ALICANTE. En los tiempos que nos ha tocado vivir, ser positivo es algo difícil de lograr. Ver el vaso medio lleno, en vez de medio vacío, podría ser una actitud que nos ayudase a analizar las cosas de un modo diferente, más optimista, para no caer tan pronto en la desazón. Recibir palabras de apoyo, positivas e inspiradoras, se ha convertido en algo vital. Es por ello que Javier Martínez, cartero de profesión y entusiasta de la vida, acaba de editar un nuevo libro para poner su grano de arena y para que nos levantemos con algo más de optimismo cada día. El lenguaje de los unicornios: un libro sobre el amor verdadero, es un libro donde el autor intenta mostrarnos su percepción de lo que él considera ese sentimiento tan puro. El último relato de este alicantino, que se presentará al público en Fnac València este viernes, 26 de marzo, de 11 a 14 horas y de 16 a 20 horas, donde estará firmando ejemplares.
Pese a su prosa colorida, Martínez comenzó escribiendo cuando ya era una persona madura, con 40 años. “Recuerdo el instante en el que me senté y dije: ¡Ha llegado la hora! Voy a escribir un libro, aunque no sé cómo se escribe un libro”, recuerda el autor. Pero no es que Martínez fuese consciente de su pasión por la escritura en ese instante sino que, durante su vida, la escritura, como para tantas personas, ya había significado mucho. “Para entonces, hacía diecisiete años que había descubierto que me gustaba escribir y doce años, con cada uno de sus días, que me levantaba cada mañana entre 30 y 40 minutos antes de 'mi hora' solo para dejarle algo escrito a mi mujer”.
Ese momento abrió los ojos el cartero, notó algo diferente y se lanzó a escribir sobre sus vivencias, intentando transmitir un conocimiento, en definitiva: un legado. “Fue como un despertar. Como si de pronto entendiera para qué había venido yo a este mundo. “¡Claro, ya sé a qué he venido!: Escribiré este libro sobre la felicidad, otro sobre el amor y, el último, sobre la muerte. Y así dejaré para otros todo lo que he aprendido sobre esas cuestiones tan importantes”, exclama con un entusiasmo contagioso. Volviendo al presente, Martínez acaba de publicar un libro que explora el difícil asunto del amor verdadero. Algo manido, pero no por ello menos interesante. “Bueno, El lenguaje de los unicornios es el segundo libro de la 'columna vertebral' primigenia, y le ha llegado la hora. No sé cuando vendrá el tercero. El tiempo lo dirá. Creo que mis libros no se escriben: ¡Mis libros suceden!”.
La vida nos regala muchas cosas y, entre ellas, unas vivencias que moldean y reformulan tus esquemas mentales. El autor tuvo que caminar por diversos senderos para poder narrar las suyas. “Tenían que pasar determinadas cosas en mi vida para entender delirios y pesares del amor y entresacar de todos ellos la esencia del amor verdadero… De los momentos álgidos, de la naturalidad del día a día que se empeñan en llamar monotonía. Del distanciamiento y, cómo no, de la ruptura”, apunta.
La motivación intrínseca de Martínez es la de que sus libros sirvan para ayudar a otros que ahora transitan esas vivencias y emociones. “El denominador común de todos mis libros es mejorar la calidad de vida de las personas que los descubran”, relata. “Ya mostrando los caminos hacia la ansiada paz interior. Ya a nivel económico o, tal vez, ordenando emociones, vivencias y pensamientos tan intensos como los del amor de pareja que, bien entendidos, pueden mejorar la vida de las personas por ser parte inseparable de su día a día”, comenta.
Como Franz Kafka, Javier Martínez, guardando las distancias, también escribe de noche, en un ambiente especial para generar un estado de ánimo concreto. “Soy fan de la madrugada”, señala. “A partir de las cuatro o cuatro y media es una hora fantástica para escribir y dejarse llevar, cuando todo el mundo duerme y el mundo parece mío”. Puede que en la actualidad mucha gente cree sus obras en la nocturnidad por tener más tranquilidad. “Quizás El lenguaje de los unicornios haya sido el más exigente en ese sentido por suceder durante el periodo tan complicado que ha supuesto la pandemia mundial que nos asola. De manera que, noche y día he convertido la habitación dónde escribo en una cápsula del tiempo, con puertas y ventanas cerradas, a la luz de una vela y del fulgor de un pequeño flexo que me permitía ver el teclado”, explica. Para rematar confesando que “El lenguaje de los unicornios ha sucedido durante la madrugada perenne de los 12 meses que comprenden febrero de 2020 y febrero de 2021”.
Viendo algunas ventas de sus anteriores trabajos, se puede presuponer que sus obras han tenido éxito. “Sinceramente no tengo la sensación de que mis libros hayan tenido una gran repercusión”, aclara. Sin embargo sí que han inspirado a bastantes personas. “Más bien percibo que para algunas personas sirven algunos fragmentos porque encuentran las palabras exactas a su sentir y le ponen algo de orden a unos u otros sentimientos que les confunden”. Desde que comenzó a autoeditar sus trabajos, algunas cosas han cambiado en su vida. “Mi vida ha cambiado en su día a día, porque veo cada vez con más claridad que, eso que contengo, o que soy capaz de percibir, analizar y plasmar, puede servir a otros para llevar en su mochila, en sus bolsillos o en su alma”.
En su libro, Oro hablaba del dinero; su valor e importancia relativa, y en éste sobre el verdadero amor. Dos conceptos a veces, y sobre todo en estos años, difíciles de disociar. “Decía con buen criterio Jesús: 'Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios'. Cuando sabes de las cosas auténticas ves con claridad las líneas que separan ambos mundos, aunque eso no significa que, cuando se vive con un poco de holgura económica, las cosas no puedan ser más tranquilas o mejores, pudiendo dedicarse mutuamente más tiempo para el disfrute y el ocio si es que ese es su deseo”, señala el escritor.
Hay cientos de libros que tratan del amor como un tema universal. Es por ello que explicar otro libro sobre dicha temática, en muchas ocasiones resulta complicado. Animo al autor a que desmenuce qué nos encontraremos entre sus páginas. “Les diría que es una guía bonita y práctica para el amor de pareja, que aunque yo sea una persona positiva y escribo en forma de prosa poética, el El lenguaje de los unicornios guarda algunas verdades universales”, apunta. Si algo tiene el libro de Martínez es que en cualquier lugar de entre sus páginas, puedes encontrar algo interesante. “Que es ternura y fuerza para cada uno de los individuos de la pareja. Unión, pero también independencia. Y que abriera cualquiera de las páginas al azar y la leyera. A ver qué le decía”, comenta.
Otro de los detalles, aunque éste solamente estético (en la actualidad es algo importantísimo) es el formato en el que se presenta: apaisado. “Cuando pensé en un formato para mi primer libro: El pez naranja, un libro sobre la felicidad, me gustó imaginar que todas las frases que yo ponía en otros tipos de letra en mi ordenador, más grandes, más vistosas… para darle énfasis a su mensaje, se podrían plasmar en un formato cuadrado mucho mejor”, analiza el autor.
Martínez no edita un libro normal, no solo por el apaisado, más típico de cuentos, sino por toda la filosofía que lleva detrás ese hecho aparentemente solo estético. “Además iban a contener las ilustraciones que hicieron mis hijos y así tenían el espacio que pedían… Luego me di cuenta de que así el libro sería, no como una calle, sino como una avenida. Con espacios en blanco alrededor de las palabras para que cupieran además de mis letras, los pensamientos de cada persona que estuviera frente a sus páginas. Así que decidí que todos mis libros 'columna vertebral' tendrían ese formato: (21x21). Y está sucediendo. Ya están la felicidad y el amor verdadero. Cuando sea el momento, también estará en ese formato el último de ellos”, concluye.