en todos los cambios Abróchense los cinturones, bienvenidos a herculeslandia.

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