la promotora acudirá al supremo en casación

El TSJCV obliga a demoler la parte "no legalizable" del Atrium y otro juez avala la licencia

19/01/2018 - 

ALICANTE. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha declarado nulas las licencias concedidas en 2006 y 2007 por el Ayuntamiento de la Vila Joiosa a la promotora del complejo hotelero Atrium, la mercantil Hotel Luna SA, y obliga a la firma y al Consistorio vilero a demoler el exceso de edificabilidad. Según fuentes de la promotora, que han confirmado este extremo, el fallo afecta exclusivamente de la parte de la obra 'no legalizable' de acuerdo al planeamiento actual, no de todo el hotel.

Hotel Luna ha emitido un comunicado en el que señala que respeta la decisión del Tribunal, al tiempo que recuerda que aún no es firme porque puede acudir en casación al Supremo, posibilidad de la que hará uso, según este comunicado. De hecho, "en primera instancia se nos dio la razón", indica la nota. Al mismo tiempo, la promotora celebra otro fallo, en este caso favorable a sus intereses, que avala la vigencia de las licencias urbanísticas concedidas por el Consistorio vilero.

En cuanto al exceso de edificabilidad, el Alto Tribunal valenciano anula las licencias concedidas en 2006 y 2007 y el decreto de Alcaldía que autorizaba obras del complejo hotelero que "excedían" la licencia inicial, a raíz de los recursos interpuestos por dos particulares, de los cuales uno ha dado pie a la presente resolución. Así, entiende que estas licencias se otorgaron en base a un segundo Plan de Reforma Interior y Mejora (PRIM) aprobado por el Ayuntamiento que, a juicio del magistrado ponente, "es una mera modificación" del primer PRIM redactado por el Consistorio para legalizar el exceso de obra, y que a su vez también fue declarado nulo por el Supremo en 2012.

Por otra parte, el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Alicante ha dado la razón al Consistorio ante la querella interpuesta por el exconcejal Pedro Lloret, en la que denunciaba que las licencias urbanísticas al complejo hotelero debían declararse caducadas. El juez señala que para decretar la caducidad de una licencia debe existir "voluntad expresa" del promotor de abandonar o desistir del derecho a edificar, pero en este caso la empresa "evidenció inequívoca voluntad de no abandonar la obra ni el proyecto de construcción".

Al respecto, Hotel Luna denuncia "el acoso contra el proyecto que viene realizando este señor nada menos que desde el año 2004, interponiendo desde entonces más de una veintena de contenciosos que han dado lugar a otros tantos procedimientos judiciales en diferentes instancias". Al mismo tiempo, se mantiene firme en su propósito de seguir adelante para poner en marcha un "vanguardista hotel resort de última generación", y promete facilitar la creación de hasta 2.000 puestos de trabajo directos e indirectos con la recepción de hasta un millón de clientes al año.

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